Hollywood es el lugar donde nacieron los primeros estudios de grabación y producción y la cuna de varios géneros del cine. Es ahí donde se concentran los estudios cinematográficos más importantes del mundo y el lugar en el que residen muchos de los actores más famosos y taquilleros.
La cultura y la economía son dos de los principales factores que explican la influencia de Hollywood en el mundo del cine. El cine no es solo arte, también es entretenimiento y un poderoso medio de comunicación social con gran influencia sobre la audiencia. En su aspecto negativo puede ser un elemento que apuntale y perpetúe estereotipos, mitos y prejuicios. Los estereotipos pueden ocasionar que la gente sea juzgada en base a su apariencia y no a sus méritos, pudiendo limitar o dañar su desarrollo profesional.
Los latinos son la minoría étnica más grande de los Estados Unidos. Existen infinidad de estereotipos sobre ellos en Hollywood, frecuentemente son caracterizados por su atractivo sexual (“Latin Lover” o “Spicy Latina”), tienden a ignorar la diversidad de las culturas latinas a través del continente americano, presentando una apariencia de piel morena y cabello negro para definir el aspecto de todos los latinos. Los roles que suelen desempeñar en la pantalla son de gánsteres, empleadas domésticas y nanas. Y a pesar de que la población latina se ha incrementado no solamente en Estados Unidos sino en el mundo, raramente ocupan papeles protagónicos en el cine o en la televisión.
Hollywood está aún lejos de representar la diversidad de Estados Unidos, mucho menos la del mundo. Los blancos están considerablemente sobrerrepresentados frente a la cámara y detrás de ella, lo que contribuye a perpetuar los estereotipos. Ello explica mucho del racismo que sucede en el vecino país del norte.
Las películas son herramientas poderosas que moldean nuestra sociedad e influyen de manera decisiva en la percepción de ciertos temas. Es tiempo de que Hollywood cambie los estereotipos y que los espectadores demandemos una mejor representación en la pantalla para que podamos avanzar como sociedad.
En ese sentido, el pasado 25 de mayo, el documental titulado “Bad Hombrewood” ganó el reconocimiento al “Best Student Documentary” del American Pavillion del Festival de Cannes.
El documental busca crear conciencia y mejorar la participación de la comunidad latina en Hollywood, fue dirigido por el mexicano Guillermo Casarín, producido por Santos Herrera y Marian Cook, con música del compositor regiomontano Kevin Robles, entre otros miembros del equipo, la gran mayoría de origen latino.
El documental, que tuvo su premier mundial en el Festival Internacional de Cine de Santa Bárbara y actualmente está en los circuitos de festivales, cuenta con la participación como entrevistados, de importantes figuras latinas en Hollywood, o que, no siendo latinos, han basado parte de su triunfo en personajes o historias latinas. Entre ellos el dos veces ganador del Oscar, Guillermo del Toro (por La forma del agua), el dos veces ganador del Oscar Lee Unkrich (director de Coco) y Phil Lord (de ascendencia cubana, ganador del Oscar por la película animada Spider-Man: Into the Spider Verse).
En adición a las entrevistas con las personalidades ya establecidas en Hollywood, el joven director Casarin entrelaza hábilmente las mismas con las de cineastas emergentes y crea un contraste muy interesante, en el que resalta los problemas pasados y actuales. Lo que más sobresale es el estilo: en lugar de presentarnos un documental sombrío, el director nos ofrece un testimonio fresco, ameno, muy emotivo y esperanzador, que deja un buen sabor de boca.
Para los amantes del cine, nos es grato ver que hay una serie de jóvenes cineastas mexicanos, hombres y mujeres, abriéndose camino. A todos ellos les deseo el mejor de los éxitos.