Mi nombre es Sandra Galván Vargas; nací y crecí en el sur de la Ciudad de México, muy cerca de la Escuela Nacional Preparatoria 5 José Vasconcelos. Nunca imaginé que justo ahí comenzaría mi camino en la Máxima Casa de Estudios. Mis padres fueron impulsores para que tanto mis hermanas como yo concluyéramos estudios universitarios, ya que ellos no pudieron realizarlos. Recuerdo que mi padre nos decía: “Hijas, cuando ya no esté, lo único que les podré dejar para defenderse en la vida son sus estudios”. Desafortunadamente, mi padre falleció unos meses antes de que yo ingresara a la Facultad de Economía en Ciudad Universitaria. En ese contexto, la UNAM, a través del Programa Nacional de Becas y Financiamiento (PRONABES), me otorgó una beca, la cual fue un gran apoyo para culminar mi educación superior.

Durante la carrera decidí que quería seguir estudiando y me propuse como meta personal cursar estudios de posgrado. El sueño tuvo que esperar unos años, ya que debía conseguir los recursos para cumplir mi objetivo. Después de trabajar en la industria privada, decidí que era momento de materializar mis sueños y pensé en realizar estudios fuera del país. Decidí hacerlo en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona, en el programa de maestría en Economía y Administración de Empresas. La tarea no fue fácil, sin embargo, los conocimientos y habilidades que desarrollé en la Facultad fueron pieza clave, ya que mis profesores me brindaron las enseñanzas necesarias para ingresar a la vida laboral y me impulsaron siempre a investigar y a ser curiosa en todo lo relacionado a la Economía.

Al terminar el curso en Barcelona comencé a desenvolverme, con otros colegas, en el campo de la investigación en proyectos financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a desarrollar herramientas para impartir cursos en instituciones internacionales y a realizar investigaciones utilizado la metodología de experimentos de elección y análisis de datos.

Uno de los proyectos fue con la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y Conacyt apoyó la elaboración del artículo titulado “El rol del conocimiento en el crecimiento económico: un análisis espacial para México”, publicado en la revista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el cual obtuvo el Premio Anual de Investigación Económica Maestro Jesús Silva Herzog 2021. Este reconocimiento representa una gran satisfacción personal por el hecho de ser otorgado por la mejor universidad en Latinoamérica.

Actualmente, laboro en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con la finalidad de contribuir al bienestar de todos los mexicanos a través de proyectos en los que aplico los conocimientos adquiridos durante mi vida académica y profesional.

Agradezco a la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Fundación UNAM por impulsar mis estudios universitarios e inyectar el azul y oro en mi corazón. Seguiré contribuyendo al desarrollo de la ciencia y al crecimiento de México.

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