Por André Matías Taboada, colaborador del programa de Intervención en  Crisis de The Trevor Project México

A cierta edad vivimos con el temor latente a que puedan salir monstruos del clóset, otras ocasiones este espacio es usado como un lugar donde se guarda ropa o tiliches con cierto orden o cosas amontonadas, escondidas y hasta olvidadas, aunque también hay quienes los prefieren hechos a la medida y gente a la que no les gustan para nada.

Llevo varios años existiendo en el mundo y durante este tiempo he necesitado (re)descubrirme, lo cual ha implicado salir de diferentes armarios, incluso cuando no soy afecto a esta expresión.

Lo que me hace un poco de ruido acerca de la frase “Salir del Clóset” es que parece irremediablemente vincularse a un devenir de vergüenza, condena, ocultamiento, invisibilidad, clandestinidad y secretos; al pronunciarla me imagino el zoom de una cámara apuntando hacia la persona en cuestión y un tonito expectante cual final de telenovela noventera.

Por otra parte, comprendo que así como las etiquetas y otras palabras le dan nombre a algo, el closét sirve -aunque es un cliché- todavía para darle sentido a ciertos procesos de autoconocimiento y también a la acción de compartir algo importante acerca de nuestra identidad de género, orientación sexual, dinámicas relacionales o expresiones de género fuera de lo “ordinario” con las personas necesarias de nuestro cotidiano.

Dicho lo anterior, tengo el corazón repleto de dicha al compartir que en The Trevor Project México lanzamos  el  Manual para Salir del Clóset, cuyo propósito es que se convierta en un pilar de apoyo para las juventudes LGBTQ+  y personas aliadas.

¿Y por qué es importante un Manual para Salir del Clóset?

La Encuesta 2024 sobre Salud Mental de las Juventudes LGBTQ, elaborada por The Trevor Project México,  precisa que 43 por ciento de lxs consultadxs no les contó a sus familias sobre su diversidad, 25 por ciento fueron aceptadxs aunque a la vez recibieron muestras de rechazo, 12 por ciento no fueron apoyadxs ni aceptadxs, y sólo 21 por ciento vivieron su salida del armario con aceptación, respeto e integración. Además, 1 de cada 5 juventudes expresó haber sido amenazada con ser llevada a una “terapia” de conversión o haber sido sometida a ella.

Las presentes cifras son una evidencia e invitación para el trabajo colectivo de sensibilización que podemos hacer como sociedad, tanto en nuestros hogares como en espacios educativos, en los entornos laborales o como agentes en la toma de decisiones que impactan al mundo.

Durante mi infancia y adolescencia habría deseado tener mayor información accesible, saber que no estaba solo y que había esperanza de SER y VIVIR así como me concebía, que además existían opciones viables para ser acompañado acorde a mi edad y que aunque no estaba obligado —como nadie lo está— a salir de ciertos clósets, podía procurar mi bienestar a la par de mirar el abanico de posibilidades a mi alrededor (especialmente en esos momentos donde aparentemente todo se nublaba y se sentía desolador) para nombrar aquello que me inquietaba por no parecerse a la norma.

Las presentes y futuras generaciones de infancias y adolescencias LGBTQ+ merecen la oportunidad de descubrirse con mayor paz, de VIVIR y hacerlo con menos guerras internas y dolores por ser lo que son o amar como aman y mostrarse a un mundo que les tenga las puertas abiertas para escucharles ante sus cuestionamientos y certezas.

El Manual para Salir del Clóset ve la luz gracias a la apuesta colectiva de un mejor porvenir para las disidencias de México, a la vez funge como un vínculo de reparación ancestral para lxs que han sufrido violencias y un testimonio de lo que el amor consciente puede lograr; porque para que pueda estar escribiendo estas líneas significa que hay personas (familia, amistades, colegas, etc.) que creen en mí —que son esa luna de octubre hermosa y brillante en momentos donde parece que todo está nublado y no puede mejorar—, que no me han dejado solo y que -a su tiempo y forma- me recuerdan que mi existencia como la tuya hace la diferencia, que como versa Luisa Almaguer (cantante y mujer trans) en su canción Nube: “a este mundo le haces falta, a este mundo le hago falta, te quiero”; dicho en otras palabras, las disidencias LGBTQ+ merecemos presentes y futuros brillantes.

Volteo, y a mi lado derecho, mientras me entrego a estas líneas, me acompaña la foto de mi mamá cargándome en mi fiesta de 1 o 2 años. Ahí estoy yo vestido de marinerito, aunque ahí —y hasta veintitantos años después me vieran como una niña—. Entonces pienso que por eso y más es urgente y relevante que existan recursos como éste; para decirles a las mamás, padres, xadres, y demás que no se equivocaron con nosotrxs, que “no es ni fue su culpa” nuestra esencia diversa, que no hay nada que curar ni castigar.

Acerca de The Trevor Project

 es  la organización líder en intervención en crisis y prevención del suicidio para las juventudes LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transg, queer y más). The Trevor Project en México cuenta con personal capacitado que atiende a las juventudes cuando se enfrentan a temas como salir del clóset, identidad de género, la depresión y la ideación suicida.

Los servicios digitales de manejo de crisis en México TrevorText y TrevorChat son gratuitos, seguros y confidenciales, funcionan las 24 horas del día, los 365 días del año a través de mensaje de WhatsApp al 55 9225 3337 enviando la palabra “Comenzar” o a través del chat del sitio de Trevor.

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