Rogelio Gómez Hermosillo M.

Trabajos que son fábricas de pobreza

Trabajos que son fábricas de pobreza
15/02/2022 |02:54
Redacción El Universal
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Para millones de personas sus trabajos son fábricas de pobreza . ¿Quién tiene la responsabilidad de cambiar esto? ¿Podemos hablar de “responsabilidad social empresarial” con estas condiciones laborales ?

Llevamos décadas con un sistema laboral que produce pobreza. A fines de 2021, 66% de las personas ocupadas carecen de ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza y 62% trabajan sin seguridad social. Hace 15 años, a fines de 2006, 72% carecía de ingreso suficiente y 63% trabajaba sin seguridad social. Hace 9 años, a fines de 2012, 65% trabajaba sin ingreso suficiente y 64% sin seguridad social. A fines de 2018, 68% sin ingreso suficiente y 62% sin seguridad social. La situación no cambia sustancialmente. (Observatorio de Trabajo Digno, con datos de INEGI ).

En los ambientes de análisis económico hay una respuesta simple a esta situación: “Es la informalidad ” dicen y pretenden con ello explicarlo todo. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. La violación de derechos laborales está en la raíz.

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Veamos por partes. Ciertamente en la población ocupada hay 3 casos diferenciados de trabajadores, además de las personas empleadoras. Conviene la distinción para ubicar responsabilidad y posibles vías de salida: 1) Personas con trabajo subordinado y asalariado. 2) Personas que trabajan por su cuenta. 3) Personas con trabajo subordinado, pero sin pago o sin remuneración salarial.

El primer grupo, quienes tienen trabajo asalariado, es el mayoritario. Es el 65% de la población ocupada: Poco más de 36 millones de personas en 2021. El segundo grupo, quienes trabajan por su cuenta, son el 23% de la población ocupada, más de 12 y medio millones de personas en 2021. Y el tercer grupo, es un grupo pequeño, 7% de la población ocupada, con situaciones muy distintas como los negocios familiares, personas con trabajo voluntario, o con pagos en especie o becarias y diversas situaciones más. Son alrededor de 4 millones. Las empleadoras, poco más de 2.7 millones de personas, son el 5% de la población ocupada.

El grupo 2 es 100% “informal” y el grupo 3 casi igual, en el sentido que carecen totalmente de acceso a servicios de salud. Quienes trabajan por su cuenta no se afilian a la seguridad social. Sumados ambos grupos, son alrededor del 30% de la población ocupada, no tienen como ni a quien reclamar seguridad social, salario suficiente o derechos laborales.

El problema es que quienes tienen trabajo asalariado, también tienen trabajos precarios. Y ahí la responsabilidad radica en las personas empleadoras, personas físicas o morales que están obligadas a cumplir con las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo .

Entre las personas con trabajo asalariado, 61% carece de ingreso suficiente, 42% trabaja sin seguridad social; la mitad (52%) carecen de contrato estable y 86% carecen de organización sindical.

Ciertamente sus condiciones laborales dependen mucho del tamaño de la unidad económica que les da empleo. En los micro y pequeños negocios, la mayoría carece de seguridad social, remuneración suficiente y contrato estable. Esto es grave.

Pero la situación de medianas y grandes empresas es inaceptable. En las medianas (con más de 50 y hasta 250 trabajadores), el 53% carece de ingreso insuficiente (2.4 millones), 8% carece de seguridad social (398 mil) y 25% carece de contrato estable (1.3 millones de personas).

Y resulta aún más inexplicable y debe cambiar ¡YA! es la gran empresa (con más de 250 trabajadores): 46% trabajan sin ingreso suficiente (2.8 millones), 6% sin seguridad social (416 mil) y 18% sin contrato estable (1.3 millones de personas).

En próximas colaboraciones analizaré esta realidad para varias ramas económicas, pues esto debe cambiar ya. Con impulso de sociedad civil , con empresas que tomen responsabilidad y con organizaciones de trabajadores que sí les representen.

Consultor internacional en programas sociales. 
@rghermosillo