El jueves 13 de enero, alrededor de las 8:40 pm, el equipo de Reinserta recibió una noticia de un medio de Puebla fechada el 10 de enero: “Hallan muerto a bebé en bote de basura del penal de San Miguel”.

No entendimos qué pasó, no alcanzamos a dimensionar cómo pudo pasar. No me lo creo, esto definitivamente no lo había visto antes; llevo 15 años en contacto con las cárceles, he visto mucho sufrimiento y violencia, pero nunca algo como esto.

Conozco a la audiencia de mis redes sociales. Muchas son personas que, de alguna u otra forma, están relacionadas con las cárceles del país. Poco después, tuve contacto con gente de Puebla, que me confirmó: “Lo que pasó en el penal de San Miguel es cierto”.

Quedé paralizada. Regresé con el equipo y decidimos alzar la voz por ese pequeño y por todas las niñas y los niños que están en contacto con las cárceles en nuestro país. Eso es lo que hacemos, a eso nos dedicamos.

Han sido doce días cansados, no les voy a mentir. Doce días en los que nuestro propósito ha sido visibilizar la terrible situación que impera en nuestras cárceles. Doce días en los que hemos caminado sociedad civil organizada, medios de comunicación y autoridades gubernamentales para alcanzar la verdad y la justicia. Doce días en los que me he sentido sostenida y acompañada por hombres y mujeres valientes que han tomado este caso para cuestionar: ¿qué es lo que está pasando con nuestras autoridades y con nuestros Centros de Reinserción?

Gracias por su compromiso para alzar la voz y comunicar lo que hoy es importante que esté sobre la palestra de la opinión pública. Gracias por soportar las embestidas y amenazas que lanzó el pasado viernes el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa , al tratar de callar a quienes pedíamos que las autoridades hicieran su trabajo, cuando nuestro único interés ha sido y es que este pequeño y su familia pueda acceder a una auténtica justicia y contar con verdad. Es lo mínimo que merecen.

El caso de este bebé fue escalando muy rápido. Es un caso atípico. Gracias a la labor de medios de comunicación, de las y los periodistas que no soltaron este hecho atroz, los padres de este bebé pudieron escuchar la información y con ello, entablar comunicación conmigo para preguntar qué había pasado, pues ellos acababan de perder a un hijo y escuchar lo que se mencionaba en notas y entrevistas los llevó a sospechar que ese bebé de tres meses, con esa incisión abdominal, enterrado en un panteón de Iztapalapa se trataba de su chiquito, quien llevaba por nombre Tadeo .

Hoy Tadeo se vuelve un referente de justicia en nuestro país, un referente que nos invita a trabajar por la paz y el compromiso de transformar la vida de millones de niñas y niños que están en contacto con la violencia. Tadeo debe ser un nombre y una historia que muestre el compromiso para transformar las cárceles del país; esas cárceles olvidadas en el discurso público, esas cárceles que nos dan una lección: lo que sucede al interior de esas cuatro paredes, tras las rejas, nos impacta a quienes vivimos fuera.

Las investigaciones siguen en curso. Dos semanas después, tras la presión social, hay acciones contundentes tomadas por el gobierno del estado de Puebla. Celebramos que se hayan dado los cambios en la Secretaría de Seguridad y la subsecretaría encargada del sistema penitenciario. Sin embargo, recalcamos: no por el hecho de modificar la estructura directiva del sistema de seguridad, las cosas cambiarán. Tenemos que apostar por los esfuerzos estructurales, aquellos que van a la raíz, apostar por servidores públicos cuyo objetivo primordial sea el de servir y el de transformar la realidad de quienes sirven. Tenemos que apostar por el trabajo conjunto de gobierno con la sociedad civil organizada . Nosotros, desde Reinserta, aquí hemos estado y aquí estaremos trabajando y transformando la vida de aquellas niñas y niños cuyas vidas han sido marcadas por la violencia.

Presidenta de Reinserta.

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