En Jalisco, el partido Morena quiere aplicar aquel viejo refrán que dice que ellos “nunca pierden y cuando pierden, arrebatan”. Y es que el partido oficialista, no conforme con haber logrado un avance impresionante en el estado del occidente, donde ganó Claudia Sheinbaum, sus candidatos al Senado arrasaron y obtuvieron la mayoría de las diputaciones federales y locales que se disputaron el pasado 2 de junio -además de ganar también 1 de cada 3 municipios donde gobernarán a casi 2 millones de jaliscienses-, los morenistas se niegan a aceptar la derrota en la gubernatura y a reconocer el triunfo del emecista Pablo Lemus, que ya fue validado por el Tribunal Electoral estatal.
Con más discursos que argumentos legales y pruebas, que ya les fueron desechadas por los magistrados locales, ahora Morena intenta como último y desesperado recurso operar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declare la anulación de los comicios para la gubernatura y para la alcaldía de Guadalajara, donde perdieron sus candidatos Claudia Delgadillo y José María Martínez, invocando una “causal de nulidad abstracta”, basada en lo que dice el artículo 41 constitucional, de que una elección puede ser anulada por violaciones “graves, dolosas y determinantes”.
Sólo que el mismo texto constitucional define que para que se pueda aplicar esa causal, las violaciones deben ser acreditadas de manera objetiva y material y cuando la diferencia entre el primero y el segundo lugar sea de menos del 5%. Y aunque el Tribunal Electoral de Jalisco ya dictó su sentencia en la que declara legítima la elección y confirma el triunfo de Pablo Lemus con una diferencia oficial del 5.08%, que equivale a 186 mil votos, es decir, más del 5% que exige la Constitución para invocar la causal de nulidad abstracta, desde la dirigencia nacional de Morena, que encabeza Mario Delgado, intentan presionar al Tribunal Electoral federal para que declare la nulidad.
Para eso, los morenistas están siendo asesorados por el doctor Salvador Nava Gómez, quien fuera magistrado y presidente del antiguo Trife, a quién se le ha visto ya cabildeando y operando entre los cinco magistrados electorales que revisarán la impugnación sobre la elección jalisciense. Fuentes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación nos confirman que efectivamente se ha visto y detectado al exmagistrado Nava, quien es asesor jurídico de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, operando y buscando a los magistrados y magistradas para abordar el tema de la impugnación de Morena en Jalisco.
Lo más extraño de todo es que en el recurso de impugnación que presentó Morena ante la autoridad electoral para impugnar la elección de gobernador, no incluye ninguna de las causales graves de nulidad que menciona el artículo 41 constitucional, que son: exceder el gasto de campaña en 5% más de lo autorizado, comprar cobertura informativa en radio o televisión fuera de tiempos oficiales, y utilizar o recibir recursos de procedencia ilícita en las campañas. En lugar de eso, lo único que invocó el partido guinda en su impugnación en Jalisco fue: negativa injustificada a recursos parciales, presencia de funcionarios públicos en algunas mesas distritales, errores en casillas o dolo manifiesto en el recuento de votos, y que hubo irregularidades graves y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo. Todo citado así de manera general.
De los 9 comicios para gobernador que se llevaron a cabo el pasado 2 de junio, los de Jalisco son los únicos que continúan bajo litigio por la negativa de Morena a aceptar la derrota. Este impasse electoral ha generado incertidumbre y tensión en el tercer estado con más votantes y uno de los motores económicos del país. Morena asegura que la jalisciense fue una “elección de Estado” porque “el gobernador Enrique Alfaro metió las manos en el proceso electoral y que hubo un fraude monumental”, aunque en ninguno de sus recursos de impugnación ha presentado hasta ahora las pruebas contundentes del presunto fraude.
Según Morena esa es la única explicación posible para las derrotas de su candidata al Gobierno de Jalisco, Claudia Delgadillo, y de su candidato a la Presidencia Municipal de Guadalajara, José María Martínez, con lo que menosprecian y descalifican a los ciudadanos, quienes se encargaron de hacer la elección, y de hecho a partir de algunos errores aritméticos cometidos por los funcionarios de casilla, el partido lopezobradorista pidió anular más de 3 mil 600 casillas, a pesar de que esos errores fueron solventados en los conteos distritales.
Hay varios casos en los que los morenistas afirman que “se perdió la cadena de custodia”, aunque el Instituto Electoral de Jalisco ha aclarado que en uno de esos casos el chofer de una camioneta, cuando llevaba los paquetes electorales, cayó en un bache y un par salieron volando hacia un cultivo, y en otro el chofer tuvo que cambiar los paquetes a otro vehículo y llevarlos a la junta distrital cuando su camioneta se descompuso.
