Luego de las trágicas noticias provenientes de Afganistan, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden declaró que la misión de su país (en Afganistán) “nunca fue construir una Nación y que aquel país no es más un asunto de interés nacional. Tras sus declaraciones recibió una andanada de críticas que apuntaban, especialmente, a una preocupación por la seguridad de los ciudadanos bajo el mando Talibán. Sin embargo, su delcaración es también criticable por otro motivo, es inexacta.
Cuando en Octubre de 2001, Estados Unidos invadió Afganistán como parte de su lucha contra el terrorismo, lograron expulsar del poder a los Talibán trayendo a los muyahidines para ocupar su lugar. En Diciembre de 2001, luego de firmar el Acuerdo de Bonn, Estados Unidos prometió ayudar a construir el país bajo la instauración de un régimen democrático y de protección a los derechos humanos y derechos de las mujeres. Promesa que cayó en el vacío y que el propio Presidente Biden ahora niega.
Heela Najiibullah es la hija del ex Presidente socialista Mohammad Najibullah que gobernó Afganistán entre 1986 y 1992. Najibullah padre fue una víctima más de la guerra entre Washington y Moscú. Luego de culminar su mandato, vivió refugiado en el edificio de Naciones Unidas hasta 1996 cuando fue capturado y ejecutado por los Talibán.
Heela tuvo que abandonar el país a los 14 años junto con su madre y hermanas en 1991. Hoy es una académica que dedica su tiempo a la investigación en materia de resolución de conflictos. Tuve la oportunidad de hablar con ella para conversar sobre la difícil situación que enfrenta hoy su país de nacimiento.
¿Cuál es la situación en este momento en Afganistán?
No hay gobierno en Afganistán, los Talibán se han apoderado del aparato gubernamental por la fuerza, el presidente de Afganistán ha abandonado el país y ha pedido asilo en los Emiratos Árabes Unidos. Estados Unidos y el Reino Unido han enviado fuerzas militares para evacuar a algunas personas. El 19 de agosto, día de la independencia de Afganistán, hubo manifestaciones masivas en diferentes provincias con personas que portaban la bandera nacional afgana. La gente está atrapada en el aeropuerto para ser evacuada o salir del país y esos son los más afortunados, mientras que más de un millón de personas han sido desplazados, los precios de los alimentos han subido dos veces en apenas unos días y no existen medios para transferir dinero al país y ayudar a las familias. La crisis humanitaria se avecina.
Has dicho que Estados Unidos trató a Afganistán como un proyecto y que el bienestar de su población nunca fue una prioridad ¿a qué te referías?
A pesar de haber permanecido en Afganistán durante veinte años, los líderes del gobierno afgano y de Estados Unidos no lograron establecer una institución financiera que funcionara. El país carece de fábricas o de una economía que funcione localmente, en cambio, la economía ha dependido de contratistas que en su mayoría satisfacían las necesidades de los combatientes extranjeros en el país. Cuando Estados Unidos y sus aliados se dieron cuenta de que la Guerra contra el Terrorismo no se podía ganar, porque era Pakistán el que albergaba y apoyaba a los talibanes en su guerra de guerrillas contra el sistema establecido por Occidente, decidieron cambiar la narrativa diciendo que se había llegado a un punto muerto y necesitaba encontrarse una solución política al conflicto afgano.
Recuerdo que en 2006, hablé con un experto estadounidense en Afganistán y le dije que la única forma de avanzar es la reconciliación y si podía investigar al respecto con su instituto. Su respuesta fue: "No creo que el gobierno de Estados Unidos esté interesado en la reconciliación". Nunca lo estuvo.
¿Qué opinas sobre la declaración del Presidente Biden?
El presidente Biden había aclarado su posición desde sus discursos preelectorales diciendo que no asumía ninguna responsabilidad hacia Afganistán y que prefiere tener bases estadounidenses en Pakistán. Eso es exactamente lo que ha sucedido. Creo que Estados Unidos es responsable de su participación en Afganistán, de su mala conducta en la guerra y de no abordar verdaderamente el desafío clave de hacer la paz en Afganistán que está vinculado a Pakistán.
(Esta es la primera parte de la entrevista)