La docencia tiene amplio espacio en la memoria colectiva. Y además del sentimiento, hoy es valioso evocar ciertos datos.
De acuerdo a la SEP, el Día del Maestro fue propuesto en 1917, y oficialmente conmemorado desde 1918. Sin embargo, a nivel mundial la celebración tiene lugar el 5 de octubre, desde 1994. Es llamado “Día Mundial de los Docentes”, y fue establecido por la UNESCO.
En su etimología, Docente surge del latín y significa “enseñar”. Profesor, del latín, quiere decir “declarar en público”. Por su parte, Maestro, significa “el más experimentado en una actividad”, y también viene del latín.
En 2019, la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo precisó que, del total de profesores en el país, 75.30% imparten clases en Educación Básica, 12.1% en nivel medio superior, y 12.6% en el superior.
La reflexión del género es imperativa. En 2015, un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa reveló que el 93% de los docentes de educación preescolar eran mujeres. En la primaria, las mujeres docentes representaban el 67%, y en secundaria el 54%. Sin embargo, la mayoría de los puestos directivos en dichos niveles son ocupados por hombres.
En media superior la proporción es más equilibrada (48% hombres y 52% mujeres), y en la educación superior el monto de hombres docentes supera al de mujeres (44 vs 56%). Por otra parte, en el libro “Universitarias Latinoamericanas” de Patricia Galeana, se constata que la mujer pudo acceder a la educación superior en nuestro país hasta 1910.
Actualmente, la matrícula por género es casi igualitaria. No obstante, las desigualdades históricas apremian para brindar a las alumnas visiones de vida más equitativas.
Por último, recordemos que es erróneo confundir la Educación con la Escolarización. La educación es un proceso amplio; se trata de la formación que recibe un individuo para convertirse en persona, y la escolarización es la enseñanza que se imparte en una escuela.
Hemos fallado en crear una Escolarización que potencie todas las capacidades del ser humano. Predomina la basada en acumular información que no llega a conocimiento profundo, sino a datos para aprobar exámenes, con poca utilidad en la vida real.
Esto no es nuevo: Michel de Montaigne lo reflexionó en sus ensayos desde 1580, y célebres pedagogos retoman sin cansancio la crítica. Pero como el problema persiste, también la pregunta: ¿En qué fallamos?; ¿qué tipo de enseñanza debe desterrarse, y cuál es la más recomendable?
Hoy casi 1,500 millones de estudiantes en el mundo no asisten a la escuela por el Covid-19. Maestros y maestras se enfrentan al desafío de Enseñanza a Distancia. Pero de manera presencial o virtual, la interrogante es vigente: ¿Enseñamos lo útil, lo valioso?
¡Feliz día del maestro! Que el esfuerzo diario siga dignificando nuestro papel de transformadores sociales.
Docente de primaria pública en Colima. Licenciada en Educación Primaria por el Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima (ISENCO). sofiglarios@hotmail.com