Como es sabido, hace pocos días Elon Musk adquirió la red social que fundó Jack Dorsey, conocida como Twitter, cuyo logo es un pájaro de color azul.

Recién llegado, cada día se torna más polémica su entrada a la dirección de dicha red social.

Las primeras señales fue el cobro de ocho dólares por la verificación, posteriormente se fue en contra de la plantilla laboral, haciendo una serie de múltiples despidos. La oficina en México fue despedida en su totalidad, señalando que habrá que quitar empleados para dejar de tener pérdidas. Después de despedir a 3,700 trabajadores, ahora rectifica y pide a docenas que regresen, porque hay personas con cualidades para seguir laborando. Se ha convertido en el vocero de la multicitada red social.

Los tuits de Musk, quien es CEO de Tesla Inc., marcaron un sorprendente cambio frente a otros directores ejecutivos en Estados Unidos que han evitado en gran medida el activismo político por temor de alejar tanto a los clientes como a los accionistas.

Siguió el tema sobre la libertad de expresión, ya que el citado cohete Musk ha concentrado la nueva dirección de la misma.

Incluso un evento que ha surgido es que la humorista Kathleen Mary Griffin, mejor conocida como Kathy Griffin, quien hace poco lució una cabeza de Donald Trump sangrando, misma que no fue censurada en aquella ocasión, ahora ha sido tendencia por haberse hecho pasar por Elon Musk para llamar a votar por los demócratas, acto siguiente eliminaron o suspendieron su cuenta en dicha red social.

Aquí vale la pena distinguir si es una censura o no, lo que me queda claro es que nadie puede usurpar la identidad de nadie, sea el propio líder tecnológico Elon Musk o tú, lector. Ello no sería censura, pues la usurpación de identidad es un delito y además es una política de las plataformas.

Al respecto, el Código Penal de la Ciudad de México, en su artículo 211 Bis, señala que se impondrá una pena de uno a cinco años de prisión, al que por cualquier medio usurpe, con fines ilícitos, la identidad de otra persona.

Su intervención llegó hasta el ámbito político, efectivamente señaló respecto de las últimas elecciones intermedias en los Estados Unidos lo siguiente:

“El poder compartido frena los peores excesos de ambos partidos, por lo que recomiendo votar por un Congreso republicano, dado que la Presidencia es demócrata”, tuiteó el multimillonario, que tiene 114 millones de seguidores.

“Los demócratas o republicanos incondicionales nunca votan por el otro lado, ¡así que los votantes independientes son los que realmente deciden quién está a cargo!”

La polémica por sus primeras acciones ha puesto nerviosos a algunos anunciantes, así como también a múltiples usuarios, quienes han mostrado su desagrado y lo más peligroso es que han buscado redes sociales alternativas, como la creada por Jack Dorsey, de nombre “Bluesky Social”, llamada así porque será un portal a un “mundo de posibilidades”.

Hasta los sindicatos españoles han protestado por el despido de los trabajadores en España. Señala la BBC News Mundo, que algunos usuarios han estado buscando plataformas alternativas.

Otra de ellas es Mastodon, plataforma similar a Twitter, donde los usuarios con cuentas escriben mensajes llamados “toots”, que se pueden contestar, gustar o retirar, además de que los usuarios se pueden seguir mutuamente.

Así es que el pitagórico Elon Musk con su empresa SpaceX quiere hacer lo mismo con Twitter, llevarlo como cohete al espacio.

 

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Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.
@UlrichRichterM

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