Algo pasó en Palacio Nacional y en Morena porque, después de haber minimizado y menospreciado el efecto que tendría una ruptura de Marcelo Ebrard y sus seguidores con la 4T, las señales cambiaron. Ahora, en lugar del desdén mostrado por el presidente López Obrador y la candidata Claudia Sheinbaum ante las quejas y denuncias del excanciller y sus amenazas de abandonar al partido oficialista, la prioridad es evitar un rompimiento de Ebrard y ofrecerle una negociación política para que permanezca dentro del movimiento y evite una división que resultaría costosa para el lopezobradorismo.

Desde la oficina presidencial han comenzado a buscar un encuentro con Marcelo para ofrecerle que se siente directamente con López Obrador, ante la negativa de Ebrard para sentarse a hablar con Claudia Sheinbaum. La idea es que el Presidente dialogue y negocie personalmente con su excanciller para pedirle que ponga fin a sus quejas y acepte permanecer dentro del movimiento a cambio de posiciones para él y su gente, en las que se les garantizaría el respeto y la inclusión en las tareas del movimiento y en las próximas campañas.

En concreto, nos dicen fuentes de Morena, se le plantearía a Ebrard ser candidato al Senado en los primeros lugares de la lista partidista y a su gente apoyarla con la reelección, en el caso de senadores y diputados, y algunas candidaturas para su equipo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. “Lo que se busca es evitar que Marcelo se vaya por el impacto que podría tener su salida, no tanto en la disputa por la Presidencia de la República, pero sí en el objetivo prioritario para el Presidente y para el movimiento, de lograr mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso de la Unión”, nos comentó la fuente morenista.

La decisión de buscar a Marcelo y proponerle una negociación la tomaron conjuntamente Sheinbaum y el presidente López Obrador, a partir de las peticiones que hicieron abiertamente otros de los aspirantes que participaron en el proceso interno y de las proyecciones y prospectivas sobre los puntos que podría restar a Morena el excanciller en caso de que se postulara por alguna otra opción política como Movimiento Ciudadano, con quién ha sostenido pláticas.

La semana pasada, el excanciller dijo en entrevistas radiofónicas que él no está pensando en negociar posiciones a cambio de retirar las impugnaciones al proceso morenista, que ya presentó ante la Comisión de Quejas de Morena. “No estoy negociando una posición, no es mi objetivo. Yo creo que si él (López Obrador) estuviera en mi posición, haría algo muy similar a lo que yo estoy haciendo, es lo que aprendí junto con él”, dijo de manera enfática el exintegrante del gabinete obradorista.

Pero la realidad es que a Marcelo Ebrard se le están acabando las opciones y, después de haber retrasado su salida de Morena, con el argumento de que esperaría a que le respondieran a sus quejas en el partido, dejó la impresión de que está alargando los tiempos en espera de otro tipo de salida. Porque la candidatura independiente que él mismo mencionó como una de sus opciones, se cerró para él el pasado jueves, al vencerse el plazo legal para registrarse en el INE; mientras que sus otras opciones, como la candidatura de Movimiento Ciudadano, cada vez se ve más complicada ante el avance de otros aspirantes emecistas como Samuel García y Jorge Álvarez Maynes.

Ayer, de hecho, en entrevista que le realizamos en el noticiero A la Una con este columnista, Dante Delgado, líder nacional de MC, dijo que su partido busca “candidaturas jóvenes y disruptivas, que le hablen a los nuevos votantes y tengan propuestas de cambio y modernización para el país. Queremos ser una opción distinta a los que ya gobernaron y le fallaron al pueblo (PRI y PAN), y los que están gobernando pero lo han hecho mal (Morena), y para eso necesitamos candidatos frescos y que representen algo nuevo”. Y cuando se le insistió sobre la posibilidad de que inviten a Ebrard, Dante le dio la vuelta: “No lo descartamos, pero tampoco lo encartamos. Él tiene que resolver sus tiempos y sus decisiones, aunque ya se tardó”.

La tercera opción que Marcelo Ebrard había contemplado si finalmente rompe con Morena es su retiro definitivo de la política y ese parece ser el único que le va quedando. A menos que el presidente López Obrador, en el encuentro que ya está buscando con él, lo convenza de lo contrario y acepte el liderazgo del Senado que le ofrecerían en Palacio Nacional.

