El mundo del periodismo deportivo se ha transformado mucho y el reportero está en peligro de extinción.
Todo comenzó cuando el 'Tuca' Ferretti era director técnico de Pumas (2009-2010) se dio cuenta que cerrar las puertas del entrenamiento a los reporteros era una buena estrategia para “esconder” su trabajo táctico al rival. Todo esto impulsado por la tecnología que te permite transmitir en “vivo”.
Esta tendencia comenzó a ser un común denominador en los directores técnicos, ya es casi imposible que un equipo te deje ver un entrenamiento completo, como acostumbraba Enrique Meza en su última etapa en Cruz Azul .
Esto solo fue el comienzo de una catástrofe que hoy tiene al periodismo deportivo con la mala idea de que los reporteros somos los malos del cuento, y que estamos en una mala entendida zona de confort.
Ahora es común que los equipos cierren sus puertas de los entrenamientos, las conferencias en promedio sean una o dos veces por semana en el club y no permitan hacer guardia afuera de los clubes para tener una reacción de los jugadores y a esto debemos agregar que los equipos han optado por copiar la estrategia de la Selección Mexicana de tampoco dar declaraciones en los aeropuertos.
Con esto limitan la información, la cuidan, pero no se dan cuenta que al proteger tanto la información se está perdiendo la competencia . Ahora los reporteros nos tenemos que limitar a una conferencia o dos a la semana, cosa que para las redacciones no es suficiente y ahora con la tecnología hasta con una cámara que grabe la conferencia puede alimentar radio, prensa escrita e incluso imagen para televisión.
Además de que entre nosotros no nos hacemos fuertes, cuando los futbolistas o directores técnicos han perdido el respeto por el periodismo cuando no respetan la hora pactada para las conferencias o para atender a los medios de comunicación.
Porque la realidad es que no es una lucha entre equipos de futbol contra periodistas, hasta la fecha las dos partes necesitan uno del otro y a mi parecer esto se pierde más cada día.