Mientras el discurso oficial afirma que ya está en marcha la “nueva estrategia de seguridad” de este gobierno y habla de que “estamos atendiendo las causas” y del uso de la inteligencia policial para frenar la ola de violencia e inseguridad que vive buena parte de la República, en los hechos, a 43 días de que arrancó la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, la violencia criminal, particularmente la del narcotráfico, no ha disminuido ni un ápice y, con acciones cada vez más cruentas e impunes, los cárteles de la droga siguen sembrando el terror y la muerte entre los mexicanos.

Tan sólo en el fin de semana que acaba de concluir 251 personas fueron asesinadas de manera violenta en el territorio nacional. 69 homicidios ocurrieron el sábado, 89 el sábado y 93 el domingo. Y en escenas de auténtico terror e impunidad, 10 jóvenes que asistían a un bar en la ciudad de Querétaro murieron a manos de criminales que llegaron disparando a diestra y siniestra al lugar llamado “Cantaritos”, que en pleno sábado en la noche hervía de asistentes en su mayoría jóvenes, dejando los cuerpos de los 10 muertos tirados en el lugar, junto con 13 personas heridas, algunas de gravedad.

Luego, apenas unas horas después, el domingo por la tarde, el horror se repitió en el Estado de México, en Cuautitlán Izcalli, a donde también llegaron la noche del domingo varios sujetos armados y dispararon contra los asistentes al bar “Blin-Blin”, dejando 5 muertos y 6 heridos también en ese lugar, donde igual los asistentes se tiraban al piso horrorizados y tratando de salvar su vida.

Y si se suman los 251 homicidios violentos de este fin de semana a los ocurridos en los 42 días del actual sexenio, la cifra llega ya a 2,993 asesinatos desde el 1 de octubre al día de hoy, de acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Es decir, que desde que comenzó este gobierno en promedio han sido asesinados 73 mexicanos diariamente, y el primer mes del sexenio, el de octubre pasado, es hasta ahora el mes más violento de este 2024.

¿Qué fue lo que dijo de esos hechos y del resto de los asesinatos de este que es el segundo fin de semana más violento en lo que va de su sexenio la presidenta? Muy poco, escuetamente y como queriendo minimizar la gravedad de las masacres y los asesinatos, la doctora Sheinbaum se limitó a decir que en el caso del bar de Querétaro los sicarios armados “iban por una persona”, refiriéndose a un presunto integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación apodado “La Flaca”, al tiempo que ofrecía que hoy estarían en su conferencia matutina “los del gabinete de seguridad para explicarles todo”.

Y mientras la presidenta no daba mayores explicaciones ni se entendía su afirmación de que los narcos en Querétaro iban “por una sola persona” cuando en el video se ve como llegan disparando a todos los asistentes de manera indiscriminada, al que de plano ni se le escucha hablar de la violencia descarnada que están viviendo varias regiones del país, es al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.

Después de su presentación del pasado 8 de octubre, cuando anunció los ejes de la nueva política de seguridad de este sexenio, a García Harfuch sólo se le vio públicamente cuando se fue a Sinaloa, en aquella misma semana, acompañado de todo el gabinete de seguridad federal. Después de pasearse por algunas calles de Culiacán, junto al secretario de Defensa y al de Marina, eso sí fuertemente resguardados por un operativo militar, el secretario que llegó como “estrella” al gabinete de la doctora Sheinbaum sólo se le vio el pasado 30 de octubre, cuando dio un reporte de “avances de la estrategia”, donde dijo que en 28 días se detuvieron a 824 personas por delitos de alto impacto, se aseguraron 834 armas de fuego y 33 mil kilogramos de distintas drogas, entre ellos 446 mil pastillas de fentanilo. Pero nada dijo de los asesinatos violentos que justo ese día habían alcanzado los 2,293 muertos tan solo en el primer mes de gobierno.

Poco más de un mes después de aquella visita de García Harfuch y de los militares a Sinaloa, poco o nada ha cambiado en la guerra entre narcos que vive el estado. En Culiacán, Mazatlán y otros municipios la violencia entre “Los Chapitos” y “La Mayiza” sigue alterando la normalidad y la vida de los sinaloenses, particularmente en Culiacán, donde poca gente sale a la calle solo en ciertos horarios por miedo a verse envueltos en un fuego cruzado; los comercios y establecimientos abren apenas unas horas y muchos han cerrado por la falta de actividad. Tan anormal y violenta sigue siendo la situación en Culiacán que ayer se anunció la cancelación de la importante Feria Regional Ganadera del estado y del palenque, ante la baja asistencia de público a esos eventos.