Hace casi 6 años, cuando Ricardo Monreal se inconformó con las encuestas en la Ciudad de México, que dieron ganadora a Claudia Sheinbaum para candidata a Jefa de Gobierno, López Obrador buscó al zacatecano, que ya incluso había negociado con el PRI y el PAN ser candidato a la Ciudad de México, y en una larga plática privada el entonces candidato presidencial convenció a Monreal de que se quedara en su movimiento a cambio de ser líder del Senado. ¿Será que se repite la historia y AMLO convence a Marcelo con posiciones y algunos otros métodos?

NOTAS INDISCRETAS…

Lo que nos cuentan trabajadores y secretarios de Estudio y Cuenta de la Suprema Corte de Justicia es de no creerse. Pero quienes lo vieron aseguran que la semana pasada, uno de los días que hubo sesión en el pleno, se encontraron en los pasillos del Palacio de Justicia los ministros Arturo Zaldívar y Alberto Pérez Dayán. Lo que comenzó como una conversación fuerte, terminó en reclamos airados y de pronto los dos juzgadores, que portaban la toga, pasaron a los manotazos y luego a los jaloneos, desatándose una pelea que sorprendió a todos los que se encontraban cerca de ellos. Entre los gritos se escuchó gritar al ministro Pérez Dayán: “Por tu culpa estamos así, tú nos metiste en este callejón sin salida por ponerte de tapete”. El enfrentamiento llegó a tal nivel que varios secretarios de Estudio y Cuenta salieron de las oficinas para tratar de calmar y separar a los dos hombres de toga y birrete, que ya para entonces lucían con la cara roja y la mirada enfurecida. Los testigos que cuentan el incidente físico no supieron explicar el motivo que llevó a los dos juristas a perder la compostura y a jalonearse a la vista de todos, pero por lo que alcanzaron a escuchar entre los gritos y empujones, sin duda tiene que ver con la tensión y la polarización que hace rato se respira en el máximo tribunal constitucional, no sólo entre sus integrantes, sino por su choque abierto con el Poder Ejecutivo. Ni hablar, como dijo el falso Quijote: “Cosas veredes amigo Sancho, que faran fablar las piedras” y los ministros pelear…Y hablando de pleitos, en la prensa zacatecana se reportó el pasado fin de semana un incidente en el Palenque de la Feria Nacional de la ciudad de Zacatecas, ocurrido el viernes por la noche y en el que se vio involucrada la comisionada del INAI, Julieta del Río. Resulta que la funcionaria del órgano autónomo, que estaba de visita en su tierra con motivo del segundo informe del gobernador David Monreal, llegó esa noche al palenque, para presenciar un concierto del grupo OV7 y, cuando entraba, acompañada de amigas y familiares, fue agredida por Servidores de la Nación que trabajan para la delegada de los Programas del Bienestar en el estado, Verónica Díaz. La funcionaria federal, que tiene una enorme influencia en el gobierno estatal, estaba molesta porque durante el informe del gobernador Monreal hubo quejas de que su imagen aparecía en muchos de los videos que se proyectaron en las pantallas para ilustrar los logros del gobierno estatal. Y siendo una funcionaria del gobierno federal, no había ninguna justificación para que la delegada del Bienestar apareciera tanto en los eventos del gobernador. Ante las quejas que llegaron directamente a David Monreal, se supo que la edición de los videos estuvo a cargo del coordinador de Comunicación Social estatal, Gerardo Flores, quien tiene relación directa con Verónica Díaz y al parecer le responde más a ella que al propio gobernador. Eso fue el antecedente de que, por la noche, a su llegada al palenque, la comisionada Julieta del Río fuera agredida por Gerardo Flores y por el secretario general de Morena en el estado, Mariano Casas, quienes junto a un grupo de Servidores de la Nación, le dijeron groserías y le faltaron el respeto a la funcionaria del INAI y a sus acompañantes, a tal grado que tuvo que intervenir la seguridad de Protección Civil para resguardarlas ante la agresión. Toda la escena era presenciada por la delegada del Bienestar, Verónica Díaz, que con una sonrisa malévola observaba desde la primera fila. En fin, que así de pesado se llevan las zacatecanas. No estaría de más que alguien, ya sea el gobernador Monreal o la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, pusiera en orden a su desbocada delegada, a la que acusan en Zacatecas de un protagonismo enfermizo y de que, muy lejos de la austeridad franciscana, anda vestida a todo lujo y acaba de estrenar una mansión que se construyó en un lujoso fraccionamiento de Zacatecas…Los dados mandan Capicúa. Repetimos el tiro.

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