…Una semana luego de ir a votar y de acompañar a mi madre a su casilla a votar.
Mi madre votó por primera vez en 1955, con las primeras mujeres que votaron en México, y este domingo pasado votó por una alcaldesa, por una jefa de gobierno de la Ciudad de México y por una Presidenta de la República, por ti. Por tres mujeres.
En 70 años así ha cambiado la condición femenina en México: de apenas poder votar, las mujeres fueron en la última elección la mitad de los candidatos para ocupar puestos de poder.
Visto desde lejos, desde el espacio sideral, un salto cuántico. Visto a ras de tierra, un cambio que ocurrió a paso a paso, con el esfuerzo de miles, de millones de mujeres, caminando codo a codo.
Y te escribo por una sola razón: para pedirte que el tiempo de tu sexenio, el primero de una Presidenta, no se nos vaya en vano a las mujeres de México. Te pido que en tu sexenio la suerte colectiva de las mujeres tenga otro cambio considerable. Otro salto que desde lo sideral se antoje cuántico.
Se vale tener fe en la política. Se debe tener fe en la política, hasta que nos desengañe.
¿Qué queremos las mujeres de México de una presidenta?
Por fortuna no es un misterio. Las últimas dos décadas, el feminismo mexicano, un movimiento nacional que incluye a todas las mujeres, ha articulado una agenda de lo que deseamos.
Lo primero es lo simbólico. Queremos que en cada cráneo del país la idea de que una mujer nace para servir y someterse, termine de explosionar: de hacerse humo, aire, nada. Tu misma llegada a la presidencia es el inicio de la última explosión de esa idea.
Te pido, te pedimos, que tú hagas lo propio con la agenda de las mujeres: que no dejes que se supedite y se someta a otras causas. Que no la aplaces, Claudia. Conoces nuestra agenda y sabes que aterrizarla es posible y será buena para todos, para mujeres y para hombres. Solo por razones de memoria la termino de reescribir acá.
Queremos que la violencia cotidiana contra las mujeres acabe. Los acosos, las golpizas, las violaciones, los feminicidios.
Me detengo en los feminicidios. Nueve diarios a nivel nacional, según las cuentas más difundidas.
Como jefa de gobierno, tú abatiste su número en la Capital de la República. Te pedimos que sea tu meta manifiesta y pública que en 6 años ya no existan en el país. Que en 6 años un feminicidio sea un horror de primera plana de los diarios, por su espantosa rareza.
Queremos que igual se vayan esfumando las injusticias contra las mujeres. La paga desigual por el mismo trabajo. El veto de ascender en los escalafones de la empresa. El veto para participar en números paritarios en las instituciones culturales, como el Colegio Nacional. En una frase, que se vuelva impensable la injusticia por razón de género.
Y por fin queremos que el Sistema de Cuidados que tú y Clara Brugada conocen tan bien, porque son quienes lo han ido implementando en sus anteriores cargos de gobierno, se vuelva nacional.
Centros de cuidados para los bebés y para los niños y niñas. Escuelas de tiempo completo. Comedores y locales de lavado gratuitos. Pensiones para las mujeres desde los 60 años.
Lo ofrecieron ambas en sus campañas, lo esperamos de ustedes.
Y ahora, la pregunta más hermosa. ¿Qué esperas de las mujeres tú, Claudia?
Has dicho “no llego sola, llegamos todas”. Bueno, hagámoslo real: ¿qué esperas de las que llegamos contigo?
Ya nos dirás tú, pero por lo pronto te ofrezco la propuesta que recojo de las conversaciones con muchas mujeres: te ofrecemos un listón de sororidad que te proteja del sexismo.
Esperemos que esa bestia no se presente. Durante las campañas electorales estuvo medio dormida y tumbada en el piso, gruñendo sus tonterías, que no terminaron de dañarte. “Se somete a Andrés Manuel”, “no existiría sin él”, “no muestra su poder”, “lo muestra en demasía”, “sonríe poco”, “sonríe demasiado”, “tiene el corazón de hielo”, “no es de verdad feminista”.
Pero de despertarse la bestia del sexismo y ponerse a vociferar y lanzar dentelladas, te ofrecemos que las mujeres de verdad feministas ahí estaremos para desenmascarar su funesta intención y regresarlo al piso. “Sentado animalito, chitón animalito atroz”.
Termino:
En todo lo que sea por el bien de Todas, las mujeres feministas vamos contigo, Claudia, recio y codo a codo, hasta transformar a nuestro país. Y a cambio, te pedimos que no se te olvide a ti nuestra causa común, Claudia. Que no se te olvide ni un solo día.
Amor con amor se paga.