México clasificó a la primera Copa de Oro Femenil, que se llevará a cabo en Estados Unidos el próximo año, y no hay mejor escenario que enfrentarse a las cuatro veces campeonas mundiales.
Hace 52 años que no se veía una camada de futbolistas tricolores tan buena como la que vemos hoy. Ganaron los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Panamericanos y fueron campeonas Sub-20 en el Premundial de República Dominicana, enfrentándose en la semifinal a las canadienses y en la final a las estadounidenses.
Hoy por hoy, tenemos la mayor cantidad de futbolistas que juega en el extranjero: Scarlett Camberos, del Angel City; Diana Ordóñez y María Sánchez, ambas del Houston Dash; Kenti Robles, del Real Madrid; y a jugadoras del Valencia.
Cayeron a la perfección el estilo y la táctica del entrenador Pedro López, además de que la calidad en la técnica de cada una de las futbolistas ya está en un nivel superlativo. Lo que se ha logrado en conjunto puede ser factor determinante para ganarle a Argentina y también a Estados Unidos en el Grupo A. También se espera a la triunfadora entre Guyana y República Dominicana en el sector.
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Atrás, tenemos a las Damas de Hierro: Greta Espinoza y Cristina Ferral, por las cuales no pasa alguna atacante; además, traen la chispa de ser campeonas en el Apertura 2023 con las Tigres.
También andan bien puliditas Stephanie Mayor, Jacqueline Ovalle y Maricarmen Reyes, de las Amazonas. Y ni qué decir de la volante por derecha Nicolette Hernández y la delantera Kiana Palacios, del América.
Lo que sí urge en la Selección Femenil, y para enfrentar a jugadoras peligrosísimas como Sophia Smith (Portland Thorns) y a la hija de Dennis Rodman, Trinity Rodman, es a dos futbolistas del Atlético de San Luis: Karen Lizbeth Cano, defensora central, y Laura Parra, lateral, porque tienen una marca férrea y son astutas.
En la contención, el técnico de la Selección Mexicana no tendrá problemas, ya que contamos con Jimena López Fuentes (antes del OL Reign de la National Womens Soccer League y ahora del Valencia), además de Natalia Mauleón, quien es una genio con los botines, y Rebeca Bernal, la de Rayadas. Mayra Pelayo y Caro Jaramillo también son buenas volantes.
Sí, será la prueba más dura para la Selección desde que las niñas corríamos por las calles de México por un balón, detrás de 10 niños que no querían pasártelo, y después de seis años de Liga profesional, recordando que el conjunto siempre podrá superar a cualquier rival que se presente y —hoy en día— el espíritu de las jóvenes mexicanas está más elevado que nunca. México va por la Copa Oro. No tengo duda, la podemos ganar.
