Finalmente quedó claro ayer cuál era la intención política real detrás de la reapertura del Caso Colosio ordenada desde Palacio Nacional a la Fiscalía General de la República: no se trataba de vincular a proceso o acusar del delito imprescriptible de tortura a Carlos Salinas de Gortari y a otros dirigentes priistas de aquella época de 1994, cuando ocurrió el magnicidio del excandidato presidencial del PRI, pero sí de beneficiar con criterios legales a Mario Aburto Martínez, para luego poder utilizar al llamado “asesino solitario” y confeso, como una fuente de ataques, declaraciones y señalamientos contra el expresidente y la oposición política justo en el arranque de las campañas presidenciales del próximo año.

Hacia eso apunta el fallo judicial emitido ayer por el Primer Tribunal Colegiado de Toluca con el que declaró inválida la sentencia que condenó a 45 años de prisión al asesino de Colosio Fernández, al tiempo que giró instrucciones para que se le dicte una nueva sentencia por el delito de homicidio, pero ya no bajo los artículos del Código Penal Federal, como indebidamente se hizo hace 29 años, sino con base en el Código Penal de Baja California, estado donde Aburto Martínez cometió ese homicidio y bajo el que debió ser juzgado por tratarse de un delito del fuero estatal, y donde coincidentemente la pena máxima por ese delito es de 30 años.

De ese modo, Mario Aburto quedaría libre justo el próximo 23 de marzo de 2024, cuando se cumplen 30 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, y exactamente en el mes en que arrancarán oficialmente las campañas de los candidatos a la Presidencia de la República, del Congreso de la Unión, de 9 entidades federativas que renuevan gubernaturas y de los miles de cargos de diputados de Congresos locales y presidencias municipales para un total de 19,634 cargos de elección por los que votarán los mexicanos. No es para nada difícil apostar a que, una vez libre, Mario Aburto Martínez comenzará a hablar y a que sus dichos tendrán un impacto político y mediático en las campañas electorales que en ese momento estarán en marcha.

Tal vez por eso el presidente López Obrador se adelantó hace un par de semanas para aclarar, desde su conferencia mañanera, que su gobierno no estaba buscando citar a comparecer a Carlos Salinas de Gortari con la reapertura del Caso Colosio, y hasta se refirió extrañamente al expresidente como “el licenciado Salinas”, a quien por primera vez en muchos años no criticó ni se refirió a él con apodos o sobrenombres despectivos. Porque el inquilino de Palacio sabía que venía un fallo a modo del Poder Judicial Federal, ese que tanto ataca y cuestiona y descalifica cuando falla en contra de su gobierno.

Porque al final el fallo dictado por mayoría en el citado Tribunal Colegiado de Toluca, a propuesta del secretario en funciones, magistrado Luis Alberto Castro Velázquez, no dice que Aburto no haya sido el asesino de Colosio, sino que la sentencia en su contra fue “excesiva”. Es decir, que le encontraron una muy buena salida jurídica al homicida de Lomas Taurinas, porque si bien el homicidio que cometió aquel 23 de marzo de 1994 fue calificado con agravantes (premeditación, alevosía y ventaja), no fue un delito federal, dado que la víctima, en el momento del crimen no era funcionario federal (tampoco estatal o municipal) y por tanto a su asesino se le debió procesar conforme al Código Penal del estado donde cometió el asesinato y no de acuerdo al Código Penal federal, en el que en ese momento las penas por el delito de homicidio eran mayores.

Así que no parece para nada una casualidad que Mario Aburto podría quedar libre justo el mismo mes de marzo de 2024 en que estarán iniciando las campañas políticas y electorales, de tal modo que ya en libertad, y con el perfil de mitómano compulsivo que ya había mostrado en las investigaciones originales del caso Colosio, Aburto se convertirá en una fuente de estridentes y ruidosas declaraciones que, ya sean verdades a medias o mentiras completas, será utilizadas como armas de campañas negativas en contra de la oposición política a Morena y a sus candidatos y, particularmente, en contra del “licenciado Salinas”, al que claramente ubican en Palacio Nacional como uno de los promotores del Frente Amplio opositor a la 4T.

