El narcotráfico en México ha evolucionado, convirtiéndose en un fenómeno que desafía las estrategias tradicionales de seguridad. Bajo el liderazgo de Omar García Harfuch y Claudia Sheinbaum, los retos en materia de prevención requieren un enfoque integral para enfrentar esta nueva realidad: la pérdida de códigos éticos, la profesionalización del crimen y el reclutamiento infantil.
1. Ausencia de códigos: violencia indiscriminada: El “nuevo narco” se caracteriza por la falta de códigos que antes regían las disputas entre grupos criminales. Hoy, la venganza no distingue género ni edad, atacando con igual brutalidad a mujeres, niños y civiles ajenos a la dinámica delictiva. Esto no solo evidencia una escalada de violencia, sino también una deshumanización alarmante. Enfrentar esta crisis implica más que una estrategia reactiva: se necesitan programas sociales que promuevan el respeto por la vida y la convivencia pacífica desde la base social.
2. La profesionalización del crimen organizado: El auge de drogas sintéticas y “nuevas sustancias” ha llevado al narcotráfico a buscar perfiles especializados, como químicos, contadores y administradores, para operar sus complejas cadenas de producción y distribución. Esto cuestiona si las carreras profesionales protegen a los individuos de ser absorbidos por estas estructuras. La sofisticación del crimen refleja que el profesionalismo también ha encontrado un espacio en el narco, desafiando la percepción de que solo sectores marginados participan en estas actividades. Es urgente establecer políticas que fomenten el empleo digno para profesionales en regiones vulnerables, evitando que el narcotráfico sea visto como una oportunidad viable.
3. Reclutamiento infantil: un problema ineludible: El reclutamiento de menores por parte de los cárteles ha dejado de ser una acusación sin pruebas. En 2021, el gobierno de López Obrador reconoció este problema al crear el “Observatorio Nacional De Prevención Del Reclutamiento De Niñas, Niños y Adolescentes por Parte de la Delincuencia Organizada” (ONPRENNA). Sin embargo, los avances han sido limitados. Los menores no solo son usados como “halcones”, sino también entrenados en tácticas militares, perpetuando ciclos de violencia que inician cada vez más temprano. Este fenómeno no solo pone en peligro a los menores reclutados, sino también a la sociedad que enfrentará, en el futuro cercano, a individuos formados bajo una cultura de violencia y crimen desde su infancia.
Aunque la creación de ONPRENNA fue un paso importante al visibilizar el problema, abordar esta realidad con estrategias reactivas es insuficiente. Se necesita una intervención basada en la prevención que combata las causas profundas del reclutamiento infantil. Esto incluye garantizar acceso a educación de calidad, espacios recreativos seguros y programas de desarrollo juvenil que ofrezcan alternativas reales a los menores vulnerables.
La realidad del narcotráfico contemporáneo exige un replanteamiento urgente de las estrategias de seguridad y prevención. Apostar únicamente por el uso de la fuerza o la contención militar no solucionará un problema tan arraigado. Es fundamental invertir en programas sociales y económicos que reduzcan las desigualdades estructurales que alimentan al crimen organizado.
El desafío para García Harfuch y Claudia Sheinbaum no solo será contener la violencia en sus formas actuales, sino evitar que siga evolucionando hacia modelos más complejos y devastadores.
Es necesario cuestionar si las políticas públicas actuales abordan adecuadamente la complejidad de esta crisis. ¿Estamos reaccionando a los síntomas en lugar de atender las causas profundas? Mientras estas preguntas no sean respondidas con acciones concretas, seguimos alimentando una política pública de venganza en vez de justicia. ¿Estamos creando las acciones necesarias para la reconstrucción del tejido social a mediano y largo plazo? México está listo y necesitado de programas integrales de prevención que actúen en primera, segunda y tercer instancia. Ese es el más grande reto que tenemos en México para la reconstrucción del tejido social.
Presidenta de Reinserta