La selección colombiana ha dado la sorpresa en este Campeonato Mundial. Primero, al ganarle 2-1 al combinado de Alemania en la ronda de grupos, con anotaciones de Caicedo y Vanegas; y ahora eliminando al bien parado equipo de Jamaica, que empató a cero con la poderosa Francia.

Esto quiere decir que jugadoras como Catalina Usme, la goleadora contra las jamaiquinas, así como las extremos Linda Caicedo —por izquierda— y Tatiana Ramírez —por derecha— han sabido jugar un Mundial. Una oportunidad clara, y la han metido.

¡Certeras, dominantes, apasionadas, y con un gran corazón sudamericano! Eso es lo que las ha llevado hasta estas instancias, y han sido una dignas representantes del buen futbol que se juega en Sudamérica. Con un estilo alegre y propositivo, con variantes, sin “acartonarse”, siempre con la certeza de para dónde van. Ningún director técnico las ha sabido descifrar, esa ha sido su magia.

Especial atención, por favor, a Lorena Bedoya, a Leicy Santos y a la contención Diana Ospina, quienes han sido pilares, además de la valentía en el arco de Catalina Pérez.

Otra de las arqueras que da toda la seguridad en la portería y en la cancha entera es Pauline Peyraud Magnin, de la selección francesa y la Juventus de Turín, quien junto con Dianí, los centros de Sakina Karchaoui (del PSG), los goles de la delantera Eugénie Le Sommer y otro tanto de Dali, acabaron con las aspiraciones de Marruecos de avanzar un paso más de lo que ya hicieron con uñas y dientes.

Con todo y el hiyab de la jugadora Nouhalia Benzina, quien se convirtió en la primera futbolista en utilizar en las canchas el velo islámico blanco en una competencia de alto nivel, Marruecos dio de qué hablar. Anteriormente, la FIFA lo tenía prohibido, pero permitió su uso en la Copa Femenil Sub-17 de 2014.

Las marroquíes nunca pudieron controlar los desbordes por derecha e izquierda de las galas. Francia ya está del otro lado, y enfrentará los cuartos de final contra las anfitrionas australianas. La clave será detener a las mediocampistas Geyoro, Toletti y Bachá, antes de que el balón pase por los botines y los dribles de Le Sommer y Dianí, a quienes no se les ha ido ninguna pelota. Se espera también que la estrella de las Matildas pueda iniciar el partido: Sam Kerr, ya que entró unos minutos en la victoria en octavos contra Dinamarca. Aunque, si me preguntan, no han necesitado de sus servicios, ya que Mary Fowler, Emily van Egmond, así como por derecha Hayley Raso y del otro lado Caitlin Foord, han hecho espectacular trabajo para tratar de llegar por primera vez a instancias finales.

Suecia, todavía cantando a todo pulmón la victoria sobre las estadounidenses en la tanda de penaltis, tendrá que creérsela y meterse de lleno en la pelea por el título, ya que las jugadoras demostraron —una vez más— que la táctica puede ganarle a quien sea.

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