Hoy quiero contarles la historia de Joseph, un hombre inocente en prisión.
Joseph está en el Reclusorio Oriente de la CDMX por un delito que no cometió. Lleva 5 años de una condena de 10. Su juicio simboliza muy bien cómo desde el movimiento feminista tenemos una deuda pendiente. Ahí les va por qué.
Joseph jugaba futbol profesional. Tenía todo el talento y, probablemente, de no haber sido acusado, tendría un futuro exitoso dentro de dicho deporte. Sueño que hoy quedó olvidado. La presunta víctima no llegó a dormir a su casa y por miedo al qué dirán de sus papás y de su pareja, acusó a Joseph de haberla violado. Quiero pensar que jamás imaginó que esto escalaría así y que retraerse, implicaba un delito para ella. La fórmula era perfecta para que la sentencia de Joseph estuviera establecida previo a que siquiera existiera un juicio. Hombre famoso acusado de un delito sexual: no hay juez o jueza que se aviente no sentenciar este perfil; es firmar una sentencia de crítica mediática segura.
Ahí les va. A Joseph lo acusan de haber violado e incluso golpeado a la mujer con quien salía. Se le hicieron los peritajes y las pruebas salieron negativas. Hay evidencia de que no hubo penetración y de que no hubo golpes. Aun así, se integraron dentro de la carpeta y con la asesoría de un Ministerio Público, los padres de la víctima, siendo los únicos testigos a los que se les dio valor probatorio, fueron cambiando la versión de su testimonio múltiples veces a lo largo del juicio. La única persona que estuvo la noche que la víctima llegó a su casa fue la mejor amiga de la misma y su testimonio en el que declaró a favor de Joseph no fue tomado en cuenta, por haber declarado dos meses después de los hechos, a pesar de que los papás de las víctimas declararon no dos sino cinco meses después.
Sin una sola prueba más que el testimonio de personas que ni siquiera estuvieron ahí, Joseph ingresó al reclusorio.
Seguramente recibiré muchas críticas por visibilizar este caso. ¿Cómo me atrevo a defender a un hombre en un país donde tanto lastiman a las mujeres?
El movimiento feminista ha hecho muy bien en alzar la voz. Cada 8 de marzo nos juntamos y pintamos las calles de morado. Lo hacemos muy bien. Más que justificado ante la ola de violencia que vivimos. Sin embargo, nos ha fallado entender que la justicia que no recibimos tiene que ver con el propio sistema corrupto al cual poco hemos hecho por cambiar. Exigimos justicia cuando nuestro sistema de justicia penal es tan corrupto que no discrimina por sexo. El mismo sistema que encarceló a un hombre inocente es el que nos falla a nosotras.
Hoy alzo la voz por Joseph porque me rehúso a ser parte de un sistema de linchamiento que confunde justicia por venganza. Hoy defiendo a Joseph porque el mismo sistema que le falló a él es el mismo que nos falla a todas las mujeres en búsqueda de justicia.
Actualmente, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, bajo la ponencia de la magistrada Isabel Cristina Porras Odriozola, está revisando la constitucionalidad de la sentencia condenatoria de 10 años de prisión dictada en contra de Joseph Emanuel Alcantar González de la Llave, en el amparo directo 18/2022, que está próximo a resolverse.
Hoy podemos reparar el daño causado a un caso más de inocencia en prisión. Hoy podemos cambiar la narrativa de linchamiento masculino arbitrario dentro del activismo feminista. No vamos a avanzar si el sistema de justicia penal no es parejo para todas y todos.
A Joseph le quitaron 5 años de vida y terminaron con su carrera profesional. Su vida jamás será la misma.
Hagamos lo Justo donde la injusticia ha predominado.
Presidenta de Reinserta