Pero entre los mismos morenistas de Jalisco se comenta que lo que no se quiere aceptar en su partido es que Morena perdió la gubernatura porque tuvo una pésima candidata, que tuvo errores garrafales y penosos en los debates y cuyo pasado priista y señalamientos de corrupción no terminaron de convencer a los votantes del partido guinda en la entidad. Y en el otro caso en el que no aceptan la derrota, en el de Chema Martínez, se comenta que el candidato a la presidencia de Guadalajara no hizo prácticamente campaña, que nunca conectó realmente con la 4T por su origen panista y de derecha que tiene posiciones antiaborto, que tiene señalamientos de traficar influencias en el Poder Judicial y que además goza de una pensión dorada de 100 mil pesos mensuales cuando aún no cumple ni los 50 años.
Veremos cómo se ponen las presiones al Tribunal Electoral federal y si los cinco magistrados y magistradas, de los cuales sólo cuatro de ellos tienen voto y una magistrada sólo voz, confirman el criterio del Tribunal estatal en materia electoral o si la operación que ha puesto en marcha Morena para “cabildear” y “convencer” a los magistrados electorales surte efecto. Hoy, cuando ya hay un ganador confirmado para la gubernatura jalisciense, en la persona de Pablo Lemus, pero el partido de López Obrador no se conforma con todo lo ganado en los pasados comicios, la pregunta sigue en el aire: ¿quién se queda con Jalisco?
NOTAS INDISCRETAS…
En la ignominiosa defensa del grosero fraude electoral cometido por el dictador Nicolás Maduro, el presidente López Obrador se va quedando solo. Porque del trío de gobernantes que defendieron el supuesto triunfo de Maduro y evitaron que la OEA emitiera un pronunciamiento para exigir que Maduro presentara las actas que sustentan su cuestionado triunfo, el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula ya marcó su raya y tomó distancia de Maduro y de su burdo fraude en las elecciones presidenciales. En la semana que concluye, Lula primero le sugirió a Maduro que repusiera el proceso electoral y convocara a nuevas votaciones para esclarecer las dudas y sospechas de fraude, pero al día siguiente, el influyente mandatario brasileño se lanzó más duro contra su amigo Nicolás y dijo que no podía afirmar que Maduro fuera un dictador, pero sí “un gobernante con sesgos autoritarios”. El distanciamiento de Lula fue registrado por Maduro, que le respondió que también en Brasil habían tenido elecciones cuestionadas, pero que él nunca se había metido ni había intervenido por respeto. Y mientras el indiscutible líder de la izquierda latinoamericana que es Lula Da Silva se desmarcaba del fraude madurista, el presidente López Obrador insistía en defender lo indefendible y, mientras 23 países, además de la Unión Europea, le exigían a Maduro reconocer su derrota y aceptar el triunfo del opositor Edmundo González, ayer la OEA volvió a sesionar y aprobó una resolución mayoritaria para exigirle al gobierno madurista que publique las actas electorales que sustenten su autoproclamado triunfo. Así que ya sin Lula, solo AMLO y Petro, uno que ya va de salida y otro que es investigado en su país por haber recibido dinero del narco para su campaña, son los únicos defensores de Maduro…La renuncia de la fiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñones, luego de que la Fiscalía General de la República la exhibiera con sus inconsistencias y mentiras en la investigación del asesinato de Héctor Melesio Cuen, confirma que sí hay ocultamiento, manipulación y mentiras detrás de la participación que pudo tener el Gobierno de Sinaloa en las negociaciones para que Ismael 'El Mayo' Zambada y Joaquín Guzmán López fueran sacados de México en un avión con matrícula falsa y entregados al gobierno de los Estados Unidos. Si no tiene nada que ver la administración sinaloense, ¿por qué la fiscal torció la investigación, falseó pruebas y sembró el cadáver de Melesio Cuen en una gasolinera para fingir un robo? Porque eso fue lo que argumentó la FGR de Gertz Manero para atraer la investigación de ese crimen, que casualmente ocurrió el mismo día y casi a la misma hora en que El Mayo y El Chapito eran extraídos de Sinaloa y llevados a Nuevo México. Dice la FGR que mientras la Fiscalía de Sinaloa sostenía que a Cuen lo mataron de un balazo disparado a quemarropa mientras estaba a bordo de su camioneta, que es lo que se ve en el video que difundió la fiscal, el cuerpo del difunto Cuen presentaba cuatro disparos de bala y un fuerte golpe en el cráneo; es decir, que al ex rector de la UAS, a quien según el Mayo iba a ver junto con el gobernador Rocha Moya para fungir como mediador en el pleito entre ambos, lo asesinaron en otro lugar y luego fueron a sembrar su cuerpo en la gasolinería y a realizar un montaje para fingir un intento de robo. ¿Qué es lo que quería ocultar la renunciada fiscal y por instrucciones de quién?...Los dados cierran semana con Escalera Doble. Salud y descanso para los amables lectores.