Tras haber sido “expulsado” de la próxima bancada del PRI en el Senado, lo que significa que su nombre y su curul no fueron incluidos en la constitución formal del grupo parlamentario de ese partido para la LXVI Legislatura que arranca el 1 de septiembre, al priista Manlio Fabio Beltrones sólo le quedan dos caminos: o se declara “senador independiente” o busca constituir una fracción independiente alterna a su partido, para lo cual requeriría de al menos otros cuatro senadoras o senadores para reunir los 5 legisladores con los que se puede constituir un grupo parlamentario y tener acceso a las posiciones y prerrogativas que marca la ley.

Aunque el senador sonorense sostiene que él sigue siendo priista, que no piensa renunciar a su partido y califica como un “absurdo y una venganza sin sentido” del dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas, por sus posiciones personales en contra de su reelección al frente del PRI, en los hechos, según el Reglamento del Senado de la República, Beltrones está oficialmente fuera de la fracción del PRI que ya realizó todos sus trámites para la constitución de su grupo parlamentario y no incluyó su nombre entre sus integrantes.

Entre los nuevos senadores priistas se comenta que la decisión de Alito de sacar a Manlio de la bancada senatorial, sí fue una venganza del líder priista por criticar públicamente su reelección. Según al menos dos legisladores tricolores, Beltrones sabía de las intenciones reeleccionistas de Moreno Cárdenas, porque él personalmente le dijo al sonorense y a cada uno de los que obtuvieron candidaturas a diputados y senadores por el PRI, que las postulaciones se les darían con el compromiso de que votarían a favor de la reelección de su dirigencia.

“A cada uno de los que él aprobó como candidatos, cuando nos llamó para ofrecernos la postulación Alito nos dijo claramente: yo te apoyo, pero tú te comprometes a apoyar que me reelija en el partido”, comentó uno de los senadores tricolores, que justificaba con ello que Moreno Cárdenas acusara una “traición” y un “incumplimiento” del compromiso que Beltrones hizo con él, y de ahí decidiera expulsarlo.

Pero, aun así, cuando supuestamente había un compromiso, no todos los integrantes de la nueva bancada priista en el Senado estuvieron de acuerdo con la represalía de Alito Moreno de expulsar al senador Beltrones. De los 15 a los que se les pidió votar, hubo dos senadores que no votaron a favor de la expulsión del sonorense: el exgobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, y la excandidata al gobierno de Zacatecas, Claudia Anaya. Los dos se abstuvieron de votar, con lo que expresaron su inconformidad con la drástica medida.

Y ahí viene lo interesante, porque si Manlio Fabio Beltrones decidiera declararse senador “independiente” y buscara constituir una bancada propia, los nombres de Riquelme y Anaya podrían figurar entre quienes lo siguieran en una decisión de ese tipo. Y ya con 3 integrantes, solo necesitarían de dos más para poder constituirse como grupo parlamentario y tener derecho al presupuesto y comisiones que les otorga el Reglamento del Senado.

Para nadie es un secreto que el senador sonorense, que ya fue coordinador parlamentario del PRI, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, tiene influencia en las áreas administrativas del Congreso, por lo que se le facilitaría la constitución de un nuevo grupo parlamentario, siempre y cuando cumpliera con los requisitos legales.

En un Senado que estará dominado a partir del próximo 1 de septiembre por Morena y sus aliados, a los que les faltan sólo 3 senadores para alcanzar la mayoría calificada, será interesante ver cómo se mueven los escasos equilibrios que habrá entre las fuerzas políticas y las distintas bancadas. Y es ahí donde una bancada independiente, formada por al menos 5 senadores, podría jugar un rol interesante porque, de entrada, si el PRI pierde a más senadores será relegado al cuarto o quinto lugar como bancada, con lo que disminuirían sus presupuestos y comisiones, además de que no tendría derecho a ocupar una vicepresidencia en la primera Mesa Directiva.

Así es que veremos qué camino toma el senador Manlio Fabio Beltrones, que sin duda será una de las figuras parlamentarias más visibles en la próxima legislatura que está a punto de iniciar, aunque a estas alturas, con su expulsión ya oficial de la bancada priista, al sonorense no le quedan demasiadas opciones.

NOTAS INDISCRETAS…

Todo indica que el INE de Guadalupe Taddei, con el voto de los consejeros afines a Morena, aprobará la sobrerrepresentación del 73% para las bancadas oficialistas en la Cámara de Diputados y del Senado. Bajo el criterio y la interpretación de que el reparto de las plurinominales se debe hacer por coalición y no por partido, como marca la ley, los consejeros del INE se aprestan ya a aprobar, primero en sus comisiones y luego en Consejo General, el proyecto que le infla al PT y al PVEM, los dos aliados morenistas, con lo que entregarán a la llamada 4T y, por ende al gobierno de Claudia Sheinbaum, una mayoría calificada de 364 diputados, con la que el oficialismo podrá hacer y deshacer cuánto le venga en gana modificando la Constitución y las instituciones a su antojo y para beneficiar sus intereses y su permanencia en el poder, como ya se aprestan a hacerlo con los drásticos cambios al Poder Judicial federal. En el Senado, las cuentas no le alcanzarán a Morena y aun con la ayuda de los consejeros del INE y de la presidenta Taddei, se quedarían a tres senadores de alcanzar la mayoría calificada y con solo 83 escaños, de los cuales 60 son de Morena, 14 del PVEM y 9 del PT. Así que, sin hacer caso de las múltiples voces que les pidieron hacer una interpretación “justa y objetiva” de la Constitución para favorecer la pluralidad política y fortalecer a las minorías en el Congreso, en busca de mantener los equilibrios democráticos en la República, el INE a modo que construyó la 4T se apresta a darle todo el poder al partido gobernante en niveles similares a los que tenía el PRI en la época de Miguel de la Madrid, Echeverría y López Portillo. Hasta allá hemos retrocedido… Y para los que aún guardan la esperanza de que lo que apruebe el INE en las próximas horas lo pudiera revertir el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, me temo que no hay muchas razones para el optimismo. Los cuatro magistrados que definirán, a partir de las denuncias y recursos que presenten los partidos de oposición, serán ratificados, junto con la quinta y nueva magistrada que no tiene derecho a voto en este tema, para que continúen en su cargo hasta el 2027. Los magistrados electorales serán los únicos funcionarios del Poder Judicial federal a los que no les aplique la Reforma Judicial que se aprobará a partir del 1 de septiembre, y mientras ministros, magistrados judiciales y jueces federales tendrán que renunciar gradualmente, conforme se vayan convocando las elecciones para elegir a los nuevos juzgadores por voto popular, los cinco magistrados del TEPJF permanecerán en sus cargos por tres años más. El argumento oficial con el que Morena excluyó a los magistrados electorales de la Reforma Judicial fue que como vienen el próximo y los dos siguientes años electorales con varias elecciones estatales y la elección federal de 2027, no pueden ser removidos los integrantes del máximo Tribunal electoral. Pero la razón extraoficial que se comenta en los pasillos de San Lázaro es que en realidad hubo una negociación con los magistrados electorales para mantenerles su cargo a cambio de que validen la torcida sobrerrepresentación de Morena y sus aliados en el Congreso. Como dirían los romanos, todo fue un quid pro quo… Giran los dados. Capicúa y repetimos tiro.

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