En la antigüedad, los romanos llamaban al enemigo como inimicus y trataban de tenerlo lo más alejado posible de sus tierras o posesiones. Hacían una distinción entre el inimicus y el hostis. El primero se refiere al ámbito interno, al enemigo personal, es decir el no-amigo, un adversario privado. El segundo, el hostis, era el enemigo público con quién se encontraba latente la posibilidad de la guerra.
Ahora, así se quiere alejar a los inmigrantes de la tierra inglesa y se pretende contenerlos en un barco anclado en el puerto de Portland, un muelle situado en la costa de Dorset.
Reino Unido, donde ahora gobierna el primer ministro Rishi Sunak, acaba de inaugurar el buque Bibby Stockholm un centro de inmigrantes flotante, es un proyecto piloto con el que pretende alojar a medio millar de migrantes irregulares en una nave amarrada en la costa sur de Inglaterra.
Es una de las propuestas más criticadas al político de origen hindú, queriendo dar respuesta a su lema “Stop the Boats” (Parar los botes, en español), en referencia a los botes que se usan para la migración ilegal.
Las críticas han venido desde su propio partido de gobierno, como la exprimer ministra Theresa May, sumándose colectivos de asociaciones humanitarias y de abogados que han calificado de inhumano tal proyecto, hoy convertido en realidad.
Es un hecho que la crisis humanitaria donde los migrantes han sufrido lo más lacerante del ser humano, han naufragado cientos de ellos perdiendo la vida. Recientemente 41 migrantes fenecieron en la isla italiana Lampedusa.
En 2023, las llegadas procedentes del Canal de la Mancha ascienden a 15,000 personas; por ello, se ha implementado un severo endurecimiento de las sanciones para quien de trabajo o rente viviendas a individuos con una situación migratoria irregular.
La barcaza originalmente tenía disponibilidad para unas 200 personas, ahora aumentó para albergar a 500 inmigrantes. Incluso, las autoridades sanitarias han calificado la operación como riesgosa debido al impacto que tendría un posible brote sanitario.
La ministra del interior británico, Suella Braverman, siendo una de las grandes impulsoras de este tipo de medidas, ya ha recibido críticas por parte de sus opositores.
La embarcación de la discordia es llamada por algunos detractores como “la cárcel flotante”, lo cual me hace recordar a Alcatraz y a las Islas Marías, esta última convertida ahora en el complejo turístico “Las Islas Marías”.
El proyecto del hindú Rishi Sunak, que ha logrado manejar la política de la Corona que en algún tiempo se instaló en las tierras de sus ancestros, ha olvidado los postulados del líder moral y político, como lo es Gandhi y la no violencia, con el humanismo característico de sus raíces.