La inclusión financiera en México es un tema de creciente interés en los últimos años, especialmente por su impacto en el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Aunque es un hecho que el futuro de la inclusión financiera está estrechamente vinculado a la evolución tecnológica, la atención física en sucursales sigue siendo un servicio reconocido por los usuarios.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 2021 en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía 8INEGI), el 68% de la población mayor de 18 años en México tiene o ha tenido al menos un producto financiero. De este universo el 55 por ciento son hombres mientras que las mujeres representan el 45 por ciento.
El desafío de la inclusión financiera en México sigue siendo considerable. Más del 30 por ciento de la población permanece fuera del sistema financiero, lo que incluye entre otros, falta de acceso a cuentas bancarias, productos de crédito, y seguros. De acuerdo con estos datos el acceso y uso de servicios financieros es bajo especialmente en zonas rurales y entre los segmentos con menos poder adquisitivo.
Las instituciones financieras en México reconocemos esta realidad e implementamos diversas estrategias para aumentar la penetración de estos servicios especialmente en estos segmentos de la población. Actualmente, los usuarios cuentan con distintas alternativas como son bancos, neobancos, sofipos, sofomes, cooperativas de ahorro y crédito, fintech, entre otras, que estamos trabajando para cerrar las brechas en el acceso a servicios financieros.
La digitalización ha sido clave para la inclusión financiera en México. El uso de tecnologías de pago en tiempo real, como el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) y la plataforma CoDi, ha facilitado las transacciones de manera más rápida y segura. Esto implica que más personas puedan realizar pagos y transferencias electrónicas, aumentando su participación en la economía formal.
Sin embargo, el uso de tecnología en el sector financiero también presenta desafíos. Aunque la digitalización ha avanzado, la implementación de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) para la evaluación de riesgos y la detección de fraudes, enfrenta obstáculos debido a la infraestructura limitada y la falta de personal capacitado.
La expansión de las redes de telecomunicaciones y la mejora en la conectividad a internet serán fundamentales para llevar servicios financieros a las zonas más remotas del país. Además, el desarrollo de aplicaciones móviles y plataformas en línea permitirá a los usuarios acceder a productos financieros desde sus dispositivos.
En el sector financiero, la integración de lo físico y lo digital ha sido un enfoque clave este concepto se ha denominado “phygital”. Esta tendencia busca combinar la conveniencia y accesibilidad del entorno digital con la experiencia y confianza del entorno físico.
Libertad ha adoptado una estrategia phygital para mejorar la experiencia del cliente, que permite operaciones financieras tanto en línea como en sucursales físicas con la misma facilidad o iniciando en un medio o punto de contacto su trámite y concluyendo en otro, buscando la omnicanalidad.
La clave del éxito en esta transición está en mantener la seguridad y eficiencia en ambos canales, asegurando que la experiencia del usuario sea consistente y de calidad independientemente del canal utilizado.
Es importante que la regulación trabaje e incluya el uso de las nuevas tecnologías para ser más inclusivo y cerrar las brechas existentes. El gobierno junto con el sector privado, debe continuar desarrollando iniciativas que promuevan la educación financiera y la alfabetización digital, asegurando que todos los mexicanos, independientemente de su ubicación geográfica o nivel socioeconómico, puedan beneficiarse de los avances en la inclusión financiera.
Aún queda mucho por hacer. La inclusión financiera apoyada en el modelo phygital es un vehículo para que los usuarios, y particularmente los jóvenes, tomen mejores decisiones, cuiden sus finanzas personales y alcancen su libertad económica.
