La orden del presidente López Obrador a su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, fue terminante: “Ningún aval a los gobernadores para contratar deuda o créditos. Lo quieren para las elecciones, no para el Covid, así es que si acaso hasta después de la elección (de 2021) que se les dé el aval”. La instrucción presidencial, que mete freno a los créditos solicitados por varios gobernadores de oposición que ya obtuvieron incluso autorización de su Congreso local, parte de la desconfianza y la idea de que los mandatarios estatales no sólo “no se aprietan el cinturón”, como él se los ha pedido, sino que además planean meter las manos en las votaciones del próximo año en sus estados.
El primer “frenado” en sus intenciones de contratar 4,600 millones de pesos de endeudamiento para su estado, con el argumento de la crisis del Covid, fue el panista Francisco García Cabeza de Vaca, a quien la Secretaría de Hacienda ya le negó el aval federal para que los bancos le dieran los créditos que ya tenía autorizados y que ahora no podrá contratar porque la Ley de Deuda Pública y Disciplina Fiscal le exige contar con la firma del titular de la SHyCP. Bajo la misma orden, Herrera podría frenar también la deuda solicitada por Enrique Alfaro de 6,200 millones de pesos, y los 5,350 que pretende solicitar el gobierno de Guanajuato, a cargo del panista Diego Sinhué, si les niega el aval de Hacienda.
La decisión de López Obrador, que es casi una declaratoria de guerra ante los reclamos y quejas de los gobernadores que le demandan “recursos extraordinarios para la pandemia de Covid” y revisión del Pacto Fiscal , la tomó esta semana, luego de que en una reunión con su gabinete de seguridad le mostraron un informe de inteligencia federal sobre los aviones privados en los que viajaron 6 de 9 gobernadores del PAN que acudieron el sábado 13 de junio a la reunión del GOAN en Dolores Hidalgo, Guanajuato. “Con razón no les alcanza el presupuesto”, dijo con sorna el Presidente a sus colaboradores cuando le enseñaron las fotos de los Learjet, Turbo Comander, Cessna, Hawker y Turbohélice, entre otras aeronaves en las que arribaron los mandatarios de Chihuahua, Javier Corral; Baja California, Carlos Mendoza; Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; Durango, José Rosas Aispuro; Yucatán, Mauricio Vila; y Quintana Roo, Carlos Joaquín González. Unos eran rentados y otros propiedad de sus gobiernos.
Fue por ese informe, que contenía detalles de los modelos de avión, matrículas, fotografías y horas de salida y llegada de cada uno de los mandatarios panistas, que el 16 de junio, durante su gira por Tlaxcala, el Presidente soltó el comentario sobre “esos que se reunieron, todavía tienen los aviones privados y están contratando deuda, y siguen gastando como si viviésemos en los tiempos del derroche, de los gastos superfluos, no se aprietan el cinturón”, dijo tras aclarar que es legítimo que los gobernadores del PAN se reúnan pero les pidió que no culpen después al gobierno federal porque no les alcanza el presupuesto.
En ese mismo discurso, el Presidente expresó su desconfianza de que el dinero que están pidiendo como deuda los estados, lo quieran para influir en las elecciones de 2021 . “No vamos a permitir que haya fraude, desde luego no se va a permitir que ningún funcionario se involucre, participe en procesos electorales; me refiero a funcionarios, servidores públicos federales. Pero también vamos a estar muy pendientes del comportamiento de las autoridades estatales para garantizar que haya elecciones limpias y libres, que no estén pensando —lo digo con toda franqueza— los gobernadores que no se va a meter el gobierno federal, pero que ellos sí van a poder aplicar prácticas de compra de voto, de acarreo, de reparto de dádivas, ahí sí. Vamos a estar muy pendientes”, afirmó.
Por eso, cuando le dio la instrucción a Arturo Herrera, fue muy claro en que no debe dar ningún aval federal a ningún estado porque López Obrador asegura que el dinero de esos créditos planean utilizarlo para la operación electoral en sus estados en los próximos comicios federales y locales del 5 de julio de 2021, cuando se renueva la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y casi 2 mil ayuntamientos.
Si no hay deuda, quieren dinero federal
La respuesta de los gobernadores al presidente fue automática. Ayer mismo, desde Monterrey, 8 mandatarios del Frente contra el Covid, le exigieron a López Obrador que les otorgue recursos federales para un plan emergente de apoyo a pequeñas y medianas empresas en sus estados, un programa de largo alcance contra la crisis económica, además de activar un seguro de desempleo y la suspensión de proyectos y programas federales como el Tren Maya , Santa Lucía y Dos Bocas .
El tono que utilizaron los gobernadores de Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Coahuila, Tamaulipas, Colima, Durango y Guanajuato era casi de exigencia y lo plasmaron en las demandas de un nuevo “Manifiesto” que le harán llegar al Presidente junto con la petición de una reunión urgente con él para discutir la implementación de un ingreso básico universal para los mexicanos y la contratación de deuda del gobierno federal para reactivar la economía del país. Reiteraron además el planteamiento de revisar el Pacto Fiscal y el sistema de tributación. "Es el momento de unirnos y coordinarnos ampliamente para enfrentar la crisis", dijo el anfitrión Jaime Rodríguez “El Bronco” al leer el documento que firmaron los ocho mandatarios.
En particular el que ayer dejó ver su descontento con el presidente López Obrador fue el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Antes de partir a Monterrey donde firmó el “manifiesto” del Parque Fundidora, anunció en su estado que su gobierno le va a cobrar un impuesto estatal a la CFE, Pemex y a sus empresas proovedoras que operan en la entidad tamaulipeca por las emisiones de gases de efecto invernadero al utilizar combustóleo para generar su producción. Con los recursos de ese impuesto, dijo, se promoverán la generación de energías limpias y cuidado del medio ambiente en Tamaulipas. “El que contamina paga. No se vale que el gobierno central y las empresas contaminantes se lleven las ganancias y nos dejen aquí el costo social y medioambiental”, sostuvo el mandatario panista.
