Como defensor de las causas obreras y sociales en México, desarrollé una postura muy clara que cimenta el eje rector de mi lucha, el cual es la educación como principal vía de preparación y construcción de un futuro sólido y prometedor, de la mano de un presente de acciones. Y si bien, programas y proyectos como la de la Universidad Laboral de México 4.0 tienen por objetivo promover la educación y apertura la flexibilidad y el acceso a ella, lo hace principalmente en un nivel medio superior y superior, con excelentes resultados, el reto que hoy nos ocupa aún sigue estando, desafortunadamente, distante con respecto a la infancia.

En el marco del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil invito a la reflexión que esta noble y fundamental causa conlleva. La introducción previa es una ejemplificación de la labor que la Confederación de Trabajadores de México realiza a diario, en su compromiso social fomentando la educación y el acceso a ella. Aperturo esta columna con dicho tema, ya que esta índole es una deuda histórica con la niñez en todo el mundo. Es deber de la sociedad y de las distintas organizaciones la promoción de la oferta educativa como pilar fundamental para combatir este mal.

Desde nuestra trinchera, entendemos el papel de las y los niños, su valor y el desempeño que tienen como parte estructural de la sociedad, y es el de ir formando y construyendo sus sueños y con ello, sumar a la edificación de un mejor país; así como nuestra responsabilidad es la de brindar los escenarios apropiados para que estos sueños se vuelvan realidad.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace un llamado año con año, a erradicar el trabajo infantil, con campañas, movilizaciones, acuerdos y convenios que dignifiquen la vida de las infancias, los resguarden y permitan su desarrollo libre y correcto.

Es en este punto en el que debemos de sumarnos todos, promoviendo políticas y acuerdos globales que permitan fortalecer y dignificar la economía familiar, evitando de esta manera que las y los niños tengan que salir a emplearse para apoyar al sustento de sus hogares, del mismo modo que debemos enfocarnos en políticas públicas y esfuerzos sociales que ayuden a mitigar este mal, hasta el camino de poderlo erradicar. Programas que incentiven la educación, que faciliten su acceso de manera plural y también faciliten a los padres o tutores acceso a materiales educativos, becas y diversos apoyos para con ello, disminuir la deserción escolar y así, cimentar un eje rector muy importante en esta tarea.

El Sindicalismo Responsable, Progresista y Democrático que encabezo, tiene una base social indispensable, que lleva a encaminar los esfuerzos en un ámbito general e integral, viendo por todas las partes que integran la sociedad, es por ello la relevancia que para nuestro modelo nacional toma, dentro del cual nos comprometemos a la suma conjunta de esfuerzos y participación activa en pro de esta causa, encaminando a México hacia la construcción de un futuro próspero, productivo, decente, justo y en el que el respeto a la niñez sea bandera universal de todas y todos, proporcionando un amplio abanico de oportunidades para atacar esta problemática desde distintos ángulos, y con ellos construir un proyecto de nación en el que todos tengamos oportunidades de crecimiento, desarrollo y sobre todo, proporcionemos la seguridad, tranquilidad y herramientas a una parte esencial de nuestra sociedad, las y los niños.

Secretario General sustituto de la CTM.

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