El pasado 20 de octubre, en un Foro de ultraderecha realizado en España, Ernesto Zedillo quien fue presidente de México de 1994 a 2000, se puso a dar lecciones de economía, pero le faltó honestidad o memoria.

Zedillo dijo en ese Foro que de 2015 a 2025 México experimentará otra década perdida. Pero no asumió su responsabilidad en las crisis económicas. Ni se acordó que fueron sus decisiones cuando fue presidente que llevaron a una catástrofe económica. Ni que convirtió las deudas privadas en públicas a través del Fobaproa, con una deuda impagable de más de 2 billones de pesos.

El 1 de diciembre de 1994 Zedillo asumió la presidencia de México, en un contexto político turbulento, luego del alzamiento del EZLN en Chiapas y de los magnicidios de Luis Donaldo Colosio, en marzo, y después, de Francisco Ruíz Massieu, en septiembre. A lo que se sumaron los cambios en la política monetaria de EU, que implicó aumentos de sus tasas de interés.

Cuando el 9 de diciembre Zedillo envió al Congreso sus iniciativas de Ley de Ingreso y Presupuesto de Egresos de la Federación, acompañados de los Criterios Generales de Política Económica, no advirtió mayores problemas en la economía. Evalúo que ésta iba bien, y que respecto del tipo de cambio no habría necesidad de modificar la política seguida hasta entonces, la cual había permitido que durante el sexenio de Salinas el peso se depreciara en aproximadamente 50% de una manera “suave”. Incluso reconoció que las reservas internacionales con que inició su gobierno eran suficientes para cubrir el déficit de la balanza comercial por un año.

A pesar de ello, los inversionistas tenían otros datos y no creyeron ni a Zedillo ni a su Secretario de Hacienda Serra Puche, quienes sostuvieron en distintos foros que la política cambiaria no se modificaría, y para el 14 de diciembre saldrían del país 855 millones de dólares (mdd), el 19 del mismo mes salieron otros 701 mdd. Fue entonces que algunos miembros del gabinete empezaron considerar la necesidad de modificar la banda cambiaria.

El lunes 19 de diciembre se reunieron los representantes del Pacto Económico, más los líderes sindicales y algunos empresarios. Ahí Serra les informó que se modificaría el régimen cambiario, aumentando la banda de flotación en 15%, no que habría devaluación. Si bien, a algunos empresarios se les confió información privilegiada sobre la inminente devaluación.

¿Fueron ingenuos o cómplices? Con esta información los empresarios actuaron de inmediato. Cubrieron sus deudas en dólares y para el 20 de diciembre el peso se devaluó 15%. A lo largo del día siguiente quienes contaban con información privilegiada cambiaron todos los pesos que pudieron en dólares. En sólo dos días vaciaron 4,633 mdd de las arcas nacionales. El 22 de diciembre el peso sufrió otra devaluación quedando en 4.8 por dólar. Para el 2 de enero de 1995 las reservas den Banco Central estaban vacías.

Ante la catástrofe generada, las explicaciones de Zedillo han ido cambiando. Desde culpar a los zapatistas, hasta decir que la culpable fue la política de inversión extranjera del salinismo. Como sea, para 2023 se están destinando 54 mil millones de pesos para el pago de esa deuda a través del IPAB, antes Fobaproa.

Si Zedillo quiere hablar de décadas perdidas que haga un balance de los efectos económicos y sociales que tuvo para México la crisis de la cual él fue artífice.

Integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica Política y Social, CACEPS, de la Facultad de Economía de la UNAM, caceps@gmail.com
 

 

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