Mientras la presidenta Sheinbaum le pedía a Joe Biden que le diera más información a su gobierno sobre cómo fue que lograron llevarse al Mayo Zambada, desde Estados Unidos y Canadá avanzan imparables dos tsunamis políticos y comerciales que golpearán muy fuerte a México.
Del lado estadounidense la llegada de Donald Trump al poder con sus amenazas de aranceles, deportaciones masivas de migrantes y cierre de la frontera, además de la revisión a fondo del TMEC; mientras que del lado canadiense una enorme ola antimexicana recorre al país de la hoja de maple, con el clamor de todos los gobiernos provinciales y territoriales, pidiéndole a Justin Trudeau renegociar un pacto comercial con los Estados Unidos y dejar fuera a México, por su acercamiento con los chinos y sus inversiones millonarias en nuestro país.
Pareciera como si de pronto las estrellas hayan conjurado en contra de México, porque de repente los dos socios comerciales y vecinos, con los que comenzamos a intercambiar mercancías en 1994 y juntos construimos uno de los mayores y más exitosos mercados comerciales del mundo, se volvieran hostiles hacia México.
Por parte de Donald Trump las presiones provendrán de varios temas: la migración indocumentada, la inseguridad en la frontera, el combate al fentanilo y a los cárteles del narco mexicano, así como las amenazas de aranceles y de cancelación del TMEC.
En tanto que de Canadá, la “preocupación” que le expresó Justin Trudeau a la presidenta Sheinbaum en su reciente reunión en el marco del G20 por la aceptación de inversiones chinas en México, ya se transformó en un “clamor nacional”, pues a los ministros de las provincias de Ontario, Doug Ford, y de Alberta, Danielle Smith, ya se sumaron los gobernantes y ministros de todas las regiones provinciales y territoriales de Canadá, solicitando la exclusión de México y la firma de un tratado comercial sólo con los Estados Unidos, por lo que es muy probable que pronto el gobierno canadiense, en voz de Trudeau, tenga que tomar una posición al respecto.
Y es que al final no son pocos los señalamientos y las evidencias de la llegada masiva de autos chinos al mercado mexicano, junto con inversiones físicas en ciudades de la República y lo permisivas que han sido las autoridades mexicanas para la entrada de mercancías y productos textiles, de calzado y de tecnología, todo procedente de China, a través de las plataformas comerciales que ya operan en todo México y están arrasando incluso a los productores nacionales de la industria textil y del vestido.
Ante tal nivel de rechazo y hostilidad a México desde Estados Unidos y Canadá, ¿cómo se prepara el gobierno de Claudia Sheinbaum para enfrentar, negociar y tratar de evitar que se rompa el TMEC, que Trump no cierre las fronteras ni deporte a millones de mexicanos o que intente mandar operativos militares desde su país al territorio mexicano contra los cárteles de la droga a los que amenaza con declarar como terroristas?
Hasta ahora no lo sabemos. Sólo se sabe que la presidenta Sheinbaum dice que no pasará nada, que podemos estar tranquilos los mexicanos; que Marcelo Ebrard dice que con “sangre fría e inteligencia” va a convencer a Trump y a sus halcones, o que el canciller Juan Ramón de la Fuente ya prepara las embajadas y consulados para enfrentar las acciones contra migrantes y evitar que se violen derechos humanos de los mexicanos.
Pero que exista una estrategia clara y puntual desde el gobierno federal para enfrentar las acciones y exclusiones que intenten realizar los gobiernos de Trump y de Trudeau en contra de México y del tratado trilateral de comercio, ni se ha informado ni se ve que la estén preparando con toda una red de políticos, cabilderos, diplomáticos y empresarios para tratar de contrarrestar de manera unificada las decisiones que afectarán a México, a sus migrantes y a su estabilidad y economía.
¿Estará lista y consciente la presidenta Sheinbaum y su equipo de colaboradores de lo que se viene en el arranque del 2025 para México apenas se siente en la Oficina Oval el recargado, vengativo y todo poderoso Donald Trump?
NOTAS INDISCRETAS…
La tensión entre el gobierno federal y el de Jalisco subió ayer de nivel con los comentarios que hizo en su mañanera la doctora Sheinbaum, al descalificar las iniciativas del gobernador Enrique Alfaro para abandonar el pacto fiscal federal, y señalar que en todo caso "eso es algo que ya le correspondería al gobernador Lemus”. Y es que la doctora parece ignorar que entre Alfaro y Lemus sí hubo comunicación al momento de decidir presentar las iniciativas al Congreso, al menos que su declaración sea más bien un mensaje cifrado para decirle al gobernador entrante de Jalisco que no puede llegar al poder con esa “papa caliente” que tanto incomoda a la Federación. En todo caso en Jalisco está creciendo un sentimiento muy localista sobre el maltrato del gobierno federal en el presupuesto del 2025 y ya comienzan a leerse en la prensa, los análisis y columnas, palabras como ”escisión” y “riesgo de ruptura en la República”. Sería bueno que de uno y otro lado se serenaran y se sentaran a dialogar y a negociar. Lo que menos necesitamos en este momento los mexicanos, con todo lo que se nos viene desde el norte, es dividirnos y fracturarnos como país. La historia es más que clara: siempre que nos hemos dividido, los mexicanos hemos perdido honor, estabilidad, desarrollo y hasta territorio…Poco a poco el recién llegado como líder nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, ha empezado a hacer ruido y a incomodar y molestar al gobierno federal y a la mayoría de Morena en el Congreso. La cerrazón y falta de diálogo por parte de la doctora Sheinbaum y de su gobierno impiden que haya un debate político abierto sobre los temas urgentes y prioritarios para los mexicanos. Y al negarse el diálogo, la estrategia de Romero y el CEN que encabeza es salir a las calles y retomar las acciones de resistencia civil que aplicaran los líderes de Acción Nacional desde la oposición, convocando a la militancia panista a sumarse a estas acciones de resistencia. Ayer, justo cuando empezaba a discutirse en la Cámara de Diputados la desaparición de los órganos autónomos constitucionales, Romero y sus huestes panistas hicieron un mitin frente a las oficinas del INAI, en defensa de este instituto, que representa el derecho de los ciudadanos a la transparencia y el acceso a la información, luego de que ayer por la mañana la Presidenta reiterara su decisión de que desaparezca el organismo de transparencia. Y parece que con sus acciones de protesta, Romero ya logró incomodar en Palacio Nacional, porque justo ayer en la conferencia mañanera la doctora Sheinbaum volvió a mencionar al líder panista atacándolo de nuevo con los señalamientos del cártel inmobiliario, aunque hasta ahora no los han acusado formalmente de nada. Así que parece que Romero ya encontró el camino para intentar volverse la piedra en el zapato de la 4T, ahora sólo habrá que ver si hay otros liderazgos panistas o sociales que se le sumen en su cruzada de protesta y resistencia. A ver si con eso el panismo resiste los seis años del “segundo piso de la transformación”…Giran los dados. Escalera Doble. Bueno el tiro.