Millones de personas están en riesgo de perder apoyo económico y acceso a servicios sociales si Nacional Monte de Piedad cierra sus puertas. Esta institución que cumple 250 años en 2025 es mucho más que una entidad financiera “popular”. Es una institución de interés público que invierte todas sus ganancias para beneficio social. Por eso es imperativo que desde la sociedad apoyemos la subsistencia del “Monte”.
Tan solo la amenaza de huelga durante la próxima “cuesta de enero”, puede dejar a cientos de miles de personas sin acceso a un préstamo indispensable. Y puede paralizar a cientos de organizaciones que prestan servicios a más de un millón y medio de personas en condiciones de vulnerabilidad, pobreza y exclusión.
Al no ser una empresa privada con fines de lucro, el Monte de Piedad enfrenta un contexto económico adverso por el crecimiento de la competencia en condiciones desiguales. Por eso necesita renegociar el contrato colectivo de trabajo (CCT).
Resulta insostenible cubrir privilegios como un aguinaldo 7 veces superior al de la ley (105 días), una jornada laboral 30% menor a la legal y siempre diurna, lo que obliga al pago de horas extras para cubrir el turno de la tarde; además de primas vacacionales, caja de ahorro y varias prestaciones más, que en conjunto, incrementan 280 días más de remuneración al personal, es decir a pagar 21 meses de salario más comisiones por año.
Esto es insostenible, pues en los últimos años se han multiplicado las casas de empeño con un costo laboral y operativo mucho menor. En la mayoría de esas empresas, el modelo de negocios en realidad funciona como compra de artículos electrónicos y similares, muy por debajo de su valor, disfrazada en forma de préstamo prendario, lo cual por cierto alienta el robo. En contraste, en el “Monte” 9 de cada 10 personas recuperan su prenda empeñada. Y quienes la pierden, recuperan su valor cuando se vende.
Además, al no ser una empresa privada, las “ganancias” se reinvierten en la sociedad. De 2017 a 2021, “Monte” ha realizado una inversión social de 7,236 millones de pesos (mdp); la gran mayoría, 5,500 mdp en favor de los clientes.
Además de este beneficio económico, sin duda el valor social de “Monte” radica en la inversión en obras y proyectos. En estos 5 años (2017-2021), ha donado 1,770 mdp, en promedio 354 mdp por año. Estos fondos sirven para apoyar alrededor de 600 organizaciones civiles que prestan servicios educativos, de salud, de desarrollo social, apoyo a damnificados, para beneficiar a 1 millón 627 mil personas en promedio cada año, en casi todos los estados del país. Esto también está en riesgo.
El nuevo modelo de inversión social de Monte se orienta a la agenda 2030 de la ONU. La mayor paradoja del conflicto laboral si no se renegocia satisfactoriamente el contrato colectivo, es que desde 2017 “Monte” adoptó la promoción del Trabajo Digno, como una de sus prioridades de inversión social.
Desde entonces, Monte apoya proyectos para promover el derecho humano al trabajo con los derechos laborales que lo constituyen. Esta prioridad fue innovadora y logrado un gran impacto para beneficio de miles de personas, en especial jóvenes y trabajadoras del hogar.
Por eso hay que decirlo claro y fuerte: renegociar el Contrato Colectivo es urgente y es válido. Los privilegios no son derechos laborales y atentan contra la viabilidad de la institución. Quienes impulsamos el derecho al Trabajo Digno, apoyamos a Monte y pedimos a la asamblea de trabajadores negociar de manera responsable y solidaria el cambio del CCT para preservar una institución que genera un bien superior para millones de mexicanos y no puede ser destruida por mantener privilegios.
Consultor internacional en programas sociales.
@rghermosillo