La irrupción de nuevas tecnologías no solo ha cambiado la manera en que la humanidad se relaciona y comunica, también representa un espacio potencialmente atractivo para desplegar formas de criminalidad y violencia inusitadas, que se valen desde el anonimato hasta de intrincados esquemas de operación que dificultan la detección por parte de las autoridades para detener el avance de las redes de delincuencia que subyacen a ellas y que se valen del medio digital para lograr diversificarse y mantenerse en impunidad, con consecuencias funestas para las víctimas, particularmente mujeres y niñas. No en balde las recomendaciones 15 y 16 del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en contra del lavado de dinero están relacionadas con nuevas tecnologías.
En ese sentido, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han generado nuevas formas de violencia contra las mujeres y las niñas, que no hacen más que explotar las múltiples formas interseccionales de discriminación en razón de su género, sexo, edad, origen, discapacidad, condición social, preferencia sexual, entre otros, que ya padecen en el mundo no virtual. Ello recrudece su empoderamiento, desarrollo y el pleno disfrute de sus derechos humanos como la dignidad, la igualdad y no discriminación, la integridad personal, la protección de datos personales, el no ser objeto de injerencias en la vida privada, el acceso a la justicia y una vida libre de violencia.
Recordemos que, en el Día Internacional de la Mujer de este año, la Organización de las Naciones Unidas lanzó la campaña: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, el cual busca entre otros objetivos, explorar los efectos de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas. También pone de relieve la importancia de proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales y abordar la violencia de género en línea. De la cual, según hace referencia a un estudio realizado en 51 países, han sufrido personalmente el 38% de las mujeres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reporta que, durante 2022, había 93.1 millones de personas usuarias de internet, lo que representó 78.6 % de la población de 6 años o más; en ese rango de edad, el 78.1 % de mujeres y 79.3 % de hombres utilizaron internet, cuya brecha digital parece ir a la baja en comparación con 2021, con el 74.8% de mujeres usuarias y el 76.5% de usuarios hombres.
Sin embargo, el INEGI también dio a conocer el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2022, dando cuenta que entre julio de 2021 y agosto de 2022, de la población de 12 años y más que fue víctima de ciberacoso, el 7.6 millones fueron hombres y 9.8 millones fueron mujeres. De manera particular, el 29.3 % de mujeres de 20 a 29 años que utilizó internet en ese mismo periodo fueron víctimas, mientras que el reportado hacia los hombres fue 23.7%. Mismo porcentaje que de manera alarmante registró el grupo de mujeres de 12 a 19 años.
Las principales situaciones de ciberacoso que reportaron las víctimas son el contacto mediante identidades falsas, y mensajes ofensivos, estos últimos dirigidos en mayor medida hacia las mujeres. Asimismo, las expresiones de violencia que con mayor frecuencia se enfrentan las mujeres víctimas de ciberacoso son: Amenazar con publicar información personal, audios o video para extorsionar y, en segundo término, el rastreo de cuentas o sitios web. Esto sin contar la violencia política de género en los procesos electorales.
A diferencia de la violencia física, un dato que llama la atención es que la mayoría de las víctimas no conocen a su agresor. Pero entre los agresores conocidos, figuran personas “conocidas”, “amigas”, “compañeras de clase/trabajo” y “exparejas”. Siendo Facebook la plataforma más utilizada para cometer ciberacoso hacia las mujeres, seguido de WhatsApp y llamadas telefónicas.
Pero ¿qué hacer para combatir la violencia digital contra las mujeres? En Hidalgo, se llevó a cabo una mesa de trabajo con diversas organizaciones de la sociedad civil, UNODC, Guardia Nacional y personal de la Procuraduría General de Justicia del estado, para tomar medidas de prevención y combate contra este fenómeno en la entidad. Se contó con la participación, de forma especial, de la activista Olimpia Coral Melo Cruz, quien es precursora de la regulación de esta modalidad de violencia contra las mujeres y niñas en el ciberespacio a nivel nacional e internacional, las llamadas “leyes Olimpia”.
Cabe destacar que, el 14 de julio de 2023, la Procuraduría gracias al apoyo de personal del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América, realizó el cierre de una plataforma que contenía 12 mil imágenes de 697 niñas y mujeres víctimas, cuyo servidor se encontraba en Australia. Fue un paso significativo para el acceso a la justicia de esas niñas, hoy mujeres, a las que se les robó parte de su infancia.
Nos hemos disculpado con ellas por la revictimización, y las omisiones en la indagatoria que hoy todavía tiene una orden de aprehensión pendiente de cumplimentar.
Entre las acciones que se dieron a conocer, se encuentran la elaboración de un protocolo de actuación para la investigación de delitos de Violencia Digital; la presentación de una iniciativa con proyecto de ley que reforma el artículo 183 quater del Código Penal en el estado de Hidalgo; sobre la violencia de género en espacios oficiales, la Unidad de Análisis y Contexto analizará el fenómeno criminal; la aplicación del #Retodelos100días para la investigación de los delitos de Violación a la Intimidad Sexual y con ello disminuir la impunidad; así como la generación de convenios de colaboración con Guardia Nacional, UNODC y Homeland Security Investigations (HSI).