Una pugna de poder en Tabasco por el control de Morena (que manejará el relevo de la gubernatura estatal en 2024) se resolvió días atrás con un manotazo en favor del grupo afín a Adán Augusto López, secretario de Gobernación, y la “purga” de una facción disidente alentada por Octavio Romero y Javier May, respectivamente directores de Pemex y de Fonatur.
Esta confrontación cobró relevancia porque el grupo derrotado se la cobró a López Hernández proclamando su adhesión a las aspiraciones de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, instalada a 1,500 kilómetros de distancia. El episodio revela que la prematura disputa interna del oficialismo por la sucesión presidencial tiene el potencial de dislocar al gobierno y desatar una implosión en Morena.
La historia que hoy le refiero sumó una nota dramática el fin de semana por una carta del viejo maestro de Civismo del presidente López Obrador, Rodolfo Lara Lagunas, a quien el mandatario ha descrito como su inspiración juvenil sobre política y ética. En su misiva, que tituló “Martes negro en Morena Tabasco”, ese mismo profesor denuncia que los sueños de los promotores de Morena han sido usurpados por expriistas, denominación en la que caben las principales figuras del partido en el gobierno.
Esta trama comenzó a tejerse semanas atrás y revela que Tabasco se ha convertido en una amante esquiva para Adán Augusto López, llevado en hombros por López Obrador a la gubernatura. La desempeñó por poco más de 30 meses (2019-2021), para luego asumir la cabeza del gabinente presidencial y, desde ahí, una precandidatura al 2024. Pero el aumento en la estatura política del titular de Gobernación en el país contrasta, paradójicamente, con su deterioro en el terruño natal.
En la elección de consejeros para el Consejo estatal de Morena, celebrada el 30 de julio, López Hernández compitió por un puesto, pero obtuvo solo 1,250 votos, menos de la mitad de los emitidos por la cabeza de la lista general, en la que aparece en el sitio 29 de 60.
De esa consulta surgieron los 60 consejeros que el pasado domingo 21 designaron, a puerta cerrada, a los nuevos dirigentes. Adán Augusto no acudió a la reunión, como tampoco lo hizo la senadora Mónica Fernández, aspirante a la gubernatura. Al final, cercanos a López Hernández se quedaron con los principales puestos, asignados a Tey Mollinedo y a Raúl Ojeda Zubieta, este último fiel lopezobradorista, tres veces malogrado candidato a la gubernatura. Para llegar a su nueva posición, Ojeda desplazó a José Ramón “Pipín” López Obrador, hermano del Presidente.
Este reparto atrajo protestas de 28 de los consejeros disidentes, en su mayoría funcionarios del gobierno estatal, entre ellos Sheila Cadena, integrante del gabinete de Carlos Merino, el gris mandatario interino tabasqueño cuyo único mérito ha sido su subordinación al ahora titular de Gobernación. El “capitán Merino”, como lo llaman sus gobernados en tono de sorna, creyó resolver la protesta cesando a todos los discrepantes. Desde luego, se trata de un final preliminar de la historia.
Apuntes:
Se confirma que al menos cuatro altos mandos altos del Ejército, más 16 elementos de tropa, asignados al 27 Batallón con sede en Iguala, Guerrero, están implicados en la desaparición de al menos seis de los normalistas de Ayotzinapa, según la denuncia de la Comisión de la Verdad que conduce Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación. Los seis jóvenes fueron recluidos durante varios días en una bodega tras la noche de los hechos, pero habrían sido retirados por los militares para hacerlos correr la misma suerte que sus compañeros, ejecutados y desaparecidos.
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