El gobierno federal ha presentado en días recientes su Paquete Económico 2025, el cual ha generado expectativas positivas para diversos sectores de la población.
Por el lado de los ingresos, el gobierno contará con al menos 9.3 billones de pesos (bdp), de los cuales espera recaudar 5.3 por la vía de la eficiencia recaudatoria, aplicada en el sexenio anterior, con la que se logró aumentar los ingresos en agosto de 2024 en 133.7% respecto al mismo periodo de 2018.
No se propone aumento de impuestos. Se plantea el uso de “inteligencia fiscal” para reducir la evasión fiscal, al cruzar información entre entidades como el IMSS y el SAT así como para ampliar la base gravable al regularizar el pago de impuestos de plataformas extranjeras como Uber, Didi o Shein, entre otras.
Otra vía para incrementar los ingresos del gobierno federal será la eficiencia en la operación de las aduanas y en general del comercio exterior, con la que se plantea mejorar el control de las importaciones.
Por el lado del gasto propuesto para 2025, se pretende continuar con la política de construir mejores condiciones de vida para toda la población. Las prioridades del Presupuesto de Egresos para 2025 son: Primero, reducir el déficit fiscal del 5.9% del PIB en 2024 a 3.9% en 2025. Lo cual se pretende lograr mediante una mayor eficiencia administrativa tanto en la recaudación como en el ejercicio del gasto, así como por la menor necesidad de presupuesto para obra pública, porque se están concluyendo las del sexenio anterior y las nuevas aún están en proyecto. Segundo, mantener un nivel de deuda manejable, que represente alrededor del 50% del PIB. Este objetivo espera alcanzarse por la baja en las tasas de interés, la mayor proporción de deuda interna frente a la externa, por la necesidad de menos recursos para obra pública y la asignación de menos recursos a entidades como PEMEX, entre otros. Tercero, no solo mantener sino incrementar el gasto social. En salud se gastarán 2.2 bdp, en programas sociales 1.1, en educación 723.7 miles de millones de pesos y en seguridad 297 mmdp. Adicionalmente, se tendrá el efecto positivo que tendrá el gasto de inversión sobre la población, debido a que tendrán perspectiva de desarrollo regional para generar polos de bienestar.
El logro de este este nivel de gasto dependerá en gran medida del contexto macroeconómico que se ha previsto, dirían los economistas ceteris paribus.
Este contexto considera posible un crecimiento económico de entre 2 y 3% durante 2025, derivado del aumento de la demanda interna impulsada por el mayor ingreso de las familias y el aumento del empleo con mejores salarios, además del impacto positivo de los proyectos de inversión pública en la dinámica industrial. También prevé que la inflación continuará con una tendencia a la baja, hasta ubicarse en un nivel de 3.3%. Por otra parte, se estima que el tipo de cambio se estabilice y cierre 2025 en 18 pesos por dólar y que las tasas de interés se reducirán haciendo menos onerosa la deuda pública.
La distribución de los ingresos continuará beneficiando a grandes grupos de población, como el de los jóvenes y el de adultos mayores. Ahora se incluirá el de mujeres mayores de 60 años. Se iniciarán proyectos de infraestructura que beneficiará a regiones con atraso económico considerable. Todo sin una reforma fiscal que se considera muy necesaria.
Profesora jubilada de la Facultad de Economía de la UNAM e integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social, CACEPS.