A unos meses del cambio de gobernatura de Tamaulipas, sale a relucir la herencia del exgobernador Francisco García de Cabeza de Vaca, tanto que ha encendido las alarmas al Gabinete de Seguridad de México, como al del país vecino EU, por el secuestro de cuatro estadounidenses perpetrado el pasado viernes 4 de marzo, donde dos de ellos lamentablemente fueron asesinados y que dicho gobierno calificó de inaceptable.
Como una escena más, las imágenes tuvieron gran impacto en los principales noticieros del país vecino, incluso el embajador americano visitó en Palacio Nacional al propio Presidente en la cual llevaba en su agenda este lamentable episodio.
Los tres órdenes de Gobierno ya se encontraban en la investigación de los hechos tan reprochables, como acontece no solo a ciudadanos estadounidenses sino también a mexicanos.
El Fiscal del Estado, herencia del exgobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, empezó a dar resultados. Las primeras investigaciones del martes arrojaron hechos lamentables, que se había asesinado a dos de los secuestrados, noticia que se dio en la conferencia mañanera en voz del propio gobernador Américo Villareal.
El legado de García Cabeza de Vaca está resultando en una descomposición social debido a la espiral de violencia que reta al recién estrenado gobierno de alternancia que encabeza Américo Villarreal.
Estos reprobables acontecimientos nos hacen ver una vez más el actuar bárbaro del ser humano. Tenemos desde hace varias décadas una regresión del hombre a lo asocial, a la barbaridad por la forma en que se cometen los crímenes tan lacerantes para la sociedad, en agravio de ciudadanos inocentes, sean o no connacionales o extranjeros.
Será que nuestra sociedad está perdiendo los valores que hoy en día para algunos de nuestros semejantes la vida no tiene ningún valor, pues son capaces de privar de ella a otros mexicanos a cambio de nada. Esto demuestra la gravedad del problema en que nos encontramos desde hace décadas.
Por ningún motivo debemos permitir que nuestra sociedad se convierta en una sociedad anestesiada, que no reaccione ante lo que sucede día a día, con hechos tan lamentables.
Por cierto, que el astuto exgobernador ha contratado a prestigiados juristas para blindar su reputación y gestión gubernamental.
Así que el legado de García Cabeza de Vaca se está convirtiendo para algunos funcionarios en un dolor de cabeza y, a otros los está poniendo: de cabeza.
Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “ Manual del Poder Ciudadano”.
@UlrichRichterM
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