Como a muchos mexicanos, me preocupa su insistencia en desandar el camino de la democracia desmantelando al INE . El mismo órgano que no sólo permitió terminar con 70 años de partido de Estado, que logró la alternancia en el poder y que lo puso a usted mismo en la silla presidencial.
Pero hoy su gobierno, convenientemente, se ha empeñado en acudir al revisionismo y al desconocimiento y asegura en su propia iniciativa que “desde sus antecedentes, el actual INE y el TEPJF fueron integrados por cuotas partidistas y cooptados por grupos de poder”. Le recuerdo, vista su desmemoria, que usted era parte “de esos grupos de poder”, que usted impulsó esas “cuotas partidistas”.
Hoy que es usted quien está en el poder olvida que gustosamente participó en el proceso de integración del antiguo IFE. Era el icónico año de 1997 y desde Apatzingán usted se pronunciaba en contra de la decisión del entonces Tribunal Federal Electoral de rechazar un exhorto del Consejo General del IFE para que el gobierno (del PRI) suspendiera la publicidad de sus obras y programas sociales 30 días antes de las elecciones.
Molesto, usted declaró aquel 19 de abril “Ellos [los el Tribunal] son gente vinculada al gobierno, no así en el Consejo General del IFE, en donde participamos los partidos de ese consenso, en donde decidimos que la gente tuviera criterio e independencia”. En aquellos años no le pareció mala idea que los partidos políticos designaran por acuerdo parlamentario a los integrantes del Consejo General, mas aún, se enorgullecía de ello.
Le recuerdo que usted, como líder del PRD se sentó a la mesa de negociación con el PAN, el PRI, el PT y el gobierno de entonces y ese proceso le pareció correcto porque así eligieron gente con “criterio e independencia”. Esa independencia que hoy tanto le pesa a usted y a su partido, como le pesaba al PRI, como partido de Estado, y a los gobiernos priístas.
Hoy impulsa una iniciativa en la que solamente usted como Presidente podría proponer a 20 candidatos a integrar el Consejo General. Candidatos que usted pondrá en la lista sin necesidad de consultar con nadie más. Mientras que los candidatos propuestos por el Poder Legislativo y el Judicial , ambos órganos colegiados, les exige que sean aprobados por mayoría calificada. La desproporción es evidente. Y a eso hay que sumar que su propuesta de ley prohibe a los partidos políticos hacer campaña para promover a algún candidato, pero no dice nada de usted mismo, ni del uso de programas sociales durante el proceso, ni de la promoción de sus obras, ni de sus mañaneras… Actúa usted como aquello que tanto criticó.
Apuesta usted a la desmemoria, pero habemos muchos que no olvidamos lo que fue tener un partido de Estado y un gobierno autoritario. No lo queremos de nuevo. Nos deshicimos de él gracias a contar con una autoridad electoral eficaz, libre e independiente. Con la capacidad de hacerle frente al poder presidencial.
El López Obrador opositor de aquellos años apostaba por un órgano electoral independiente del gobierno. Sacar del juego al secretario de Gobernación era crucial para alcanzar ese objetivo. El López Obrador de hoy o bien olvidó sus posturas o simplemente las usó para crecer políticamente, llegar al poder y usarlo en su beneficio. Visto su actuar en los últimos 16 años por lo menos, me decanto por lo segundo.
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