El 11 de octubre de 2009 el gobierno de Felipe Calderón publicó un decreto cuyo objetivo era la extinción de la Compañía Luz y Fuerza del Centro dando un paso a la privatización de la industria eléctrica del país. Durante casi 11 años el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) han mantenido una lucha por echar atrás este decreto presidencial. Los trabajadores han desarrollado una resistencia ejemplar: marchas, plantones, huelga de hambre, mítines, etc., y durante estos años han mantenido una denuncia permanente contra la institucionalidad que legalizaba este golpe.
Sin embargo, a lo largo de estos años el Comité Central encabezado por Martín Esparza se ha ido alejando de los objetivos que dieron origen a esta lucha. Conforme bajó la movilización, la dirección se fue acercando al PRI y al gobierno de Enrique Peña Nieto, fue alejándose de las prácticas democráticas al interior del sindicato y obtuvo privilegios personales para su familia e incondicionales. También se distanció de la lucha por mantener la industria eléctrica como palanca del desarrollo del país. A continuación exponemos varios elementos de esa descomposición.
1.- Acercamiento al PRI
El 5 de septiembre de 2010, Martín Esparza asistió al V informe de Enrique Peña como gobernador del Estado de México y le manifestó su apoyo. Ese acto constituyó el inicio de su campaña presidencial. El 5 de febrero de 2011, en Toluca, Estado de México, se ofreció los votos del SME al PRI: “si quieren nuestros votos, devuélvanos el trabajo”, se dijo. Además, se apoyó a Eruviel Ávila, entonces candidato del PRI a la gubernatura.
El 7 de julio 2011, el Comité Central encabezado por Martín Esparza, publicó un desplegado en defensa de la entonces priísta Elba Esther Gordillo. Durante todo el sexenio de Peña Nieto, la dirección del SME fue pactando en secreto la suerte del movimiento, e incluso mantuvo un sistemático ataque en contra de López Obrador y su campaña rumbo a la presidencia.
2.-Liquidaciones millonarias para el Comité Central y sus familiares e incondicionales
El secretario general Martín Esparza; del Exterior, Humberto Montes de Oca; de Trabajo, Eduardo Bobadilla Zarza, y todos los miembros del Comité, familiares e incondicionales, recibieron una liquidación promedio de 5 millones de pesos con muy poca antigüedad laboral.
Por ejemplo, la secretaria de Montes de Oca, con apenas dos años de servicio, se le adjudicó una liquidación de $3’ 267, 996.93, mientras que un trabajador con una antigüedad de 14 años recibió en promedio 300 mil pesos. (Instituto Nacional de Acceso a la información. INAE)
Además, se ha dado a conocer que desde octubre de 2015 Martín Esparza, Humberto Montes de Oca, Eduardo Bobadilla, y otros miembros del Comité Central y allegados, se adjudicaron un salario mensual superior a los $60,000 de la empresa Fénix, mientras que 15,000 electricistas permanecen sin trabajo, sin ingreso y endeudados.
3.- Violación de los derechos sindicales de la oposición
Varios miembros de la oposición han sido agredidos por golpeadores que responden a las órdenes del Comité Central; cualquier opinión crítica es descalificada, agredida y difamada. Esta situación ha llegado al extremo de excluir a decenas de trabajadores de la Cooperativa LF del Centro, o abrirles, con mentiras y calumnias, procesos en la Comisión Autónoma de Justicia. Con ambas maniobras, se hacen del pretexto para impedir que los más destacados miembros de la oposición puedan ser candidatos a ocupar un puesto en el Comité.
4.- Elecciones de 2019 y 2020
En junio de 2019, se realizaron elecciones para renovar trece carteras del Comité Central. Para esta contienda se registraron dos planillas: la planilla uno denominada “Once de octubre” apoyada por el actual secretario general Martín Esparza y la planilla dos “Para todos todo” que aglutina a diversos grupos independientes de trabajadores electricistas.
En esta elección no se entregó, ni se publicó el padrón. La Ley establece que se tiene que entregar a todos los trabajadores con derecho a voto con al menos tres días de anticipación. Negaron el voto a varios miembros de la oposición y jubilados. Incluso, sacaron a golpes a varios de ellos cuando se presentaron a votar.
El padrón que se registró ante la Secretaría del trabajo es de 15,164 afiliados y se registraron 17,498 votos. ¿De dónde salieron 2,334 votos?
Por estas irregularidades y flagrantes violaciones a la LFT, se ha solicitado la anulación del proceso electoral y su reposición. (Demanda de Nulidad del Proceso Electoral IV-254/2019. Folio 4181).
En diciembre del año pasado, reformaron nuevamente los estatutos del sindicato.
Ahora, en junio de 2020, se “nombró” una “Comisión Electoral”, quien controló de forma absoluta todo el proceso. Tres miembros de la corriente de Martín Esparza, instalaron las urnas, controlaron el Padrón, resguardaron por 10 días con sus noches las urnas, sólo ellos contaron los votos y levantaron el acta de resultados.
Estos tres esparzistas, fueron electos en una asamblea virtual, en plena pandemia, con semáforo rojo y sin presencia de la base. Así es como Martín Esparza fue formalmente reelecto por cinco años más. Pero aún no está dicha la última palabra, ya que la oposición crece y se organiza contra el charrismo sindical.
5.- Apoyo de la privatización del sector eléctrico y de las trasnacionales
La empresa Fénix, sociedad compuesta por la transnacional Mota-Engil, de origen portugués y Martín Esparza, a nombre del SME; se amparó en contra de decreto presidencial que busca revertir la privatización de la industria eléctrica, y no dar más permisos de generación y comercialización de la electricidad a los privados.
Martín Esparza usa al SME como instrumento de presión para que la empresa transnacional obtenga del gobierno actual un contrato de compra-venta de 1,700 MW por 25 años.
Con esta acción el Comité Central se ubica del lado de las trasnacionales apoyando la privatización de los recursos naturales del país, política llevada a cabo por los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN.
Ahora de lo que se trata es recuperar al SME como un sindicato en el que los trabajadores puedan elegir a sus representantes sindicales libremente, sin presiones de ningún tipo y que el sindicato se coloque como un contingente que apoye la lucha por la recuperación de la industria eléctrica en beneficio del desarrollo del país y no de las empresas trasnacionales.
Departamento de Producción Económica UAM-X