El 1 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un aumento de 22% a los salarios mínimos, en continuidad con los aumentos de años anteriores. En 2019, otorgó un aumento a los salarios mínimos de 16%; en 2020 de 20% y en 2021 de 15%, en contraste con la política de los gobiernos anteriores, cuyos incrementos sólo cubrían el aumento de inflación entre 3% y 4%.
Sin embargo, ¿a cuántos trabajadores beneficia el aumento? ¿Cuál es el impacto real en los salarios de trabajadores? ¿Cuál es el impacto en las revisiones contractuales? ¿Es un cambio en la política salarial cuyo resultado es un crecimiento de la economía?
El 2 de diciembre, la Secretaría del Trabajo señaló que el aumento al salario mínimo beneficiará a 6.3 millones de trabajadores, este número corresponde al 10 por ciento de la PEA. Sabemos que muchos patrones registran a trabajadores con un salario mínimo, pero les pagan un salario mayor, lo cual indicaría que el número de trabajadores que se beneficia con el aumento es menor.
Un segundo elemento es si este aumento tiene impacto en las revisiones contractuales. En los tres años de este gobierno el aumento salarial fue entre 3% y 4%, lo que significa que los salarios de estas revisiones se encuentran estancados. Para 2022, el aumento que al STUNAM el mes pasado, fue de 3.5% directo al salario y 1.1% en prestaciones, lo cual está por debajo de la inflación que este año alcanzará 7%. Seguramente, este será el aumento que se ofrecerá a sindicatos universitarios en las revisiones salariales.
Un tercer elemento es el costo a las empresas. Luis Felipe Munguía Corella, presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, señaló que el incremento de 22% tendrá un costo, para las pequeñas y medianas empresas de 3%, y para compañías más grandes, será de 0.3% (La Jornada, 3 de diciembre). Estos datos muestran que el costo para las grandes empresas es pequeño, lo cual significa que se podría obtener un mejor salario.
En conclusión, podemos decir que el aumento beneficia a una pequeña parte y es insuficiente para mejorar el ingreso. En consecuencia, mejorar los salarios y las condiciones de vida, es una tarea pendiente que sólo puede ser obra de la propia organización y lucha de los trabajadores.
Académico UAM Xochimilco.