1.- Las transferencias son aportaciones monetarias o en especie que no tienen una contraparte de quién las recibe y pueden constituir en promedio hasta un 20 por ciento de los ingresos corrientes del hogar de todos los estratos (el INEGI reconoce en la encuesta ENIGH 2020 cuatro estratos: bajo, medio bajo, medio alto y alto). Son, por ejemplo, los apoyos del gobierno, de miembros de otros hogares que son familiares (incluyendo las remesas), de instituciones y también las jubilaciones.
2.- Las transferencias son desiguales en sus montos como los ingresos que reciben los miembros de los hogares por su actividad económica , diferencias de origen que explican su regularidad y seguridad o falta de estas.
3.- La mayor parte de la gente carece de seguridad social. Las jubilaciones son para los segmentos con mayores ingresos que son quienes reciben un sueldo fijo. Su regularidad se extiende al periodo en que dejan de trabajar y disfrutan su vejez. En cambio, la ausencia de jubilación obliga a extender el periodo de trabajo, genera estrés y disminuye la esperanza de vida del trabajador. Así, para el estrato más alto las jubilaciones constituyen hasta un 68 por ciento del total de las transferencias, mientras que para el más bajo son de un 15 por ciento.
4.- Tomando en cuenta la ENIGH, a pesar de que la migración es intensa no es general, en el estrato más bajo el porcentaje que representan en el total de las transferencias las remesas es del 13 por ciento, y son similares al de las jubilaciones (15 por ciento). Para este estrato las remesas son tan importantes como las jubilaciones mientras las aportaciones del gobierno representen un 31 por ciento.
5.- Un ingreso fijo garantiza la jubilación en la vejez y una situación precaria se prolongará después de los 65 años para el resto de la población. Los pobres compensan y se apoyan. Por eso, las transferencias que realizan en la familia, el apoyo de hijos, padres, tíos etcétera es más importante en los estratos bajos (18 por ciento del total de las transferencias frente a un 11 o 12 en los altos). Allí el esfuerzo familiar es más grande que las jubilaciones
6.- El porcentaje de las transferencias del gobierno en promedio garantiza el 22 por ciento del gasto alimentario del estrato más bajo. Pero estos números deben aterrizarse a nivel personal, quienes se encuentran en la parte más baja del estrato más bajo con las transferencias pueden garantizar parte de su consumo en alimentos y los adultos mayores una independencia de la cual de otra forma no disfrutarían. Ante la falta de ingresos la angustia por ajustarse es mejor que la angustia por carecer de ingresos.
Una última palabra, para el estrato bajo como un todo, para que se cubrieran sus necesidades de gasto promedio en alimentos, el conjunto de los beneficios del gobierno tendrían que ser 4 veces más altos que los actuales. Es agua en el desierto, pero sigue siendo un desierto y las transferencias no compensan la desigualdad en los ingresos y la precariedad laboral. La alta concentración de la riqueza requiere otras políticas provenientes de un gobierno de izquierda.
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