Por Acoatl Santillán
Mujeres en la calle, mujeres en la escuela, mujeres en la chamba y mujeres en la casa. Cada vez que vemos a una mujer habríamos de preguntarnos qué tipo de mujer es.
Todas las mujeres, enaltecidas y esclavizadas: Enaltecidas por el deber ser y esclavizadas al ser. Pero, ¿por qué es importante preguntarnos qué tipo de mujer se es?
Es importante hablar del ser, y de los tipos de ser, para generar conciencia de dónde y cómo estamos paradxs, también para ver a quiénes tenemos a un lado. Generar conciencia de la otredad para generar conciencia sobre ti, nada más que eso.
Deber, deber, deber. Deber de ser funcional para un sistema que nos mira como mercancía y mide nuestro valor dependiendo de qué tanto provecho puede sacar de nosotras. Le debemos algo a un ambiente hostil a la feminidad, independientemente del género de las personas. Los feminismos y críticas hacia la sociedad nacen desde ahí, surgen por la conciencia del derecho a tener la libertad para elegir nuestro propio camino y desarrollarnos libremente.
Hablemos del deber reflejado en una encuesta. El deber de ser no es nada más que una norma, y que haya una normativa no es malo. Es algo que nos da estructura y nos facilita un camino predilecto para seguir. Dicho camino te dice cómo debes de ser, qué debes de hacer y qué puedes pensar, pero a veces ese camino resulta ser pedregoso para las juventudes LGBTQ+. Tanto así que en México, menos del 22% de las juventudes LGBT+ declararon haber tenido acceso a un hogar de afirmación de acuerdo a los datos de la Encuesta sobre la Salud Mental de las Juventudes LGBTQ+ en México de The Trevor Project México.
Entonces, ¿qué pasa cuando esa plantilla del deber no embona en una mujer o una persona? Si no encajas, eres rarx o estás mal. Si no encajas, se te rechaza. Si no encajas, se te manda a la sombra y al olvido.
Así se nos cataloga, simplemente como malas mujeres, malas personas o como un error. A veces el rechazo es tanto que se nos deja de ver como una mujer o como un ser humano, todo porque no somos como deberíamos de ser.
Sabemos que el 49% de las mujeres cis consideraron el suicidio el año pasado, comparado con el 35% de los hombres cis. Esta situación se agrava en el segmento de mujeres trans, donde el 54% consideró el suicidio el año pasado.
De hecho, 21% de mujeres trans reportaron haber recibido amenazas o violencia física por su orientación sexual y 23% de mujeres trans por su identidad de género.
La norma no solo afecta a la salud mental de las mujeres cis, también afecta a las personas no binaries, las personas femeninas y las personas trans. Nuestra salud se ve comprometida al vivir con el constante rechazo de un mundo que se ha hecho para no abrazarnos, para hacernos sentir solxs.
El 8M nos recuerda lo que somos y lo que hemos avanzado. Es una fecha para conmemorar y honrar a las que ya no están, para honrar a las que estarán. Siendo un día que nos dota de identidad y acuerpamiento, nos da la fuerza que necesitamos para saber que no estamos ni estaremos solas. Es por eso que es importante preguntarse qué tipo de mujer se es, todo para darnos cuenta lo que nos ha costado ser.
Consejera de Chat y Texto en The Trevor Project México