Entre los muchos actores políticos que se están moviendo en las elecciones del Estado de México, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, es de los personajes más visibles e interesados en que la candidata de Morena, Delfina Gómez, gane la contienda por la gubernatura mexiquense. Primero, porque la mandataria capitalina sabe que, si gana, la maestra sería una aliada clave para su proyecto presidencial; pero también sabe que, si pierde, la derrota en el estado vecino de la capital y con el mayor número de votantes a nivel nacional (12.6 millones de electores según el padrón actualizado) afectaría gravemente su aspiración al 2024.
Es por eso que Sheinbaum ha rebasado los límites de la conurbación mexiquense y hace campaña abierta en sus tiempos no laborales en el territorio del estado vecino. De manera específica, y según la estrategia trazada por Morena, la jefa de Gobierno es responsable de promover el voto para Delfina en 16 municipios del Edomex que representan juntos una población de más de 2 millones 917 mil 995 habitantes, casi el número de electores que necesita Morena para ganar los comicios de junio próximo.
Los 16 municipios mexiquenses que, de acuerdo a lo que informan fuentes cercanas a la campaña morenista, están bajo la responsabilidad de Claudia Sheinbaum son: Temascalapa, con 45,539; Nopaltepec, con 10,351 habitantes; Axapusco, con 29,128 habitantes; San Martín de las Pirámides, con 29,182 habitantes; Tepetlaoxtoc, con 32,564 habitantes; Acolman, con 171,507 habitantes; Otumba, con 36,331 habitantes; Ixtapan del Oro, con 6,475 habitantes; Huixquilucan, con 284,965 habitantes; Teotihuacán, con 58,507 habitantes; Jilotzingo, con 19,877 habitantes; Isidro Favela, con 11,929 habitantes; Nicolás Romero, con 430,601 habitantes; Tlalnepantla de Baz, con 672,202 habitantes; Cuautitlán Izcalli, con 555,163 habitantes, y Atizapán de Zaragoza, con 523,674 habitantes.
Llama especialmente la atención que a Sheinbaum se le hará responsable de la votación que obtenga la candidata morenista en Cuautitlán Izcalli, que es precisamente la tierra de Alejandra del Moral y justo el municipio que gobernó la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD. También la jefa de Gobierno promueve el voto en Huixquilucan, el bastión político de Enrique Vargas, otro de los personajes fuertes de la alianza. Tan solo esos dos municipios acumulan más de 800 mil habitantes y, en la estrategia morenista, son dos lugares claves para garantizar el triunfo de Delfina Gómez.
Para alcanzar sus objetivos electorales, la doctora tiene estructuras operando permanentemente en el Estado de México; por ejemplo, el grupo autodenominado #EsClaudia, organizado por Luis Fernando Vilchis Contreras, el alcalde de Ecatepec y operado por Óscar Ruiz (jefe Jaguar); desafortunadamente este grupo no siempre opera de la mano o con autorización de los coordinadores de campaña en la entidad, Horacio Duarte e Higinio Martínez, con quienes Vilchis tiene fuertes diferencias.
Lo curioso es que la fuerte presencia y operación de Claudia Sheinbaum en el Edomex, que va acompañada de recursos financieros de manera importante, ha desalentado la presencia y trabajo de otras de las “corcholatas” presidenciales de Morena, pues tanto Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, si bien han hecho acto de presencia en la campaña mexiquense, se han hecho a un lado en la operación electoral, pues ubican que, por encargo directo del presidente López Obrador, la elección mexiquense la opera la Jefa de Gobierno y, en la enconada lucha interna entre los presidenciables, ninguno de ellos quiere favorecer a la que ven como su principal contrincante.
Así que, con el antecedente de haber perdido casi la mitad de la Ciudad de México en los comicios del 2021 y con un panorama complicado en las encuestas electorales en la propia capital, que muchos ven muy complicada o perdida para Morena en el 2024, la doctora Sheinbaum se ha echado a cuestas el compromiso y la obligación de ayudar a garantizar el triunfo de la profesora Delfina Gómez; para ello no le faltan recursos económicos, que parecen abundar con “donativos” y “aportaciones” de empresarios y contratistas de su gobierno y de la 4T, pero lo único que le falta a la Jefa de Gobierno es demostrar que podrá lograr en el Estado de México lo que no pudo hacer en la ciudad que gobierna en los últimos comicios locales intermedios, donde perdió 9 alcaldías y la mayoría del Congreso a manos de la oposición.
¿Podrá Sheinbaum cumplir con el encargo de su jefe político, el Presidente, y de paso sumar el Edomex a los estados gobernados por Morena con los que ya tiene alianzas para que la apoyen en su proyecto presidencial?
NOTAS INDISCRETAS…
Como en las Escrituras, al tercer día de ausencia, y en medio de rumores y especulaciones sobre su verdadera condición de salud, el presidente López Obrador reapareció ayer en un video de casi 18 minutos en el que informó a los mexicanos sobre su situación de salud, su contagio de Covid y cómo se le complicó el padecimiento por su intensa actividad del fin de semana y “los cambios de temperatura”. Lo más interesante de la reaparición presidencial, que ciertamente era necesaria para acallar toda clase de teorías y especulaciones que circulaban en los corrillos políticos, en los medios y en las redes sociales, es que López Obrador confirma que sí sufrió un leve desmayo en Mérida, durante el almuerzo del domingo en la Base Aérea No. 8 conocida como La Piedra, y que, tras desvanecerse, aunque aclaró que no perdió el conocimiento, tuvo que ser trasladado de emergencia en una ambulancia aérea a la Ciudad de México. Con eso, el mandatario no sólo confirma las publicaciones de medios de la Península, como el Diario de Yucatán, que hablaron del desmayo y su traslado de emergencia en un avión de la Marina, sino que además el Presidente desmiente, por segunda ocasión públicamente a su desinformado vocero, Jesús Ramírez Cuevas, quien aseguró el domingo que no había ocurrido nada con el Presidente en Mérida y que su gira nunca se interrumpió, y de paso también exhibe al secretario Adán Augusto, que en las conferencias mañaneras de esta semana, que ha estado encabezando por órdenes de su jefe, aseguró que el Presidente “nunca se desmayó ni se desvaneció”. En fin, que para todos los que reclamaban ver al Presidente en una imagen o video y comprobar que estaba convaleciendo, pero recuperándose, ahí está ya el reporte visual del propio mandatario. Veremos si mañana ya se reincorpora a sus actividades, o si lo hace hasta el fin de semana, como ayer dijo el titular de Segob…Los dados mandan Capicúa. Repetimos el tiro.