La venganza de Alejandro Morerno, ante los desaires y la confrontación abierta que sostenía con el senador de su partido Miguel Osorio Chong, se consumó anoche con la decisión del hidalguense de dejar la coordinación parlamentaria del PRI en el Senado, luego de que la mayoría de sus compañeros senadores (8 de 13) le retiraron el apoyo y votaron por un cambio de coordinador en su bancada. El propio Osorio, al saberse perdido, anticipó su salida y anunció su decisión de convertirse en senador independiente, aunque no abandonará su militancia priista.
La operación para destituir al exsecretario de Gobernación se coordinó directamente desde la oficina de la Presidencia del CEN del PRI y, tras la convocatoria que emitieron un grupo de siete senadores priistas, el martes por la tarde, para una Asamblea Extraordinaria de su fracción, Alejandro Moreno habló con varios de los seis senadores que aún apoyaban a Osorio Chong para ofrecerles su reelección legislativa en 2024, a cambio de que apoyaran la remoción del hidalguense que al final se quedó sólo con tres votos, además del suyo: Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga, fueron los tres senadores que hasta el final apoyaron al depuesto coordinador e incluso anoche se salieron de la reunión al acusar “cerrazón” de parte del resto de sus compañeros que anoche mismo eligieron al senador Manuel Añorve Baños como su nuevo coordinador.
La clave para debilitar a Osorio, que todavía ayer por la mañana contaba con seis votos y trataba de convencer a un senador del otro bloque para mantenerse en la coordinación, fueron los senadores de Coahuila, Verónica Martínez García; de Morelos, Ángel García Yáñez, y de Zacatecas, Claudia Anaya. En el caso de la coahuilense, personalmente Alito llamó al gobernador Miguel Riquelme, según confirman fuentes de Coahuila y del Senado, para pedirle que convenciera a la senadora de que le retirara su apoyo a Osorio. “Dile a Verónica que si ella quiere reelegirse, la reelección no se la dará Osorio sino yo”, le habría dicho el presidente del PRI al mandatario de Coahuila que al final habló con la legisladora de su estado que se sumó al bloque en favor de Añorve.
En cuanto a Ángel García, de Morelos, el mismo Moreno Cárdenas, le ofreció también firmar su reelección en 2024 y con eso lograron que firmara la convocatoria, al igual que Claudia Anaya, de Zacatecas, a la que le ofreció también la posibilidad de ser postulada para reelegirse a cambio de que abandonaran a Osorio Chong. Esos tres fueron los votos clave que inclinaron la balanza y al final ocho senadores priistas (Beatriz Paredes, Jorge Carlos Ramírez, Silvana Beltrones, Claudia Anaya, Ángel García, Verónica Martínez, Mario Zamora y Carlos Aceves del Olmo) votaron por el guerrerense Añorve como nuevo coordinador y cuatro senadores abandonaron la reunión.
Manuel Añorve llega sin duda con todo el respaldo del CEN priista y será un coordinador totalmente cercano y afín a Moreno Cárdenas. Tiene también cercanía con el exdirigente del tricolor Manlio Fabio Beltrones y en su actuación como senador se ha caracterizado por su manía de tomarse fotos y aparecer siempre cercano con funcionarios de la 4T cuando visitan el Senado. Lo hizo con el fiscal Alejandro Gertz Manero cuando compareció en marzo de 2022 y lo repitió también con Adán Augusto López el 1 de septiembre del año pasado, cuando éste acudió a presentar el 4to. Informe de Gobierno, fecha en la que el senador Añorve apareció muy cerca del abrazo que se dieron el secretario de Gobernación y el dirigente Alejandro Moreno, para sellar el acuerdo por el cual el PRI presentó la propuesta de extensión de la presencia del Ejército en las calles hasta el año 2028 que después aprobaron los priistas con la mayoría de Morena.
Así que lo de ayer fue, sin duda, un golpe político de fuerza de Alejandro Moreno en contra de Miguel Osorio Chong, en el pleito público y abierto que ambos sostienen desde que el primero asumió la dirigencia nacional del priismo en agosto de 2019. Con la caída de Osorio, Alito controlará, ahora sí, las dos fracciones parlamentarias del PRI tanto en San Lázaro como en el Senado, lo que le da un mayor margen de negociación con el gobierno de López Obrador en lo que resta de las actuales legislaturas.
