Imaginen vivir en Suecia y perderse las botanas afuera del Estadio Azteca, previo a un partido de semifinal.
Imaginen vivir en Roma y perderse los fuegos artificiales en cada gol del América... O vivir en Norteamérica y no escuchar los gritos de gol de más de 10 segundos —en vivo— en una narración de un Clásico de clásicos: Águilas y Chivas.
Este domingo, se vivió una de las semifinales más emotivas y emocionantes: Las tapatías y las azulcrema se vieron las caras a las 4 de la tarde.
Ambas escuadras demostraron lo que es jugarse una semifinal, metiendo fuerte la pierna y —sobre todo— siguiendo las indicaciones tácticas de dos de los mejores técnicos del país: Ángel Villacampa, el español de las de Coapa, y Antonio Spinelli, argentino, por parte de las poderosas Chivas.
Ambas, con sus mejores jugadoras: Kiana Palacios y Katty Martínez, junto con Alison González, dos extremas y una centro delantera, y por parte del Guadalajara: Carolina Jaramillo, Adriana Iturbide, y en punta Alicia Cervantes, quien apenas tocó el balón la primera mitad del encuentro.
Complicado el juego para las visitantes, pero nada para nadie.
Ya que en el juego de ida habían quedado 2-2.
Muchas faltas cometidas por parte de ambas escuadras, y nerviosismo típico de una semifinal, que ya se juega con la mayor calidad ofensiva posible, porque se encuentra avanzando a pasos agigantados la Liga MX Femenil.
En el segundo tiempo, por fin, una llegada clara para las Chivas del Guadalajara. Falta y se marcó penalti, aunque el VAR lo negó. Habría sido la oportunidad para abrir el marcador.
Enojo y disgusto por parte de todos los jaliscienses, pero llegaría otra jugada a balón parado, después de la expulsión de Caro Jaramillo, y tenía que ser el gol de Casandra Montero, la que mueve a todo el equipo rojiblanco, y no da ningún balón por perdido. Ella fue quien hizo el tanto para las Chivas.
Minutos después, se venía la jugada clara para el América. Vendrían Katty Martínez y los cambios de Naty Mauleón, así como la entrada de Montserrat Saldívar (excelente extremo), y lograron hacer uno más para las locales.
Muy emocionante, maravilloso, deslumbrante el Coloso de Santa Úrsula, en todo su esplendor de domingo por la tarde, y nuestra transmisión en vivo —a través de W Deportes, para toda la República Mexicana— con la mirada en el césped, el corazón en la mano y la mente en el campo, junto con mis compañeros de transmisión y mi guardián y admirador número uno, mi padre. Y mi periodista apoyador estrella, Farid Barquet...
Ha sido la mejor celebración de cumpleaños que he tenido, este 20 de noviembre. ¡Gracias, Liga MX Femenil!
