Memorable temporada de Tigres, iniciando con un contundente 4 -0 —en la Jornada 1— contra el Puebla.
Desde ahí anunciaban lo que serían, con nueva directora técnica: Milagros Martínez, pero también con las mejores jugadoras de México: Jacqueline Ovalle, Stephanie Mayor, Maricarmen Reyes.
Por si fuera poco, tienen a grandes suplentes, talismanes que pueden utilizar en cualquier minuto.
Tigres logró algo por lo que hemos luchado durante años, y que anteriormente sólo las jugadoras como Charlyn Corral parecían tener, porque no contábamos con entrenadoras que nos enseñaran a jugar futbol.
Los técnicos varones eran escépticos en cuanto a si las niñas podíamos tener una buena técnica, pero qué estrategas teníamos en México, gente que te enseñara a jugar futbol... Muy pocos, o nadie.
Fueron años de esfuerzo para encontrar un lugar donde las jugadoras que no podían marcharse al extranjero mejoraran.
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También hubo chicas como la misma Stephanie Mayor, quien fue a jugar a Islandia, en la nieve, donde no podía hablar con nadie en español. O la misma Natalia Gómez Junco, con un excelente nivel individual, pero mejorado en Estados Unidos. O Charlyn, quien se desarrolló en ese país y terminó por explotar en España, con galardones.
Pero con este campeonato de Tigres, se nota ya la superioridad de varias a nivel técnico y táctico.
Milagros Martínez y su cuerpo técnico lograron superar la partida de Mia Fishel, aunque ahora Maricarmen Reyes hizo el trabajo.
Por supuesto, también hay que mencionar a las grandes defensoras Anika Rodríguez y Greta Espinoza; en el mediocampo, las experimentadas Nancy Antonio y Liliana Mercado, acompañando a Alexia Delgado, logrando que aprendieran un sistema sorprendente, en el que si no metía gol Mayor, lo hacía detrás Ovalle, o la misma Belén Pollo Cruz.
Desde la ida, en el Estadio Azteca, se miraba en sus ojos de tigre la mirada penetrante, jugando como si nadie las estuviera viendo, como si no hubiera gente en el Coloso de Santa Úrsula. Llegaron tres veces, y metieron las tres.
América se vino para abajo. Sabía que la vuelta en el Volcán sería muy difícil, ante una afición más ruda que la de Coapa.
Fue una victoria contundente, segura y aplastante.
Gracias, Amazonas, por seguir ganando títulos, por seguir inventando estrategias, por ser mejores que el año anterior, por caer, pero levantarse de inmediato y correr los 90 minutos del partido. Tigres ya es un equipo histórico.
