Desde la Mañanera la presidenta les dijo a los legisladores de Izquierda que se olvidaran de Adán y de Monreal y sus líos, y en estas vacaciones de fin de año regresaran con el Pueblo para hablar de lo que importa. De las cuitas del Pueblo, de la gente-gente. Después de todo fue la gente quien los eligió y su trabajo es servir a la gente.
Y tiene razón la presidenta. Es entre la gente que la Izquierda siempre ha re-encontrado su misión (por eso es la Izquierda), amén de su Norte moral y sus mejores ángeles.
Me temo sin embargo que si los legisladores de Morena de verdad platican con la gente-gente estas vacaciones navideñas, además de hablarles de sus cuitas diarias que tratan del pan y la mantequilla y las cuentas demasiado grandes para medicinas y doctores, terminarán hablándoles también de los líos de Adán y Monreal –más el lío de Layda y su nuevo secretario con un brazalete de reo en la muñeca --y de los varios ex gobernadores ladrones que hoy usan la bancada de Morena en el Congreso como un albergue para no enfrentar las consecuencias legales de sus saqueos.
Como me dijo ayer un chofer de microbús con el que platiqué en el café de Los Pinos, A mí sí me preocupan los corruptos dentro de Morena, y me explicó también el por qué, Me preocupan porque a los que nos roban es al Pueblo, cada millón que se embolsan es una escuela pública que no existe.
Su afirmación es impecablemente cierta.
De lo que ha logrado la 4T es que la gente se crea que ellos son el último para qué de la política y por tanto estén al tanto de la política a diario, y mi impresión es que la gente lleva un buen rato considerando que su enemigo de clase más peligroso está dentro de la 4T y son los corruptos.
Y es que además de robarnos, me agregó el chofer de microbús, los corruptos nos hacen dudar de que la 4T va en serio.
Otra vez impecablemente cierto.
En contraste, la Derecha y sus voceros, como nunca consideran al pueblo como parte de sus relatos, durante la semana que hoy acaba narraron las broncas de los corruptos como asuntos palaciegos. Los duques y la duquesa se le rebelan a la reina-presidenta como no se atrevieron ante el rey López Obrador. Y aún una comentarista ““““feminista”””” (entre cuatro pares de comillas) dejó caer la gota de veneno de que eso ocurre, porque la reina Claudia es mujer y es débil.
Mentiras. Distorsiones. La realidad es casi la opuesta.
Al presidente López Obrador también se le rebelaron a cada rato los corruptos. Como muestra un solo botón. El mismo Monreal le birló a Morena la alcaldía más rica del país, la Cuauhtémoc de la CdMx, y Andrés Manuel lo llamó traidor, dejó de desayunar con él cada viernes, pero no más, y llegada la contienda al interior del partido para elegir a su candidato a la presidencia, lo perdonó desde la Mañanera y lo dejó participar.
Y así pueden citarse no otros cuantos botones de muestra, sino toda una mercería.
El presidente a lo largo de su sexenio dio a entender que no era tiempo todavía de expulsar a los corruptos, la Izquierda debía todavía asegurar su continuidad otro sexenio y sobre todo formar nuevos cuadros.
Y así ha sido. La candidata de la Izquierda no solo aseguró la continuidad ganando las elecciones, las ganó arrasando en cada segmento social, entre los ricos, los pobres y los clase-medieros, hoy goza de la confianza de un 80% de la población, y eso rodeada sobre todo de cuadros jóvenes.
Por eso, porque la aprecian fuerte y en control, es que la prensa y los electores de la Izquierda piensan que ahora es el tiempo en que la presidenta se deshaga de los corruptos, si no emprendiendo redadas para expulsarlos a todos, sí de vez en cuando extrayendo entre sus dos dedos los botones más torcidos para depositarlos en el cesto de la basura. Botones de muestra que sirvan de ejemplo a los otros corruptos.
Vaya, si está por vaciarse la mitad del Poder Judicial, para ser suplido por mil y tantos jueces nuevos, ¿por qué no puede la presidenta extraer del costurero a un pequeño Cuauhtémoc Blanco y ponerlo en su casa, o a un Monreal y ponerlo ante un tribunal federal para que responda por sus negocios con dinero público?
Sería oportuno y lo justo.