Cuando el presidente del país decía por la televisión :

—No se devaluará el peso…

Quién tenía ahorros corría al banco a cambiar sus pesos por dólares. Tal era la fe de la población en que el Presidente siempre mentía.

Los niños y niñas de aquel entonces debíamos aprender rápido el pacto social: la autoridad política nos engañaba, esa era la forma de gobierno.

Y ya en la adolescencia aprendíamos el deporte nacional del doble lenguaje: aprendíamos a desglosar las mentiras y a especular las verdades, que siempre eran especulables y nunca comprobables.

López Portillo

famosamente declaró en uno de sus informes de gobierno:

—Defenderé el peso como un perro.

Al día siguiente los bancos estuvieron llenos de mexicanos que creyeron lo contrario y que ladraban, a forma de burla.

Aún años antes, Díaz Ordaz había declarado:

—Los manifestantes que mañana llenarán el Zócalo , lo harán libremente, por propia voluntad, para apoyar al gobierno por convicción.

Los “manifestantes” resultaron ser varios cientos de miles de burócratas, que mientras iban llenando el Zócalo iban berreando.

—Somos borregos, nos llevan –gritaban a coro y luego berreaban. —Beee. Beeee. Beeee.

Bueno, pues este viernes me ocurrió un deja vu, al leer un tuit con más de 9 mil reproducciones de la jefa de gobierno de la CdMx. Claudia Sheinbaum, que asistía a la toma de protesta de Evelyn Salgado como gobernadora del Estado de Guerrero, escribió:

Asistí a la toma de protesta de @EvelynSalgadoP primera gobernadora de Guerrero. Por cierto, no hay nada más machista que referirse a una mujer como la hija de, la esposa de, etc; como si las mujeres fuéramos pertenencia de alguien. Felicidades a Evelyn por su triunfo y capacidad.

Ah caray, se trata de la misma Evelyn que apareció en las boletas de la consulta interna de Morena así:

Evelyn Salgado (la hija de Félix Salgado ).

Un guiño al votante para que al tachar su nombre supiera que votaba por su padre.

La misma Evelyn a la que su padre, apodado El Toro, bautizó como La Torita. Nótese el diminutivo.

La misma Evelyn sin ningún liderazgo previo, de la que nadie duda que no gobernará Guerrero, porque gobernará su padre.

El asunto de Guerrero es triste. Pero el tuit de la Doctora Sheinbaum es desolador.

Claudia se había ganado la buena fe de las feministas que creíamos comprender su incómoda posición ante un presidente que terca e innecesariamente se confronta ante el feminismo. Claudia, pensábamos, declarativamente no puede contradecir a su jefe político, y se abstiene de declarar su disenso, pero en los hechos ha aplicado, consistentemente, políticas feministas en la capital del país.

Aún más: hay quienes en Morena suponen que Claudia será la candidata del partido a la presidencia en buena medida como un correctivo del mismo presidente. López Obrador se ha dado cuenta, según este rumor, cuánto dolor innecesario ha causado a las mujeres; se ha dado cuenta que la mayoría de la población sí queremos un país con un combate frontal a los acosadores, violadores y los feminicidas; y no dispuesto a conceder verbalmente a la presión social, sí concede al elegir a una feminista para sucederlo.

Cierto o no este rumor, lo seguro es que el tuit de Claudia Sheinbaum expresa algo a todas luces falso. Y para quienes lúcidamente la han considerado el oro de Morena , lo mejor entre sus cuadros, es una invitación a practicar el doble lenguaje. Decir algo y pensar lo contrario, aunque la verdad y la confianza se extravíen en el trámite.

No gracias. Por mi lado no acepto la invitación. No sé los planes del lector, de la lectora, pero dentro de los míos no está el de regresar al país del PRI y los borregos. Que el Toro y la Torita se hagan bueyes, ellos solitos.