1.- En Argelia hombres paran e ingresan al camión. Degüellan a todos los pasajeros: hombres, mujeres y niños. Nadie escapa. Tampoco es noticia en los Estados Unidos, pero la historia sí era bien conocida por la comunidad de inteligencia. Los perpetradores eran combatientes que, a instancias de Estados Unidos, habían ido en distintos momentos a Afganistán. Entrenados, volvieron a su patria con la visión de un movimiento completamente retrógrado.
2.- Fanatizados combaten por los mismos objetivos, ya no contra los rusos sino contra sus gobiernos y la población civil que no comparte su visión del mundo. La corrupción de los gobiernos, la simpleza y “pureza” de estos impuros terminó por correr el espectro político a la derecha de numerosas comunidades musulmanas, mucho más a la derecha.
3.- Es catástrofe en Medio Oriente, pero con repercusiones en quienes financiaron, capacitaron e instigaron a la internacional muyahidín. Afganistán es un cementerio. También cárcel para las mujeres. Por la época de la tragedia argelina mencionada se prepara y explota una bomba en Nueva York el 26 de febrero de 1993. Si no recuerdo mal, en el Jane´s Intelligence Review un articulista señala el origen y la probabilidad de que estos antiguos socios atenten en de nuevo Estados Unidos, tal vez contra el mismo World Trade Center. El 11 de septiembre de 2001 un grupo con trayectoria similar destruyó las torres.
4.- Los Estados Unidos han intervenido en otros países persiguiendo a sus socios. Por ejemplo, en Panamá Antonio Noriega, informante y traficante tolerado o alentado por la CIA fue derrocado. Eso ya no puede realizarse impunemente.
5.- En un mundo globalizado el final de una política de aliento a la derecha termina en Osama Bin Laden y no en Antonio Noriega. La guerra fría ya no es un tema bipolar. La trágica guerra en Ucrania tiene efectos favorables de corto plazo en la economía norteamericana, pero es incierto en el largo plazo y acercan a Rusia con China y debilitan a los europeos.
6.- Papá Bush no invadió Irak. Decía, con verdad, que ese sería su legado. La destrucción de Bush hijo al invadir el país es criminal. Sus efectos perdurarán décadas. Cientos de miles de muertos en los países árabes. Unos 5,000 norteamericanos en Irak y 2,500 en Afganistán (después de 2001). Millones de refugiados. Demasiada crueldad y la estupidez del búmeran.
7.- Posiciones como las de Barr y Crenshaw de intervenir militarmente en México buscan ganar votos a partir de la desestabilización de México y carecen de ética. Contraproducentes para el mundo en general y en particular para su país, la tragedia de México hoy o del futuro no les importa.
8.- En la izquierda electoral, desde finales de los noventa, discutimos poco en lo interno, cada vez menos. Estos temas frente al fraude y la coerción del gobierno y el “acuerdo” de las cúpulas dejaron de discutirse abiertamente. Las organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos retomaron los temas, pero ahora están como proscritos. Desde el 2 julio de 2018 este estado de las cosas debió tenerse por caducado.
9.- Antes del primer día de gobierno ya se había logrado lo notorio, pero no lo profundo. El logro era sacar de palacio a los de siempre. Eso ya se agotó.
8.- La sandez de Barr y compañía debe ser mostrada, pero no debe ser parapeto para no pensar la política de seguridad. También es un llamado de atención a la falta de fortaleza de la política de fondo.
10.- Las transferencias, aunque necesarias, no son una solución a la desigualdad. Debemos discutir el aumento del salario no monetario, el poder de los trabajadores y su capacidad económica, su posibilidad de decisión sobre sus ahorros. Si hablamos de una política de bienestar no debería ser un problema mencionar a Keynes.
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