Pero también con este triunfo, Moreno Cárdenas debilita a uno de sus principales adversarios internos y quien le había impugnado ante los órganos electorales sus reformas estatutarias aprobadas por el Consejo Político Nacional, con las que Alito pretendía alargar su presidencia, que concluye en agosto, hasta pasadas las elecciones presidenciales de 2024. Y aunque en un primer fallo el INE se negó a validar esas reformas al considerar que no se cumplieron todos los trámites estatutarios, el asunto está ahora en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que determinará si la ampliación de mandato, junto con muchos otros cambios a los estatutos del PRI son o no legales.
Así que, sin duda, en esta batalla se impuso Alejandro Moreno Cárdenas y perdió Miguel Ángel Osorio Chong, que ayer se replegó antes de ser destituido y anunció que dejará la bancada priista para declararse senador independiente. No se sabe si Claudia Ruiz Massieu, quien por cierto tiene aspiraciones presidenciales, Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga seguirán los pasos de Osorio o se mantendrán dentro de la bancada de senadores del PRI. Y lo que tampoco se sabe, pero lo más seguro es que no, es si aquí acaba la guerra entre Alito y Osorio, o si veremos aún más batallas intestinas entre estos dos personajes, en medio de un partido minimizado y dividido, cuyos liderazgos parecen disputarse las migajas, mientras el viejo PRI se les resquebraja cada vez más.
NOTAS INDISCRETAS… La confrontación del presidente López Obrador con los congresistas de Estados Unidos, primero los republicanos y luego algunos demócratas importantes que cuestionaron su fallida estrategia de “abrazos, no balazos” y hablaron de una violencia fuera de control y de cárteles de la droga mexicanos como terroristas, está escalando esta semana a un choque directo con la administración de Joe Biden, con las declaraciones fuertes que ha hecho el mandatario mexicano descalificando al Departamento de Estado, al que se ha referido como “departamentito” y cuestionando la validez de su Informe Mundial de Derechos Humanos, que ubicó a México como un país donde se siguen violando derechos humanos de manera alarmante. AMLO no sólo volvió a acusar a Estados Unidos y a su gobierno “de creerse los policías del mundo” y de seguir practicando la doctrina Monroe con su intervencionismo, sino que se lanzó abiertamente contra el Departamento de Estado, que es la segunda posición de poder en la Casa Blanca, después del presidente. Las respuestas de Washington no tardaron en llegar, ayer tanto los voceros del Departamento de Estado como de la Casa Blanca desmintieron y cuestionaron al presidente de México por sus acusaciones de injerencismo y por haber afirmado que a Donald Trump “le fabricaron un delito” con fines políticos y para sacarlo de la boleta electoral. En ambos casos, dijeron desde Washington, es falso y equivocado lo que afirma el presidente mexicano. Pero la acusación más fuerte la hizo el propio Antony Blinken, secretario de Estado, quien en una comparecencia ayer ante el Senado de su país, y a pregunta expresa del senador republicano Lindsey Graham, acusó que “sí, hay estados y territorios controlados por el narcotráfico y sus cárteles en México y no por el gobierno”. A este paso, la tensión por esta guerra verbal que sostienen la Presidencia de México y ahora también la de Estados Unidos junto con su Congreso, subirá cada vez más en algo que no conviene a ninguno de los dos países, que se necesitan mutuamente. Y no es difícil adivinar quién tiene el riesgo de perder más en este duelo desigual… Fuentes muy cercanas a la familia Cárdenas confirman que la salida de Lázaro Cárdenas Batel del staff presidencial sí fue originada por la molestia del excoordinador de Asesores por los injustos cuestionamientos de López Obrador a su padre Cuauhtémoc Cárdenas. También aseguran que Lázaro “no quiere nada con el gobierno de AMLO” en estos momentos y que aceptó lo de CELAC como una forma de poner distancia, mientras analiza qué hará en el futuro. Por cierto, también confirman fuentes de Movimiento Ciudadano, que Cárdenas Batel sí dialogó con ese partido con miras a aparecer entre los posibles candidatos de MC a la Presidencia de la República, junto con Luis Donaldo Colosio y los gobernadores Samuel García y Enrique Alfaro. ¿Será que entonces sí hay ruptura entre la familia Cárdenas y el presidente?... Los dados mandan Serpiente Doble. Caída libre.