El anuncio lo hizo Cabeza de Vaca después de enterarse de dos mensajes directos y duros que le mandó el Presidente al panista: el primero la negativa de Arturo Herrera a darle el aval necesario para que los bancos le prestaran los 4,600 millones de pesos que pidió; y el segundo mensaje lo dijo en su conferencia de prensa mañanera ayer desde Morelos donde, al hablar del “fraude” que según él cometió Felipe Calderón en 2006 para robarle la presidencia, mencionó la operación que en su momento hizo Elba Esther Gordillo con gobernadores del PRI para que orientaran el voto en sus estados a favor del candidato panista.
Mencionó que, tanto Elba Esther como Eugenio Hernández, exgobernador de Tamaulipas, sabe cómo se operó aquel día de los comicios, y en el caso del exmandatario tamaulipeco recordó que está preso en una cárcel de Ciudad Victoria porque lo encarceló Cabeza de Vaca. “Como ayudaría que el señor Hernández que está en prisión fuera una figura como testigo protegido…Sería extraordinario, ¿no les parece?...Va a haber una propuesta formal de eso”, dijo López Obrador al anunciar que Eugenio Hernández y otros personajes que quisieran dar información y declarar sobre la forma en que operaron aquel fraude en favor de Calderón, podrían recibir amnistía y salir de la cárcel a cambio.
Por eso ayer Cabeza de Vaca montó en cólera y lanzó no sólo su propia propuesta de impuestos estatales a Pemex y CFE, sino que propuso a los otros 7 gobernadores con los que tiene alianza, que también impusieran esos impuestos a las empresas federales que son, por cierto, las consentidas del presidente López Obrador. Como dirían en la escuelita: “hay tiro” y la confrontación entre el Ejecutivo federal y los distintos bloques de gobernadores de oposición cada vez sube más de tono y, ante la batalla electoral del 2021 que, aunque todavía no inicia formalmente ya está prácticamente arrancada, es claro que la guerra central será entre el poder federal y los poderes estatales, que serán los reyes del tablero electoral, con los partidos y las pragmáticas alianzas oficiales y opositoras como alfiles.
Así que, como canta el rezo de los gritones en el Palenque de Gallos: “Cierren las puertas señores…que los gallos ya se soltaron: el giro plateado de Palacio Nacional, contra los gallos pintos, azules, naranjas y tricolores” ...Y la pelea será a navajazo limpio.
Notas indiscretas...
El golpe mayor de las tres renuncias de mujeres que se produjeron el jueves por la tarde fue sin duda para el presidente López Obrador, que pierde a tres colaboradoras mujeres, las tres identificadas con las luchas del movimiento feminista. Se confirma así la ruptura con las luchas por los derechos, la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres que provocó el propio Presidente cuando desestimó las protestas del 9 de marzo y el Paro Nacional Un día sin Mujeres, además de negar el incremento de la violencia feminicida e intrafamiliar durante la pandemia del Covid. En particular la renuncia de Asa Cristina Laurel, por la forma en que se dio, con una dura columna de la exsubsecretaria de Salud en La Jornada, le dolió al Presidente, pues se trata de la que fuera su secretaria de Salud en la Ciudad de México, fundadora del FDN y del PRD, además de ser la ideóloga de los programas sociales, apoyo a adultos mayores y pensiones, que tanto le han redituado políticamente a López Obrador. El trato que le dio el Presidente a Asa Cristina, si bien es cierto que planeaban desaparecer su subsecretaría, fue casi de “traidora”, cuando fue él quien permitió que entre Jorge Alcocer y su incompetencia y el excesivo protagonismo mediático de Hugo López-Gatell en la pandemia, prácticamente ignoraran y nulificaran a la doctora que acabó sin figurar para nada y torpedeada por las grillas tan fuertes por el control de la Secretaría de Salud. El jueves había una versión que decía que a Asa Cristina la podían mandar al IMSS, en lugar de Zoé Robledo, pero ante los comentarios fríos que le dedicó ayer el Presidente, es más probable que sea a López-Gatell al que manden al Seguro Social ante el desgaste y la pérdida de credibilidad que ha sufrido con el rebasamiento total de sus proyecciones de contagios y muertes …Pero la otra que resultó sin duda golpeada por las renuncias fue la Secretaría de Gobernación. Y ahí hay dos a los que les pegó el tema; por un lado la secretaria Olga Sánchez Cordero, quien recomendó personalmente a Mónica Maccise como titular del Conapred, y el otro es el subsecretario Alejandro Encinas, a quien le tumban otra colaboradora importante con la salida de Mara Gómez. Pero lo más duro y que golpea tanto a doña Olga como a Encinas, fueron los comentarios del Presidente de que las funcionarias renunciadas “no tenían identificación plena con la transformación” y tampoco tenían “convicciones”. ¿Será que el Presidente mandó mensajes más allá del enojo de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y de él mismo por un foro que terminó censurado y cancelado? Lo que sí es un hecho es que López Obrador cada vez está más enojado y radical y, con la salida de Maccise y su intención de desaparecer el Conapred, no sólo se aleja de las luchas históricas de la izquierda y de personajes como Gilberto Rincón Gallardo, creador e impulsor del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, sino que además está aplicando puntualmente su nueva visión estalinista: “Si no estás conmigo, estás contra mí” y nadie que esté contra él tiene cabida ni en instituciones ni en mesas de debate…Se baten los dados. Escalera doble. Semana redonda.
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