La aspiración de Omar García Harfuch a gobernar la Ciudad de México —para la cual se inscribió ayer en el proceso interno de Morena—, ha desatado una ola de reacciones de grupos políticos, instituciones y hasta agencias extranjeras que torpedean el avance del candidato de Claudia Sheinbaum para sucederla en su antiguo cargo. La filtración de expedientes, documentos oficiales y señalamientos de presuntos vínculos con grupos del narcotráfico o de su presunta cercanía con Genaro García Luna forman parte de una ofensiva política y mediática en contra del exsecretario de Seguridad capitalina, a quien buscan bajar a toda costa del proyecto político de Sheinbaum.

De acuerdo con un análisis interno que circula en el entorno cercano del aspirante, son al menos tres los frentes desde los que se está filtrando información y documentos que buscan dañar la imagen de García Harfuch y descarrilar su proyecto para la capital del país. El primer grupo claramente identificado es político y se les menciona como “los duros” o “los puros” de Morena que ven en el joven político y policía a un candidato externo sin militancia ni afinidad con el movimiento lopezobradorista y que cuestionan desde su historia familiar –nieto del general Marcelino García Barragán e hijo del exlíder priista Javier García Paniagua— hasta sus inicios en la carrera policial y de investigación en la AFI que comandaba el ex secretario de Seguridad federal del calderonato, Genaro García Luna.

En este grupo que tiene cercanía y afinidad con Claudia Sheinbaum, pero aun así están en contra de su excolaborador y hombre de confianza, se ubican lo mismo el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas y el jefe de Gobierno sustituto de la CDMX, Martí Batres, además de los ideólogos del ala más radical del obradorismo, García Harfuch “no debe ser candidato” por sus antecedentes policiacos y su pertenencia a una dinastía priista vinculada, del lado de su abuelo, a la represión estudiantil de 1968, y de su padre a los viejos estilos de las administraciones corruptas del PRI. De las oficinas de operadores de “Los Puros” han salido documentos y partes de expedientes publicados en los medios, además de señalamientos de analistas vinculados a esta ala del partido gobernante.

El segundo grupo en contra del proyecto político de Omar García es militar y está encabezado por un general retirado del Ejército mexicano que ocupa una posición de primer nivel en las áreas de seguridad federal. Desde ahí se han filtrado expedientes como los exámenes de confianza que presentó y reprobó en al menos tres ocasiones el extitular de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR. El origen de su oposición a que Harfuch sea candidato son viejas rencillas y diferencias que tuvieron las cúpulas militares con la actuación de la antigua AFI (Agencia Federal de Investigación) y la Policía Federal, ambos cuerpos de los que formó parte el aspirante que como policía encabezó acciones y operativos que chocaron con los intereses de las cúpulas militares del país.

Y el tercero y quizás el más preocupante de los grupos que se oponen a la postulación de García Harfuch es el de las agencias estadounidenses, encabezadas por la DEA, que han estado filtrando partes de los expedientes publicados en diversos espacios en donde se asegura que, como secretario de Seguridad Ciudadana combatió y golpeó la presencia y operación del Cártel Jalisco Nueva Generación en la CDMX, mientras el Cártel de Sinaloa consolidaba su presencia histórica en la capital de la República.

Esos tres grupos conforman la “Triple Alianza” que se ha formado en contra de quien es visto como el candidato de la futura candidata presidencial de Morena para acompañarla en la batalla por la Ciudad de México, ante el avance de la oposición que le arrebató al partido gobernante 9 alcaldías y la mayoría del Congreso local en los comicios intermedios de 2021. A ninguno de esos grupos lo convence la imagen mediática que logró construir Omar García ni que sea él quien encabece la mayoría de las encuestas y sondeos publicados sobre la próxima contienda electoral del 2024.

Se trata de un bloque muy fuerte y poderoso que tratará por todos los medios a su alcance (que no son pocos ni menores) de revertir el apoyo y la confianza que Claudia Sheinbaum le ha otorgado a su exsecretario de Seguridad e impedir que éste se alce con el triunfo en el proceso interno de Morena que arrancó ayer y culminará a finales de octubre. Vistos los actores y los enormes intereses que representan, quizás el “fuego amigo” con el que los duros y puros de Morena disparan y torpedean contra Omar García Harfuch sea el menor de los problemas para el aspirante a candidato. Los generales del gobierno y las agencias estadounidenses serían el obstáculo real que tendrían que superar la exjefa de Gobierno y el que pretende llegar hasta el Palacio del Ayuntamiento.

