En una mañanera reciente, el presidente López Obrador anunció que intercederá ante el presidente Biden en favor de la liberación de Julian Assange, encarcelado en Inglaterra, pero con solicitud de extradición hacia Estados Unidos, y que le ofrecerá asilo en México. Es la segunda vez que se refiere a esto, ya lo hizo con Trump.
Según Animal Político, Assange y su portal WikiLeaks “se iniciaron teniendo en su punto de mira a los regímenes represivos en Asia, el exbloque soviético, África subsahariana y Oriente Medio. Pero luego la mayoría de las revelaciones fueron en detrimento de Estados Unidos y a menudo en beneficio de Rusia. De hecho, este país es sospechoso de estar detrás de la divulgación de correos internos del Partido Demócrata de Estados Unidos, publicados en el verano de 2016 y de la revelación del espionaje de Estados Unidos a aliados como el presidente francés o la canciller alemana. Pero lo que los hizo famosos fue la publicación en 2010 de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales que pusieron a Estados Unidos en más de un aprieto”.
Según AMLO, esto precisamente es lo que convirtió a Assange en “el mejor periodista de nuestros tiempos", y por eso, ofrecerle asilo es la única manera de poder “seguir hablando de democracia, de protección a los derechos humanos, de libertad de expresión”.
Tiene razón, aunque Assange no es periodista, es un hacker profesional que hizo pública información recopilada por periodistas o que le consiguieron informantes. Pero eso es lo de menos, porque sea como sea, a muchos nos encantaría que Julian Assange viniera a vivir a México como propone el Presidente.
Porque si viene, por fin podremos saber cuánto deveras han costado Dos bocas, el AIFA, el tren maya, y otras obras que por instrucciones de AMLO son datos que han sido reservados, según dicen, por razones de seguridad nacional, que es lo mismo por cierto que dice el gobierno de Estados Unidos sobre lo expuesto por Assange en su portal.
Porque si viene, podremos por fin evaluar en serio los programas de la 4T como Jóvenes construyendo el Futuro o las acciones que se hacen bajo el rubro de Bienestar (desde un banco hasta el reparto de gas), lo que tiene que ver con salud pública y con las relaciones con otros países, así como la estrategia de seguridad, pues hasta hoy solo contamos con la narrativa oficial (y sus cifras) sobre estos asuntos.
Porque si viene, podremos conocer las cuentas chuecas, los sobre gastos, los amigos y compadres involucrados.
Y porque si viene, se hará evidente la verdad de que mientras se aplaude y se elogia al hackeador extranjero, se vilipendia y ataca a los periodistas mexicanos, esos que consiguen, divulgan y critican información que no le gusta al Presidente, ese mismo que se llena la boca con palabras como democracia, protección a los derechos humanos, libertad de expresión. Y se hará más que evidente que eso se ha traducido en el hecho de que somos un país en el cual, de acuerdo con el Informe Especial sobre Libertad de Expresión en México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre el año 2000 y lo que va de 2022, han sido asesinados 153 periodistas, el 21% (33) durante el gobierno actual.
Así que ojalá Biden ceda y venga a México Julian Assange, para que como decía mi padre, no quede duda de que hay personas que son farol en la calle y oscuridad en la casa.
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