Bien dicen que a falta de una oposición fuerte, lo que veremos en los próximos años serán las disputas internas entre los grupos morenistas, porque en la Cámara de Diputados la fracción legislativa del partido oficial resintió las divisiones internas al definirse el reparto de las comisiones legislativas y sus presidencias. Al coordinador Ricardo Monreal no le fue nada fácil conciliar las escasas posiciones que había para repartir: 15 comisiones en total, entre los 253 diputadas y diputados de la bancada guinda, lo que terminó con la molestia de los que no alcanzaron y salieron enojados de la reunión plenaria de los diputados del oficialismo.

A Monreal y a su coordinador de Acción Política, el diputado Pedro Haces, terminaron acusándolos de hacer trampas y cometer agandalles, porque el grupo de diputados que se definen como “cercanos a la doctora Sheinbaum” no obtuvieron todas las posiciones que pretendían. Al grado de que en una reunión interna, donde buscaban ponerse de acuerdo el grupo de los claudistas, el líder del grupo de estos, el diputado Alfonso Ramírez Cuellar, terminó acusando a Haces de hacer trampa, ante lo cual se tuvo que levantar la sesión y acordaron definir las presidencias por la vía del voto de toda la fracción en una reunión plenaria.

Y es que a Morena sólo le quedaban 15 comisiones por repartir, porque las otras 11 se habían resuelto antes por consenso y unanimidad, y cuando la coordinación de Monreal intentó negociar con los claudistas, éstos pidieron 13 de las 15 comisiones para sus 28 diputados, mientras que a los 193 diputados restantes sólo les dejaban dos comisiones.

Por eso cuando llegaron a la encerrona de la bancada el pasado jueves, donde se votarían las presidencias e integrantes de comisiones, los ánimos se alteraron porque la mayoría de diputados terminó por imponerse y a través del voto se definieron las presidencias de las que quedaron excluidas las dos cabezas del grupo claudista, Alfonso Ramírez Cuellar y la diputada Gabriela Jiménez, a los que se vio salir enojados dando portazo de la reunión, porque no escucharon sus nombres en la lista de los que habían resultado electos por la votación de los legisladores.

Las diferencias entre las corrientes políticas que confluyen en Morena y los intereses políticos y personales de cada uno de los legisladores, más las prioridades legislativas de Palacio Nacional terminaron por hacer que fracasara la operación previa que intentó Monreal y su operador Haces, por más que intentó respetar los criterios de paridad e igualdad al elegir los titulares.

Cuentan algunos de los que sí se quedaron a votar, que lo que más molestó a Gabriela Jiménez es que ella quiso sacar una lista alterna de cinco nombres, a la par de una planilla de 15 previamente revisada y consensuada por toda la bancada y acompañada además con las firmas de 191 legisladores, y a la hora de querer medir fuerza, prefirió abandonar la votación al ver que no lo apoyaba más que un aproximado de diez diputados. La mayoría de los 230 presentes estaba a favor de que se votara lo ya acordado con las 15 comisiones y definir así el reparto final.

Ya con las 15 designaciones que al final se eligieron por votos, Morena terminó por definir sus 26 comisiones en un proceso marcado por la rispidez, los reclamos y las acusaciones entre las corrientes morenistas. No había ocurrido eso cuando se repartieron las primeras 11 comisiones “prioritarias” por consenso y en donde se incluyeron a varios de los diputados cercanos a la presidenta Sheinbaum, pues quienes quedaron al frente de Hacienda, Carlos Ulloa, y de Presupuesto, Merylin Gómez, son ambos del círculo cercano de la doctora.

Al final, aún con el berrinche de Ramírez Cuellar y de su grupo de diputados, el reparto de las comisiones quedó resuelto por la vía democrática, pero eso no evitó que hacia afuera se hicieran señalamientos y acusaciones de “agandalle” de Monreal y de su operado Haces, algo que por cierto no deja muy bien parados a los morenistas que, por un lado proclaman en el Congreso la preminencia de las mayorías y el respeto a los resultados de la votación democrática, pero cuando ninguna de esas dos condiciones les favorece, terminan acusándose entre ellos mismos de “tramposos” y “gandallas”.

Sin duda que a Morena y a sus tribus y corrientes internas les falta mucha madurez y sobre todo congruencia para respetar entre ellos lo que tanto pregonan y exigen respetar hacia afuera. Para ser el partido ya hegemónico o mayoritario, del que depende la gobernabilidad del país, los morenistas aún se comportan como si fueran un partido de oposición y no asumen la responsabilidad que les da tener la mayoría y el control del gobierno federal y de 22 gobiernos estatales.

