La difusión ayer en redes sociales de un audio donde Dulce María Silva , aspirante a la gubernatura de Tlaxcala por Morena, se dice decepcionada del presidente López Obrador y de las decisiones que ha tomado en su gobierno, tiene una doble lectura dentro de las pugnas internas de Morena y de la 4T. A la empresaria tlaxcalteca y esposa del coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia, César Yáñez, la grabaron en una conversación privada y filtraron un fragmento específico de esa grabación con una doble intención: eliminarla a ella en la carrera por la candidatura morenista en Tlaxcala, pero también golpear a su esposo y minar la operación y ascendencia que ha recuperado con el presidente López Obrador.

Porque es inevitable asociar el audio filtrado de Dulce María del episodio ocurrido en octubre de 2018 cuando, unos días después de su boda con César Yáñez, a la que fueron invitados como padrinos López Obrador y su esposa, apareció la portada de la revista Hola en la que uno de los hombres más cercanos del entonces presidente electo, estaba fotografiado en la tapa de una de las publicaciones que fueron consideradas por la izquierda como símbolo de la frivolidad y banalidad de los gobiernos “neoliberales” del pasado. Aquella simple imagen le costó a Yáñez perder cercanía e influencia con el presidente al que había acompañado incondicionalmente por 18 años, recorriendo con él toda la República.

Dos años después de aquel hecho, el exvocero y ahora Coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia había recuperado buena parte de su calidad de operador cercano y de confianza de López Obrador y se le había visto operando en temas como la sucesión interna de Morena, apoyando la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo y otros asuntos en los que se movía con la aprobación presidencial. En esa lógica la aspiración de su esposa para buscar la candidatura morenista al gobierno de Tlaxcala, fue vista como una confirmación de que César Yáñez estaba de regreso y había recuperado su condición de influencia y cercanía con el despacho presidencial.

Pero luego ayer, desde las redes sociales se filtró el audio en donde se escucha la voz de Dulce María Silva que conversa con alguien y diciendo: “Bueno yo la verdad es que te voy a ser honesta, honesta, honesta. Yo la verdad estoy muy a disgusto con Andrés Manuel. Fíjate que yo esperaba otra cosa, ahorita veo que pues de verdad es que no han hecho las cosas bien, de por sí llegaron y pararon la economía y ahorita con esto la situación económica nos va a pegar mucho. No quiso apoyar a los empresarios, yo creo que esto no está bien, fíjate que yo no estoy a gusto, fíjate que al menos no se ha portado bien con nosotros, no sé estoy como muy desilusionada, fíjate”.

Y de inmediato las suspicacias sobre la filtración se dirigieron hacia la lucha interna que se libra en Morena por la candidatura de Tlaxcala, en donde la empresaria Silva es una de las contendientes más fuertes que disputa la postulación a la exdelegada de Programas Federales en el estado, Lorena Cuéllar. Y aunque la lógica elemental dice que la filtración del audio está inevitablemente vinculada a la pelea entre tlaxcaltecas, hay una versión que dice que el audio salió desde una oficina muy cercana al despacho presidencial, en donde los celos y las intrigas palaciegas, quisieron golpear a César Yáñez a través de su polémica esposa.

Esa versión, que ubica el origen de la grabación en uno de los despachos aledaños al del presidente López Obrador, apunta a que la intención fue evitar que Yáñez se siga fortaleciendo y recuperando el rol que tuvo durante 18 años en los que fue uno de los hombres más influyentes en el ánimo del antes candidato y ahora gobernante. De ser cierta esa versión, significa que las grillas y reyertas internas en la 4T, que han sido más que evidentes en el gabinete, también llegan con intensidad al primer círculo presidencial, en donde lo que se disputan es la cercanía al oído y el ánimo del mandatario.

Así es que en el episodio del audio donde Dulce María fue grabada y exhibida diciendo algo que igual piensan y también dicen “en corto” muchos del círculo cercano —sólo que no a todos los graban y los traicionan con una filtración a los medios como a la empresaria— parece repetirse la historia de la conquista de Tenochtitlán, que justo cumplirá 500 años el próximo año: tlaxcaltecas aliados con funcionarios de la Presidencia de apellidos españoles, de origen valenciano y catalán, lanzaron una bomba que pegó directo en el corazón del Palacio que hoy se ubica justo donde hace cinco siglos estaba el majestuoso Templo Mayor, símbolo máximo del imperio tenochca que caería en ese año fatídico de 1521.

NOTAS INDISCRETAS…

Por cierto que la lucha por la gubernatura de Tlaxcala será una lucha entre mujeres, no sólo por las dos ya mencionadas que se disputan la candidatura de Morena, sino por la que muy seguramente será la candidata del PRI al gobierno estatal, la actual alcaldesa de la capital tlaxcalteca, Anabell Ávalos Zempoalteca. La popularidad de la presidenta municipal es tal que se le ve como una candidata fuerte no sólo del priismo sino de una gran alianza con el PAN y el PRD, ahora que ya se aprobaron las coaliciones en el panismo. Y aunque Morena está fuerte en las encuestas, sea con Lorena Cuéllar o con Dulce María Silva, es un hecho que una candidata como Anabell Ávalos, respaldada por los tres partidos que hasta ahora han gobernado al estado, será sin duda altamente competitiva. Tanto que hace unas semanas, el pasado 25 de noviembre, ocurrió un hecho tan grave como extraño. En la casa de la alcaldesa de Tlaxcala, cuando se reunía con varios de sus colaboradores, entró por la noche un comando de hombres armados, vestidos de negro y encapuchados, que presuntamente iban a asaltar a la presidenta municipal. Los hombres fuertemente armados llegaron y amarraron a los presentes, incluida la alcaldesa, para buscar en las habitaciones de la casa supuestos objetos de valor. Una de las víctimas de ese ataque narró a esta columna que el actuar de los asaltantes fue siempre muy extraño, que parecían no ser de Tlaxcala y que a pesar de que varios de ellos llevaban objetos de valor e incluso una de las asistentes tenía dinero en efectivo, nunca los despojaron de nada y después de casi una hora de gritos y búsquedas en la casa, salieron llevándose algunos celulares y alguna pantalla de televisión, ni joyas ni otros valores buscaron, y que luego los objetos robados fueron encontrados a unos kilómetros de distancia de donde se ubica la casa de Ávalos Zempoalteca. Ante ese extraño “asalto”, la conclusión en el equipo de la alcaldesa tlaxcalteca fue que “alguien” quiso mandarle “un mensaje” que al parecer tiene que ver con sus aspiraciones a la gubernatura, como tratando de desalentarla. Lo cierto es que Anabell Ávalos, nos dicen, está decidida a competir y en unos días presentará su renuncia al cargo de presidenta municipal, a pesar de que podría permanecer en él hasta marzo, pero prefiere desligarse y evitar acusaciones sobre uso de recursos públicos o ventajas de su cargo. Hace 6 años, la ahora alcaldesa fue también aspirante a la gubernatura, pero entonces fue hecha a un lado por el gobernador Mariano González Zarur, que apoyó al actual mandatario Marco Antonio Mena. Así es que ahora, aún con los “mensajes” y pleitos entre los tlaxcaltecas, nada se interpondrá entre Anabell y la candidatura. Y lo que es un hecho es que, sea por Morena o por una alianza PRI-PAN-PRD, la próxima gobernante de Tlaxcala será una mujer, casi 30 años después de que Beatriz Paredes gobernara a ese estado…Los dados mandan Serpiente doble. Mal tiro.

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