Ayer, desde la Cámara de Diputados se informó que el secretario García Harfuch había acudido a reunirse en privado con los líderes parlamentarios para explicarles la estrategia de seguridad y cabildear la reforma a la reforma constitucional que propuso la presidenta Sheinbaum para darle al titular de la Secretaría de Seguridad federal la facultad constitucional de ser el encargado de la Estrategia Nacional de Seguridad, la cual diseñará, coordinará y dirigirá dicha Secretaría, bajo cuyo mando y operación estará el Sistema Nacional de Inteligencia que, además de labores de seguridad pública, también apoyará a la presidenta en materia de seguridad nacional.

Derivado de dicha reforma se propone también crear una Subsecretaría de Inteligencia federal, que requerirá de presupuesto para la compra de equipos y sistemas de comunicación y que será la que coordine todas las labores de inteligencia federal, con autoridad para solicitar información y reportes a la Sedena, Marina, CNI y cualquier otra área de inteligencia federal.

Todo eso suena muy bien en el papel y, según nos dicen fuentes federales, ya se trabaja en el diseño y las características que tendrá la nueva coordinación de inteligencia a cargo de García Harfuch, en donde colocará como subsecretario un hombre muy cercano a él que ya se encuentra incluso trabajando en el diseño y organización de la nueva subsecretaría. El problema es que, según nos dicen las fuentes, todo eso requerirá de un gran presupuesto, calculado en varios miles de millones de pesos y, al menos hasta ahora, no le dan las cuentas ni al secretario García Harfuch ni al de Hacienda, Ramírez de la O, para saber de dónde sacarán esos recursos.

En todo caso, en lo que se aprueba la reforma constitucional, se crea la nueva Subsecretaría de Inteligencia policial, se liberan los millonarios recursos que necesitará para equiparse (si es que hay recursos) y se instalan las nuevas redes de inteligencia que coordinarán a todas las instancias del gabinete federal, en la misma SSyPC calculan que, si todo sale bien, en marzo de 2025 empezaría a funcionar la mencionada subsecretaría y su flamante sistema de inteligencia.

¿Y mientras, en los 4 meses que faltan para ello? Pues nada, seguiremos contabilizando muertos, masacres y asesinatos de alcaldes y seguiremos preguntándonos ¿dónde está el policía que se suponía venía a terminar con la nefasta política de los “abrazos, no balazos”? Pues anda esperando que le aprueben su reforma constitucional, que le den recursos presupuestales y, sobre todo, que los del Ejército y la Marina acepten que ahora, constitucionalmente según el artículo 21, él estará por encima de los militares y tendrán que obedecerlo, en lo que se refiere a la estrategia de seguridad federal, tanto la pública como la nacional

¿Será que algún día podremos ver un cambio real o una disminución de la violencia terrorista e impune que siguen provocando todos los días los narcos en este país?

NOTAS INDISCRETAS… En el INE están como en aquel proverbio bíblico que dice que “al que dos amos sirve con alguno queda mal”. Y es que mientras los consejeros se esforzaron por presentar un proyecto de presupuesto técnico y basado en los enormes costos que tendrá una elección tan compleja, complicada e inédita como la de los juzgadores federales, tratando de cumplir su misión de profesionalismo, rigor técnico y certeza electoral, como se los mandata la Constitución y la ciudadanía, pues resulta que a los gobernantes de Morena, desde la presidenta Sheinbaum hasta la dirigente morenista, Luisa María Alcalde, no les gustó el presupuesto solicitado por el INE y como si estuvieran en el tianguis regateando por bananas, les pidieron a los consejeros electorales “que le bajen” porque es demasiado dinero el que solicitan. El problema es que, nos dicen varios consejeros y consejeras, los cálculos que ellos presentaron no están ni sobrepasados ni exagerados, y apenas se ajustan a todos los requerimientos que tendrá una elección tan grande y tan difícil de organizar por ser un ejercicio inédito para el país y para el instituto. La presión es tal desde el gobierno y su partido contra su testaferra la consejera presidenta, Guadalupe Tadei, que ayer ésta convocó a una reunión extraordinaria del Consejo General para decirles a sus pares que “sí o sí” tienen que bajarle al presupuesto para organizar las elecciones de jueces, magistrados y ministros. Y según nos dicen, anoche, por más que le buscaban, le sumaban y le restaban, a los consejeros del INE nomás no les daban los números para garantizar una elección profesional, cierta y transparente del llamado ”Nuevo Poder Judicial”. A lo mejor en el fondo eso es lo que quieren el la 4T: que el INE reduzca al mínimo el presupuesto sin importar la calidad o la certeza de la elección de los jueces, porque a final de cuentas, todo eso será un ejercicio de simulación en donde los que ganen plazas como jueces, magistrados o ministros de la Suprema Corte, serán solo aquellos que quieran Morena y el gobierno federal. ¿Y entonces para qué tanto gasto?, deben decir los morenistas y la Presidencia, si nomás se trata de taparle el ojo al macho… Los dados mandaron Serpiente Doble. Caída Libre.

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