Derivado de una investigación iniciada en 2016 por la extinta PGR, la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda tienen abierta una investigación en contra de Pablo Héctor Ojeda Cárdenas, actual secretario de Gobierno del Estado de Morelos, por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita a través de empresas fantasmas que formó con la complicidad del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, actualmente bajo proceso.
Pese a los antecedentes delictivos con que cuenta, el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo mantiene a Ojeda Cárdenas como secretario de Gobierno y, según denuncias de diputados locales de oposición que pidieron el anonimato, Pablo Héctor “es el encargado de recaudar los ‘moches’ entre empresarios y funcionarios y junto con Ulises Blanco Bravo, el influyente medio hermano del gobernador, toman importantes decisiones en Morelos, entidad que se encuentra sumida en la violencia e inseguridad.
De acuerdo a las investigaciones del Ministerio Público Federal, a finales de 2016 se realizó una denuncia en contra del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, así como de su círculo cercano, formado por varios colaboradores, amigos y funcionarios que fungían como prestanombres y operadores financieros del exmandatario preso.
Según las indagatorias que tiene la FGR, la lista la integran 34 personas, en la que figura Pablo Héctor Ojeda Cárdenas. Derivado de ello, se inició la carpeta de investigación FED/SEIDF-VER/0000691/2016 iniciando las diligencias de la investigación, como es la búsqueda de antecedentes mediante el oficio girado por la entonces Procuraduría General de la República con número CGI-II-052/2016.
Entre los avances de las indagatorias se logró identificar la utilización de un esquema empresarial en donde participaron familiares y personas de confianza de Javier Duarte, para la creación de 400 empresas fantasmas con el objetivo de desviar 3 mil 617 millones de pesos. En varias de esas empresas ficticias aparece el nombre Pablo Héctor Ojeda Cárdenas, quien fungía como integrante del Consejo de Administración.
Entre las empresas presuntamente fantasmas en las que aparece el actual secretario de Gobierno de Morelos se encuentran: empresa inmobiliaria Korzen S. A. de C. V., Contreras y Janeiro S. C.; Ojeda y Asali S. C.; Análisis y Desarrollos de Proyectos S. C.; Marktone S. A. de C. V.; Minas y Servicios Parj. S.A. de C.V, entre otras.
Durante la administración de Javier Duarte en Veracruz, Ojeda mantuvo una posición estratégica en la red delictiva como operador financiero, con el objetivo de ocultar y encubrir los recursos provenientes del enriquecimiento ilícito por el desvío de recursos federales y estatales, señala la investigación de la desaparecida PGR, con base en la cual la Fiscalía y la UIF mantiene abierta la investigación sobre los operadores financieros de Duarte.
Será cuestión de ver si en la FGR y la UIF deciden reactivar e ir a fondo en las investigaciones que involucran al secretario de Gobierno de Morelos o, si por tratarse de un gobierno afín a la 4T, como es el de Cuauhtémoc Blanco, prefieren dejarlo pasar y mantener congelada la carpeta judicial. ¿Será que, como no se trata de opositores, sino de “amigos” a Pablo Héctor Ojeda le darán la gracia de no ser acusado por su participación en las redes de corrupción y desvíos millonarios de Javier Duarte en Veracruz? A lo mejor don Alejandro Gertz se apega fielmente a la máxima juarista: “A los enemigos justicia; a los amigos justicia y gracia, cuando quepa esta última”.
NOTAS INDISCRETAS…
La cuestionada política de seguridad de la 4T que, a juzgar por sus resultados todavía no cumple las expectativas y promesas que generó, cuando desde su campaña y luego como presidente electo Andrés Manuel López Obrador ofrecía que, en 100 días primero y luego en 6 meses, disminuiría los índices delictivos y la violencia en el país, tuvo ayer dos momentos: uno desafortunado y el otro insensible. Lo desafortunado fue que justo al mismo tiempo, por la mañana que se anunciaba en Palacio Nacional que “hemos logrado romper la tendencia de la criminalidad de 2018”, en ese mismo momento estaban emboscando y matando con total brutalidad a 14 policías estatales en Aguililla, Michoacán, que eran masacrados por sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación mientras participaban en un operativo para escoltar a una familia que declararía en un juicio. Los agresores dejaron cartulinas reprochando que matarían “a todos los que apoyen a Los Templarios”, sí los mismos “Templarios” a los que supuestamente ya habían desmantelado y aniquilado el ex presidente Enrique Peña Nieto y su polémico comisionado en Michoacán, Alfredo Castillo. Y el momento insensible estuvo a cargo de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien al ser interrogada por los reporteros sobre su opinión de la tragedia ocurrida en Michoacán por el asesinato brutal de los 13 policías, solo atinó a decir: “Esas son circunstancias que pasan todos los días, a diario en el país, a todas horas”, dijo la encargada de la gobernabilidad en México. O sea, doña Olga que ¿es “normal” que maten a más de una decena de policías en una emboscada cruel y artera? Y si “pasa todos los días y a todas horas en el país” ¿debemos acostumbranos a ello? Lo desafortunado puede atribuirse a una mala coincidencia, pero lo insensible, es francamente inaceptable…Los dados mandan Serpiente doble. Caída libre.