Lo que está buscando, pues, López Obrador y ayer prácticamente lo logró, es tener elementos para defenderse y defender a la candidata presidencial y demás candidatos de su partido, cuando arrecien los golpes y ataques por las campañas del 2024. Y en la medida que los problemas sociales como salud, seguridad, economía y demás promesas incumplidas en su gobierno se vuelvan temas de ataque y cuestionamiento para su movimiento, tener a Mario Aburto como uno más de los francotiradores al servicio de la llamada 4T y para mantener a raya a los que él mismo ha denominado antes “los verdaderos jefes de la mafia electoral”.

Maquiavelismo puro y uso de las instituciones públicas, incluidas las del Poder Judicial, para sus fines políticos, es lo que hace rato viene haciendo el Presidente de la República que, tal y como él mismo lo adelantó desde hace varios meses en un encuentro con gobernadores de su partido en Palacio Nacional, está dispuesto a “hacer lo que se tenga que hacer” con tal de lograr la continuidad de su movimiento político en el poder. Para López Obrador la que viene no es una batalla política más de las muchas que ha librado en su trayectoria política: es la guerra y para la guerra está cuidando todos sus frentes y a sus principales enemigos.

NOTAS INDISCRETAS…

Mientras siguen pasando los días sin que el Partido Morena y su Comisión de Honestidad y Justicia dé señales de querer atender y responder a su queja sobre irregularidades y violaciones en el pasado proceso interno del que surgió Claudia Sheinbaum como la futura aspirante presidencial, Marcelo Ebrard sigue subiendo el tono de su discurso y, además de operar políticamente con sus diputados afines en San Lázaro que insisten en pedir cambios al Presupuesto federal 2024, ayer el fallido aspirante morenista se aventó dos declaraciones fuertes y que claramente llevan dedicatoria específica: la primera fue que si las irregularidades en el proceso interno morenista hubieran sido en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, también estaría protestando, "con nosotros estuviera, no lo puede decir, pero él piensa como nosotros pensamos”, sostuvo Ebrard y aprovechó para recordarle a su aún partido que tiene sólo octubre para resolver su queja y espera que se reponga el proceso, ya que “no verán a Marcelo Ebrard participar en ninguna otra cosa que no sea por la candidatura a la Presidencia de la República”. Y la segunda declaración, que también mandó dedicada, fue a todos los que lo han tachado de “traidor" en el partido gobernante: “Hoy sabemos que tenían los resultados de la encuesta hasta antes del conteo, ya los tenían”, declaró el excanciller durante un evento en Tlalpan y llamó traicioneros a quienes “guardaron silencio y traicionaron los principios” de Morena. La única pregunta para Ebrard sigue siendo ¿y si ya sabe todo eso, qué sigue esperando para renunciar a un partido que lo engañó y donde ni siquiera se dignan a responderle?...La reciente gira del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, por países del Lejano Oriente tal vez consiga algunas inversiones de los llamados “Tigres Asiáticos” para su estado. Eso está aún por verse, pero lo que sí ya consiguió el mandatario sonorense es dar pena ajena con lo que hizo en su reciente visita a Taiwán. Resulta que, durante una reunión con empresarios, Durazo cerró el encuentro anunciando que tenía un regalo para los taiwaneses con los que quería quedar bien y les entregó a varios de ellos una réplica de un grabado titulado “Danzante del Venado” que plasma al icónico bailarín de los Pueblos Yaquis, cuya imagen y danza son la imagen del estado de Sonora. Hasta ahí todo iba bien; a los empresarios orientales les fascinó el cuadro que les regalaba el visitante mexicano, pero a la que no le gustó ese gesto fue a la artista plástica sonorense Edith Blanco, quien fue la autora del grabado que regaló el gobernador morenista, pero