Si para repartirse unas simples comisiones legislativas, que sí son cargos de poder pero no se comparan con todo lo que en este momento controlan y gobiernan en el país, fueron incapaces de ponerse de acuerdo y terminaron peleándose entre ellos y acusándose de las peores prácticas, ¿qué nos puede esperar a los mexicanos cuando se trata de posiciones mayores? Está bien que la oposición política se haya quedado tan enana y que, a fuerza de sus torpezas, errores y negligencias, se hayan condenado ellos mismos a convertirse en meros partidos testimoniales ante las mayorías aplastantes construidas por el oficialismo; pero si en el partido gobernante no se asumen de una vez por todas como lo que son, gobierno y ya no tribus, corrientes o grupúsculos de intereses, entonces poco o nada le ayudará su partido a la primera Presidenta, que ni siquiera tiene el liderazgo y el control que tuvo su antecesor.

NOTAS INDISCRETAS…

Más que fuerte el mensaje que le mandó ayer la presidenta Claudia Sheinbaum al embajador de Estados Unidos, Ken Salazar. Porque después de que al texano lo acostumbaron en el sexenio pasado a que llegara a Palacio Nacional cuando quisiera y lo recibía directamente el expresidente, ahora la doctora puso nuevas reglas al representante de la Casa Blanca, a quien le ofreció “restablecer la relación y el diálogo” con su gobierno, pero le dijo que cualquier asunto que tenga que tratar, “lo vea a través del canciller Juan Ramón de la Fuente, porque así vamos a poner orden a las cosas”. Dicen que el impacto de las palabras de la presidenta mexicana retumbaron fuerte no sólo en la Embajada del Paseo de la Reforma, sino hasta Washington, donde de por sí a Ken Salazar siempre lo cuestionaron por su cercanía con el expresidente, a quien parecía defender en temas como su reforma energética, y ahora que la nueva presidenta le cierre las puertas del Palacio Nacional y lo mande al edificio de la cancillería, parecería un golpe directo a las cartas credenciales del simpático embajador de la texana. ¿Será que esta decisión de doña Claudia obedece a algún tema en particular con don Ken, o será que le están cobrando al diplomático sus posiciones tan fuertes en contra de la Reforma Judicial del que ya se fue a La Chingada?...Por cierto que después de haber hecho su berrinche y de abandonar la sesión plenaria de Morena, a la diputada Gaby Jiménez no faltaron compañeros morenistas que le recordaran que los liderazgos legislativos no se ganan solo por ser “amiga o cercana de”, sino por el trabajo que se haga en la bancada, la presencia y el buen trato hacia sus compañeros de partido. Y es que dicen que Gaby no pudo sacar su propuesta de 5 nombres para presidencias que sometió a votación, y por la que no votó casi nadie de sus compañeros, porque a la diputada Jiménez se le ha visto muy poco por San Lázaro en este mes y medio que lleva la legislatura, además de que, según comentan los morenistas, sus modos y sus formas no son las mejores, y al final muchas de esas votaciones de presidencias de comisiones, también se resuelven por un tema de camaradería y simpatía entre el grupo que votó, algo que al parecer no le reconocen a Gabriela Jiménez, con todo y su cercanía a Palacio que tanto presume…A Pemex ya le brincaron las autoridades del condado de Texas, en donde se ubica la Refinería de Deer Park, quienes acusaron que la petrolera mexicana “no dio información suficiente” ni estableció la comunicación fluida con las autoridades para informarles con detalle lo que estaba pasando en las instalaciones petroleras tras la fuga de gas ácido que dejó el pasado jueves 2 personas muertas y 35 heridas. El Comisionado del Precinto 2 del Condado de Harris, Adrián García, se quejó ayer viernes, en una rueda de prensa, de que que la empresa mexicana no informó de manera precisa la situación. "Tuvimos que desplazar a nuestros equipos para que pudieran monitorear la calidad del aire e informar a nuestra comunidad", dijo el funcionario estadounidense, quien pidió a la petrolera “trabajar para comunicarse mucho mejor con la comunidad y con nosotros, las autoridades”, porque la falta de información hizo que incluso las policías y bomberos no pudieran actuar porque no sabían con certeza lo que estaba ocurriendo. Incluso el demócrata García reveló que el vocero de Pemex estaba de vacaciones, con lo que la comunicación con el presidente de la empresa mexicana, Víctor Rodríguez Padilla, fue después de las 20:00 horas, por lo que anunció que pedirán una reunión la próxima semana con el Gobierno y las empresas de la zona de Deer Park para hablar del incremento de fugas en los últimos meses. Primera llamada para Pemex en Estados Unidos, donde no pueden manipular ni ocultar información de sus accidentes y desastres en instalaciones petroleras, como suelen hacerlo en México. Allá eso es algo penado y si persisten en ese tipo de prácticas tendrán problemas serios…Se acabó la semana y los dados la cierran con Escalera Doble. Buen y relajado fin de semana para los amables lectores.

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