El 2025 podría marcar el fin de la era Trudeau en Canadá tras una década en el poder. El otrora carismático líder liberal enfrenta su mayor desafío político, con las encuestas mostrando un panorama sombrío para su partido. El primer ministro se encuentra 22 puntos por debajo de los conservadores liderados por Pierre Poilievre, quien ha capitalizado hábilmente el descontento social por la inflación, la inmigración y la crisis de vivienda.
El gobierno de Trudeau, antes celebrado internacionalmente, hoy luce desgastado y es percibido como un lastre electoral incluso por su propio partido. La reciente renuncia de la influyente Chrystia Freeland al gabinete ha subrayado esta crisis interna
Poilievre, con su retórica populista, refleja un cambio hacia posiciones más conservadoras. Su potencial victoria plantea interrogantes sobre el rumbo de la política exterior canadiense, especialmente ante las amenazas arancelarias de Donald Trump y su trato hostil hacia el primer ministro canadiense.
Las elecciones de 2025 no solo decidirán el futuro político de Trudeau, sino que podrían reconfigurar el panorama norteamericano de cara a la renegociación del TMEC en 2026. Pese a la creciente presión para que dimita, el líder liberal intenta evitar una elección anticipada y mantenerse en el cargo hasta octubre de 2025.
La crisis política en Ottawa tiene ramificaciones que van más allá de las fronteras canadienses que podrían alterar significativamente las relaciones con Estados Unidos y México.
@solange_