ella nunca autorizó su reproducción, ni firmó su obra ni la consultaron sobre regalarla en Taiwán. Desde Hermosillo, la joven artista, a quien entrevistamos ayer para el Noticiero “A la Una con Salvador García Soto” del Heraldo Radio, denunció el presunto plagio en el que estarían incurriendo el gobernador Alfonso Durazo y algunas funcionarias de su administración, como la directora de Comunicación Social, Paulina Ocaña: Y es que Edith Blanco afirma que la señora Karla Encinas, madre de la vocera de Durazo, la engañó al pedirle que creara el grabado mencionado, supuestamente para ayudar a su hija, pero al final, cuando ella le entregó su creación artística, la mujer se la entregó al gobierno estatal sin siquiera permitirle estampar su firma, y luego, por las noticias e imágenes de la gira del gobernador, se enteró que su obra había sido utilizada como regalo para los empresarios taiwaneses, sin su firma, sin su autorización y sin que siquiera le pagaran por su trabajo artístico. Veremos qué dice sobre esta denuncia Durazo y su gobierno, pues si ya es vergonzoso y delicado que lo acusen de plagio, más penoso aún que ande regalando el trabajo ajeno y abusando de los artistas sonorenses… Si como tanto repiten los de la 4T y el presidente López Obrador “en Morena todo lo decide el pueblo”, el senador morenista por Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, parece que está dispuesto a poner a prueba la veracidad y congruencia de ese discurso en su partido. Y es que a pesar de ser uno de los mejores posicionados en las encuestas para la gubernatura chiapaneca, al senador lo dejaron fuera de la lista de aspirantes votada y aprobada por el Consejo Estatal de Morena el pasado fin de semana. Lo curioso es que, a diferencia de lo que declaró en el caso de Puebla y Morelos, el dirigente de Morena, Mario Delgado, quien dijo que la lista aprobada de los consejeros estatales no era la definitiva y que el CEN morenista iba a incluir a otros aspirantes que tuvieran buen posicionamiento en las encuestas; en Chiapas, Mario no ha dicho lo mismo y por eso Ramírez Aguilar, a quien le apodan sus seguidores “El Jaguar Negro”, se apresta a realizar un acto masivo mañana domingo en Chiapas para mostrar que no sólo está posicionado en las encuestas sino que tiene toda una estructura formada por alcaldes, diputados locales, líderes sociales y dirigentes comunitarios chiapanecos que lo han acompañado en toda su carrera y que ya en el 2018 le habían dado todo su apoyo, aun cuando las negociaciones de el PVEM con Morena, para postular al nefasto gobernador Rutilio Escandón, lo terminaron dejando fuera. Entonces Eduardo Ramírez renunció al PVEM, aunque mantuvo lazos y relaciones con Manuel Velasco y se fue a Morena, pero ahora en Morena pareciera que lo quieren volver a marginar por un acuerdo político entre la cúpula verde y Claudia Sheinbaum para postular por género a la senadora Sasil León. Veremos si a Chiapas y a Ramírez Aguilar le dan el mismo tratamiento que a Morelos y a Puebla, donde la dirigencia nacional abogó por incluir en la lista de aspirantes al senador Alejandro Armenta y a la también senadora Lucy Meza, ambos marginados por presiones y grillas de los consejeros estatales. Porque si no hay inclusión, dicen en el equipo cercano del senador chiapaneco, podría venir la incertidumbre y para un estado como Chiapas, sumido en la violencia del narcotráfico, además de las reyertas políticas y los históricos conflictos comunitarios, las cosas se podrían poner complicadas. Veremos qué dice el senador Ramírez en su evento del domingo y si las otras fuerzas políticas que ya han empezado a buscarlo para ofrecerle ser su candidato al gobierno chiapaneco, no terminan convenciéndolo. Veremos qué deciden en Morena y si escuchan el rugido del jaguar…Se baten los dados. Escalera Doble. La semana fue intensa.

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