Un principio del derecho justiniano dice en latín que Nemo esse iudex in sua causa potest, lo que en buen castellano significa que “nadie puede ser juez de su propia causa” y coloquialmente se conoce en nuestros días como el dicho de que “nadie puede ser juez y parte”. Y es que en el dictamen final sobre las causas del colapso de la Línea 12 de Metro, que ayer presentó la empresa DNV , resultó ser muy conveniente para el gobierno capitalino que ordenó y pagó ese peritaje independiente , porque reitera lo que habían dicho los peritos noruego-alemanes desde su primer "dictamen preliminar”: que todo se debió a las “fallas de origen” en la construcción de la obra por “pernos que no cumplieron los requerimientos” y “prácticas de soldaduras deficientes” en una “estructura que ya estaba en condición comprometida antes del terremoto de septiembre de 2017”.

Y porque en las conclusiones que ayer entregó la empresa DNV, tras cuatro meses de investigaciones y revisión de la escena del derrumbe de trabes donde murieron 26 personas y 80 más resultaron heridas el pasado 3 de mayo, desapareció totalmente cualquier mención o conclusión sobre la línea de investigación sobre falta de mantenimiento de la infraestructura de esa obra, que sí aparecía en el primer peritaje presentado en junio pasado, donde se consignaban cinco líneas de investigación preliminares que seguiría la empresa independiente: 1) Pandeo lateral por torsión de las vigas de acero; 2) Aplastamiento de losa de hormigón a mitad del tramo; 3) Influencia de la carga dinámica/estática del sistema ferroviario; 4) Falta de Mantenimiento en Infraestructura de Obra Civil; y 5) Deficiencias potenciales de diseño de varias estructuras.

Extrañamente en el peritaje final cuyas conclusiones definitivas fueron leídas por el secretario de Obras del gobierno de la CDMX, Jesús Alberto Esteva , en compañía de Miriam Urzúa , la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, que fue la encargada de contratar los servicios de DNV, se habla de causas que tienen que ver con la ejecución de la obra, como la “calidad de pruebas de tensión y soldaduras de pernos que no cumplieron con los requerimientos”, de las “soldaduras deficientes”, de una “ estructura comprometida ” desde antes de 2017 y de una “mancha de humedad y la separación de la unión de precolado”, al mismo tiempo que se dice que todas “las muestras de acero cumplieron con cálculos de diseño y especificaciones”, pero de la posible falta de mantenimiento de la obra civil en el tramo colapsado, no aparece ni una sola palabra.

En el documento “Primer Reporte-Fase 1 de tres partes Opinión Técnica” que se presentó el 16 de junio por parte de la empresa DNV y que leyó la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum , y del que esta columna tiene una copia de su versión en inglés, se dice textual en el punto 4 de las Líneas de Investigación que seguiría DNV en su segundo y tercer reporte: “ Falta de Mantenimiento de Infraestructura Obra Civil : Esta línea se refiere a un potencial déficit en el mantenimiento de elementos de obras civiles del sistema ferroviario : componentes del subsistema de infraestructura que proporcionan cimientos para componentes de vía permanente (como balastro, dormitorios/vagones, fijaciones de ferrocarril, componentes de infraestructura que incluyen: basentamientos, pilares, puente de hormigón, vigas metálicas, etc. (Bajo investigación, se proporcionarán más detalles en el debido curso…)

Esos “más detalles” que ofrecía proporcionar DNV sobre la falta de mantenimiento como una de las posibles causas de la tragedia de la Línea 12 o ya nunca se presentaron o fueron “rasuradas” o eliminadas del dictamen final que fue presentado y leído, extrañamente también ya sin la presencia de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que no estuvo en el evento y mandó a sus dos secretarios mencionados.

Pero lo que sí aparece en el dictamen final de ayer, en la página 170, es una mención a una falla que se detectó desde diciembre de 2019 en la unión de dos vigas ubicadas entre las columnas 12 y 13 del puente que se colapsó, a través de imágenes que captó un dron que sobrevoló y grabó el tramo elevado de la Línea 12 en busca de problemas de mantenimiento. Ese hallazgo, del que hay fotografías y video, se menciona en el punto 4.4 del documento entregado ayer titulado “ Conclusiones de Análisis Estructural ”, que dice textualmente: “La secuencia en video del tramo tomada por drones en diciembre de 2019 muestra una deflexión descendente significativa, en el tramo medio donde la viga T-6 conecta con la Viga Norte. Dicho desplazamiento es mucho más grande que el que se observa en otros tramos y puede explicarse por la no funcionalidad de los pernos sobre una longitud significativa del tramo considerado. La resistencia a la flexión del puente puede verse significativamente impactada cuando una porción de pernos falta o falla”.

Es decir, que la desviación en dos de las vigas que sostenían ese puente que se colapsó el tres de mayo fue detectado casi 6 meses antes de que ocurriera la tragedia del 3 de mayo, pero a pesar de que las autoridades tuvieron constancia gráfica y conocimiento del problema , no actuaron o no le dieron el mantenimiento necesario. Y según el dictamen final de DNV, ese declive que ya existía en las vigas que sostenían las columnas 12 y 13 que se derrumbaron, pudo deberse a que “más pernos pueden haber (y probablemente) fallaron antes del colapso. Entre más pernos hubieran fallado, las cargas se habrían transferido a los pernos remanentes. La carga de corte también es tal que el primer perno intacto atraería la mayor carga de corte. Este tipo de carga puede crear un modo de falla en cascada en los pernos”.

Con todos esos datos y los documentos y fotografías que aparecen en el dictamen final de DNV, la pregunta sigue siendo ¿por qué no se abundó ya sobre la causal de falta de mantenimiento o por qué no se menciona nada sobre eso, ningún comentario aunque sea para descartarla en el peritaje final? Preguntamos ayer a fuentes cercanas a la investigación y lo que afirmaron esas fuentes fue lo siguiente: “en una reunión celebrada en la víspera de la presentación del dictamen, Adrián Lajous, secretario de Movilidad, y la secretaria Miriam Urzúa, presionaron fuertemente a los representantes de DNV para que se quitara u omitiera cualquier mención a la falta de mantenimiento como un factor posible en el desplome de la Línea 12”.

¿Será entonces que para cuidar la imagen de su administración y de la Jefa de Gobierno que hoy es una aspirante presidencial destapada por el propio presidente López Obrador, quien la menciona siempre en primer lugar de lo que él mismo llamó sus “corcholatas”, presionaron a la empresa DNV para que excluyera de su peritaje final lo que encontró sobre posibles fallas en el mantenimiento de la Línea 12? Lo dicho: nadie puede ser juez y parte.