La difusión de dos grabaciones telefónicas producto de un espionaje ilegal al fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero , provocó tremenda sacudida no sólo en la Fiscalía, donde cuestionaron la ilegalidad de las escuchas sin dar explicación sobre la gravedad de su contenido, sino también en la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde aún resuenan las afirmaciones y comentarios de Gertz Manero que lo mismo dice tener “tratos” con el ministro presidente, Arturo Zaldívar , que se queja del ministro ponente, Alberto Pérez Dayan, quien “no cumplió” con lo acordado en su proyecto sobre el amparo de Alejandra Cuevas Morán, que discute la Corte la próxima semana.
Pero el tema no parará en las reacciones que provocaron esos audios difundidos desde una cuenta anónima con la clara intención de dañar a Gertz Manero. No es para nada casual que quien haya estado espiando al fiscal General de la República (en un país donde son contadas las instituciones de gobierno con capacidad para hacer espionaje a ese nivel), decidiera detonar esas grabaciones justo unos días antes de las audiencias judiciales de dos casos que claramente son prioritarios para el propio Gertz: el que involucra a su examigo y ahora enemigo Scherer Ibarra con presuntas extorsiones de abogados a acusados de alto perfil y el que tiene que ver con las acusaciones que él mismo hizo contra su familia política por negligencia en la muerte de su hermano.
La cabeza del fiscal, a quien ya cuestionan desde distintos ámbitos tanto jurídicos como políticos, por su incapacidad para continuar al frente de la FGR tras las revelaciones de presuntas presiones e injerencias a los ministros de la Suprema Corte en la resolución de un amparo que lo involucra directamente, pende de un hilo. Esta misma semana senadores de la oposición podrían pedir que se realice un juicio político contra Alejandro Gertz Manero por presuntas violaciones constitucionales. La senadora panista, Lilly Téllez , igual que senadores del grupo plural, ya anunciaron la intención de presentar una solicitud para que el Congreso proceda a una posible destitución e inhabilitación del fiscal.
Pero Gertz Manero aún tiene apoyos importantes en la bancada de Morena, donde la mayoría lo respaldaría, comenzando por su aliado el senador Ricardo Monreal que lo ha apoyado en su actuación e incluso en su iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la FGR que se aprobó el año pasado. En teoría no sería fácil, aún con las demandas de la oposición que podrían surgir en los próximos días en el Senado y la Cámara de Diputados, que el fiscal fuera removido de un cargo para el que fue electo en enero de 2019 para un periodo de 9 años que concluyen hasta el 2028.
La clave estará en la posición que asuma el presidente López Obrador en todo este embrollo y si el mandatario, que fue quien propuso a Gertz Manero al Senado, le mantiene el respaldo y apoyo que le ha expresado en repetidas ocasiones y aún en fecha reciente donde ha dicho que el fiscal “es un hombre honesto e incapaz de fabricar delitos”. Las mayorías de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados claramente atenderán la posición del presidente quien, como en la época de los emperadores romanos, podría mantener o hundir al fiscal General de la República con un simple movimiento de su mano.
Y es ahí donde las cosas se le pueden complicar al fiscal Gertz. Una versión que nos dan directamente de Palacio Nacional indica que el principal operador político del presidente López Obrador ya tiene instrucciones de operar, de manera totalmente constitucional, la salida del actual fiscal y el nombramiento de uno nuevo. “Ya hay una operación en marcha desde la oficina donde se opera la relación con el Congreso y esta semana se verían las primeras señales de lo que sería un cambio en la FGR”, nos dice una fuente confiable sobre lo que empezará a gestarse esta semana.
De confirmarse que en Palacio le retiran el apoyo a Gertz Manero y se promueve su destitución, la señal sería contundente: antes de que detonen los escándalos por los dos casos judiciales —el primero el martes con las denuncias sobre una red de extorsiones, lavado de dinero y tráfico de influencias en casos judiciales operada desde la Presidencia y el segundo el lunes 14 de marzo con un revés a Gertz por la mayoría de ministros de la Corte que podrían ordenar la liberación inmediata de Alejandra Cuevas Morán — en el gobierno de López Obrador decidieron desactivar esas bombas y sacrificar al fiscal; en caso contrario, a quien sacrificarían sería al exconsejero jurídico.
¿A quién de los dos sacrificarán desde la Presidencia, a Gertz o a Scherer? Porque a estas alturas, salvarlos a ambos se ve cada vez más complicado.
NOTAS INDISCRETAS
… Para completar el cuadro en contra del fiscal Gertz, ayer reapareció, tras más de año y medio de silencio, Pío López Obrador . En declaraciones que le dio al portal de La Silla Rota , que dirige Roberto Rock , el hermano del presidente López Obrador urgió a la Fiscalía General de la República a que concluya “a la brevedad” la investigación en su contra por los videos en los que aparece recibiendo dinero en efectivo de David León y dijo que él es “el primer interesado” en que se conozca la verdad y “se haga justicia en este caso”. Entrevistado por el reportero Ignacio Alzaga en un café de la Ciudad de México, Pío dijo haber roto el silencio que guardó desde agosto de 2020, cuando se revelaron dichos videos, “porque hace unos días corrió la versión de que yo estaba presionando a la autoridad –FGR—para que archiváramos el caso y es exactamente lo contrario, es decir esa versión no corresponde a la realidad, es exactamente lo contrario”, insistió el hermano del presidente. Reiteró que quiere que la Fiscalía de Gertz Manero haga su trabajo y que el Poder Judicial de la Federación le imponga un plazo a la FGR con el que se resuelva ya la carpeta de investigación en el que sus abogados pidieron el no ejercicio de la acción penal en su contra. ¿Otra casualidad la reaparición de Pío López Obrador justo en estos momentos en que al fiscal lo exhibieron con un espionaje?... Los dados mandan Serpiente Doble. La semana se viene complicada.