NOTAS INDISCRETAS… A propósito de la CDMX, fuentes morenistas nos dicen que el candidato de los “Puros” y duros que no quieren a García Harfuch tiene nombre y apellido y se llama Hugo López-Gatell. El controvertido médico que politizó el manejo de la pandemia y está demandado penalmente por varios ciudadanos y organizaciones civiles que lo acusan de negligencia criminal y lo responsabilizan de la altísima tasa de letalidad que tuvo México en la emergencia por Covid (tercer país con más muertos con 800 mil decesos, sólo superado por Estados Unidos y la India) es la carta con la que los grupos radicales de Morena quieren ganar la politizada capital de la República. Y es que el Comité Nacional de Elecciones ya decidió que la candidatura Ciudad de México será para el género masculino, por lo tanto Clara Brugada queda prácticamente descartada y el duelo final, más allá de que se esperan al menos seis aspirantes inscritos entre hombres y mujeres, será entre García Harfuch y López Gatell, a quien por cierto, dicen, lo manda también el presidente López Obrador que nunca estuvo convencido de la postulación sugerida por su pupila Sheinbaum. Además de los tres ya mencionados, se espera que también se inscriba Ariadna Montiel, la secretaria de Bienestar federal, el líder morenista Mario Delgado y otra mujer militante de Morena para completar un total de 6 aspirantes, tres hombres y tres mujeres… Y hablando de mujeres de la 4T, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, no las trae todas consigo. Además del pleito abierto y escandaloso que sostiene con su antecesor y actual senador, Jaime Bonilla Valdez, quien acusó a la mandataria la semana pasada de tener “vínculos con grupos del narcotráfico” en su estado, ahora Marina se ha abierto otro frente con la alcaldesa de Tijuana, la también morenista, Monserrat Caballero Ramírez. Resulta que la mandataria bajacaliforniana anda peleada con Montserrat y busca hacerle la vida de cuadros en sus aspiraciones constitucionales por reelegirse en el cargo, porque Marina está apoyando para esa posición al excampeón mundial de box, Erik “El Terrible” Morales. El pugilista, que actualmente dirige, con no muy buenos resultados, el deporte en el estado, está siendo impulsado por la gobernadora que opera con Mario Delgado para conseguir que la candidatura de Morena a presidente municipal sea para un hombre y de esa manera bloquear a la alcaldesa de Tijuana y garantizarle la postulación a Morales. El problema es que los antecedentes del exboxeador cuando fue diputado federal con Morena en la pasada legislatura no son muy buenos y dicen que su actuación en San Lázaro resultó tan terrible como el apodo que lo hizo famoso. Veremos qué resulta del encontronazo político que se vive en Baja California y que tanta fuerza tiene la gobernadora Marina del Pilar para imponer a su candidato, luego de que no quedó también con Claudia Sheinbaum porque ella apoyó abiertamente a Adán Augusto Hernández en el proceso interno, en el que metió recursos estatales y hasta la llegaron a acusar los claudistas de bloquearles eventos y asambleas de la ahora Coordinadora en tierras bajacalifornianas… Y hablando de mujeres y desapariciones, el secuestro de la alcaldesa panista de Cotija, Michoacán, Yolanda Sánchez, ocurrido el viernes pasado en  Zapopan, Jalisco, a plena luz del día, confirma la vulnerabilidad en que se encuentran en este país no sólo los ciudadanos comunes sino hasta las mismas autoridades. Las investigaciones sobre el secuestro de la alcaldesa a la que habían amenazado grupos del narcotráfico en su estado, avanzan a paso de tortuga y conforme pasen los días las esperanzas de encontrarla con vida se vuelven menores. Y es que, más allá de que la Fiscalía de Jalisco, asegure que tiene “avances importantes”, la realidad es que las autoridades, tanto jaliscienses como de Michoacán revelan el tamaño de su ineptitud e insensibilidad en dos perlas declarativas que realizaron ayer tanto en Guadalajara como en Morelia. Por un lado, el fiscal de Justicia de Jalisco, Luis Joaquín Méndez y el coordinador estatal de seguridad, Ricardo Sánchez, justificaron el secuestro de la alcaldesa Yolanda, a la salida de un centro comercial, porque “no hubo notificación de su visita” a la capital jalisciense, mientras que el gobernador de Michoacán, el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, dijo que la alcaldesa “no pidió seguridad” a pesar de que ya había recibido amenazas. ¿Y la obligación constitucional de las autoridades sean de Jalisco, Michoacán o de cualquier otro estado para darle seguridad a cualquier ciudadano no significa nada? Con esos gobernantes y autoridades para qué queremos enemigos… Los dados repiten Serpiente. La semana sigue de bajada.

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